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El Rubius me había pasado la ubicación y la hora. La anoté en la libreta y borré el mensaje para que Diego no tuviera esa información. Pasé las siguientes horas de mi día con mi novio y mi hermano, este último parecía molestarse por como yo tenía la facilidad de perdonar los malos tratos de Felipe

—Por cierto, mis amigos harán una comida para bajarse la cruda.— avisó Felipe mientras ambos estábamos sentados en el sofá —Ya confirmé nuestra asistencia.— 

—Ni siquiera me preguntaste.— dije un tanto nerviosa, aún la situación de ayer me ponía tensa 

—Pensé que querrías ir para disculparte con ellos por no volver al festejo.— le quitó importancia 

Bajé un poco la mirada hasta que recordé que mi hermano estaba ahí y probablemente le contaría todo a mamá. No debía parecer débil, debía demostrarle que mi relación no era tan mala 

—A decir verdad ya tengo planes para hoy.— dije, no era del todo mentira 

—¿Saldrás con alguien?.— su tono de voz cambió 

¿Cómo decirle que había quedado en salir con la misma persona que me salvó ayer? Ese que casualmente también era una de las celebridades más importantes dentro del mundo del gaming 

—Quedó con mamá y conmigo.— intervino Diego mintiendo por mí —Igual no creo que haya problema si mi hermana no quiere ir contigo por una vez, ¿no?.— 

Ambos se miraron mal. Era claro que ninguno se agradaba

—Está bien.— dijo Felipe —_____ tiene que cumplir con sus compromisos aquí antes de que me la lleve, supongo que cuando nos casemos las cosas serán distintas.— 

—Sé que no debería decírtelo, pero detesto guardarme las cosas que pienso.— exclamó Diego —Odio que sientas que mi hermana te pertenece y odio más la idea de que ella sea tan tonta como para seguir con la idea de casarse contigo, cuando solo eres un pobre imbécil.—

La expresión de Felipe cambió totalmente, por su mirada supe que estaba a punto de golpear a mi hermano por insultarlo. Yo solo reí un poco incómoda 

—Creo que es momento de que te vayas con tus amigos.— dije mirando a Felipe —Necesito hablar a solas con Diego.— 

Mi novio se levantó y antes de dirigirse a la puerta se acercó a mi oído para susurrarme algo

—Espero que le dejes en claro que no se puede meter en nuestra relación, o yo se lo dejaré claro cuando colme mi paciencia.— fue solo audible para mí 

Besó mi cabeza y después se fue. Cuando escuché el ruido de la puerta cerrándose solo suspiré aliviada

—Le diré a mamá.— habló Diego y lo miré confundida —Por dios _____, somos mellizos, llegamos juntos a este mundo y hemos sido inseparables. Conozco totalmente tus reacciones y tan solo ver como te comportas a su lado puedo notar que te tiene intimidada.— 

—¿Por qué me tendría intimidada?.— cuestioné sin poder mirarlo 

—No lo sé, eso quiero que me lo digas tú.— pidió 

—Tú conoces a Felipe mucho antes que yo, sabes que él no es malo.— recordé y mi hermano me miró mal —Tú lo trajiste a casa, no lo hubieras hecho si creyeras que él es malo.—

Había prácticamente crecido con Felipe, pero todo había sido gracias a Diego. Ellos se habían conocido en el colegio y lo había traído a casa, tal vez si no hubiera sido por mi hermano, no me hubiera enamorado de mi novio

—Y no sabe cuánto me arrepiento de eso.— susurró 

Hubo un pequeño silencio incómodo hasta que alcé mi mirada para ver un anticuado reloj que mamá tenía en la pared. ¡Se me estaba haciendo tarde!

—Me tengo que ir, no mentía cuando dije que tenía planes.— dije levantándome del sofá

Afortunadamente me había arreglado muy bien, pasaría desapercibida, pero me veía linda

—¿Quieres que te lleve?.— preguntó y negué —Ve con cuidado, veré si puedo conseguirte un celular nuevo.— 

Me abalancé sobre él y besé su mejilla 

—Que asco.— se quejó entre risas 

—Gracias por ser tan lindo Dieguin, te mereces el cielo.— reí también 

—Me comporto lindo con mi hermana para que ella no tenga que conformarse con cualquier patán.— avisó y mi risa se apagó —No sé a donde irás, pero cuídate mucho.—

Asentí, para evitar otro comentario incómodo simplemente tomé mi bolso con un poco de dinero y salí corriendo de casa, debía buscar un taxi que me llevara a la dirección que me habían dado


























(.....)

Llegué al restaurante y quedé un poco sorprendida; pensé que elegiría algo más discreto, pero esto era muy público... Como si no le importara que nos vieran, igual no le tomaría importancia, no sabía como vivía alguien que pudiera ser reconocido, tal vez para él era algo normal y yo solo estaba siendo paranoica

Entré al lugar y al buscarlo con la mirada pude ver que estaba en una de las mesas así que me adentré para sentarme con él 

—Hola, perdón por la tardanza.— dije tomándolo por sorpresa 

—No te preocupes, llegué hace poco.— sonrió, eso me dio tranquilidad —No me lo tomes a mal, pero hoy te ves mejor que ayer.— 

—Supongo que es porque ayer me conociste cuando estaba en media crisis.— reí algo apenada —Me siento un poco tonta, ¿sabes?.—

—¿Tonta por qué?.— se burló un poco 

—No creo que lo entiendas.— dije 

—Quizás si pueda entenderlo.— exclamó mientras se recargaba en el respaldo de la silla —Intenta explicármelo.—

Lo pensé un poco 

—¿Te gusta Jim Carrey?.— cuestioné poniendo el ejemplo con mi actor favorito

—Me encanta.— se limitó a responder

—Pues es como si estuvieras en un momento patético y Jim Carrey apareciera a salvarte. No conforme con eso te pague un uber a tu casa y después te diga que vayan a comer juntos cuando son solo desconocidos.— expliqué, él parecía confundido 

—¿Me estás diciendo que yo soy como tu Jim Carrey? Que increíble.— soltó, al parecer solo se fijó en eso

Vinieron a tomarnos la orden, él pidió por ambos, yo agradecí por eso. No sabría que ordenar en este momento 

—No quiero que pienses que soy chismoso, pero ¿cómo terminó el asunto con tu novio?.— preguntó 

—No me lo tomes a mal, pero no me gustaría hablar sobre eso.— respondí —Solo aún seguimos juntos, no necesito que alguien más me recuerde que soy una idiota.— 

—No eres una idiota.— indicó y lo miré —Vale, quizás si eres un tanto boba, pero no más.—

Reí un poco

—Esta boba te pagará la comida como agradecimiento así que empieza a tratarla bien.— amenacé y también soltó una pequeña risa 

—Te trato tan bien que elegí un restaurante cerca de la ubicación donde tengo registrado que te llevó el uber.— exclamó 

Realmente me asombraba eso, si estaba cerca de mi casa, pero no pensé que lo hiciera por mí. Hace bastante tiempo nadie se comportaba tan considerado conmigo, eso me hizo sonreír 

—Gracias.— exclamé, él también sonrió 

—Gracias a ti.— dijo y lo miré confundida 

—¿Por qué me agradeces?.— cuestioné —Aún no he pagado, imagínate que me escapo para dejarte con la cuenta.— 

—No te agradezco solo porque pagarás la cuenta.— dijo —Ya lo verás, harás algo que me ayudará bastante.— 

Intenté analizar lo que había dicho, peor eso solo desencadenó una guerra de miradas que no estaría dispuesta a perder. Solo llevaba pocos minutos con él y por alguna razón me sentía más cómoda en este momento que en las últimas salidas con Felipe

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐊 [Rubius X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora