*Arte por Dracodormiensss*
No estaba permitido, pero ya tenía el giratiempo en mis manos. Todo había salido mejor de lo que esperé.
La Sala de Menesteres nunca me había fallado cuando realmente lo necesitaba, y en esta ocasión me había entregado el instrumento perfecto: un giratiempo olvidado, escondido entre los escombros de lo que alguna vez fue un refugio para estudiantes como yo, desesperados por cambiar las reglas del juego.
Estaba en cuarto año y ya había tenido suficiente. Después de como habían terminado las cosas el año anterior, Granger era la única en mis pensamientos pero, ante los acontecimientos que estaban pasando este año en el colegio, la veía cada vez más lejos de mí.
Potter y Weasley se habían peleado cuando el cara rajada resultó ser el cuarto campeón y habían dejado a Granger mediando entre el par de idiotas. Aunque, la pelea había durado demasiado poco. Luego de la primera prueba, el trío de oro había vuelto a ser inseparable y ella volvía a estar blindada entre ellos y el resto de sus amigos Gryffindors y algunas chicas de Ravenclaw.
Para colmo de males, Viktor Krum se había fijado en ella.
Cosa que podía entender perfectamente. Después de nuestro encuentro en el salón abandonado, mi mente se había llenado de pensamientos sobre Granger en ese diminuto traje de colegiala. Su calor, su aroma a canela y hojas de otoño se había quedado impregnado en mi ser y, desde que había empezado el curso, no había podido alejarme de ella. Como si fuera un planeta y yo una estrella fugaz que se vio atrapada por su órbita, sin poder estar cerca, sin poder apartarme.
Pero, a diferencia de mí y de nuestra historia previa, Viktor Krum solamente tuvo que deshacerse del séquito de tontitas que lo seguían a todas partes para poder estar cerca de ella en la biblioteca. Al inicio, como yo, Krum la veía de lejos con la cara oculta en un libro pero con sus ojos fijos en cada uno de sus movimientos.
Podía ver, con claridad, que la cercanía entre ella y Potter lo irritaba pero pronto se dio cuenta que entre ambos solamente existía una fuerte amistad. Así que una tarde, se armó del valor que a mí me hacía falta y se acercó a ella.
Rogué a Merlín, a Salazar, ¡vaya! Incluso le rogué al mismísimo Godric Gryffindor que ella lo despachara con la mirada pero, sus ojos marrones se agrandaron y un suave sonrojo atravesó sus mejillas cuando él se sentó en la misma mesa y empezó a conversar con ella.
El haberse enfrentado a un Bola de Fuego Chino le dio valor al troll de montaña para pedirle a Granger que lo acompañara al sonado Baile de Navidad. Pansy ya había gritado a los cuatro vientos que ella iría conmigo y, por un breve momento, pude ver el dolor y algo más en los ojos de Hermione cuando me miró.
Escuchar a Granger aceptando la invitación de ese engreído de Viktor Krum para el Baile de Navidad fue algo casi insoportable. Sus mejillas se ruborizaron mientras le decía que sí, ocultos por los estantes en la biblioteca. El tonto sonrió abiertamente y cargó a Hermione dando una vuelta sobre sí mismo y la bajó. La risita que ella soltó fue la gota que derramó el vaso.
No iba a permitir que él la llevara.
No.
No sin hacer algo al respecto.
Así que usé el giratiempo. Regresé unas horas antes del baile, lo suficiente para interceptar a Krum cuando se dirigía a prepararse. Fue sorprendentemente fácil dejarlo inconsciente con un hechizo no verbal y arrastrarlo fuera de la vista. Dejé caer en su garganta un poco de poción para dormir sin sueños. Lo necesario como para que me dejara disfrutar esta noche con ella.
La parte más difícil fue beber la poción multijugos. Sabía como a musgo seco con excrementos de unicornio y la transformación fue rápida y brutal; sentir cómo mi cuerpo se estiraba hasta adoptar la apariencia del famoso buscador fue una experiencia que jamás olvidaré. Pero cuando me vi en el espejo, su rostro me devolvió la mirada, idéntico al de Krum.
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14, 000, 605
FanfictionSolamente en una vida, ellos no vivieron felices para siempre. Estas historias son versiones en las que sí pueden estar juntos.