𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐊 [Rubius X Tú]

⁸

Terminé la cena y nos sentamos juntos. Era extraño, fue la primera vez en mi vida que comí en un ambiente silencioso, eso me hizo sentir intimidada 

—Está bueno.— habló él cuando terminó su cena —Hace mucho no tenía tiempo para hacer algo casero, gracias por esto.—

—Gracias a ti por dejarme quedarme en tu casa.— sonreí mientras terminaba los últimos bocados que habían en mi plato 

—No iba a dejar a mi novia sola en la calle.— se burló y reí un poco 

—Pasé tantos años en una relación que ahora escuchar a alguien más decir que soy su novia, me resulta raro.— confesé 

—Sobre eso...— hizo una pausa —¿Te ibas a casar con él?.— 

Baje un poco la mirada y empecé a jugar con lo que había en mi plato, ¿era tan complicado entender que era un tema difícil? Sabía que Rubén me había conocido cuando me defendió de Felipe, pero aún así me daba vergüenza que supiera más de lo que ya sabía

—Si.— respondí 

—¿Aún lo quieres?.— preguntó ahora y lo miré mal —Es que no me entra en la cabeza como puedes estar tan obsesionada por alguien que te lastimó tanto.— 

—El amor es raro.— dije algo que había aprendido —Digamos que Felipe era mi opción segura, pensé que sería como en los cuentos de hadas donde mi primer novio sería el hombre de mi vida, él fue lindo conmigo hasta hace menos de un año así que pensé que cambiaría.— 

—¿Y hasta cuanto estabas dispuesta a aguantar?.— preguntó ahora —En plan, viste que él no estaba siendo bueno, ¿por qué no saliste de esa relación?.— 

—Rubén, es raro que mi novio falso me pregunte por mi novio real.— me burlé —O ex novio real, aún no lo sé.— 

—Deberías tener las cosas claras en este momento, ya es tu ex.— soltó —Está probablemente detenido por agresión y ahora frente a los demás tú tienes una relación conmigo, quizás ambas cosas deben dejarte en claro que ya debes darle un final.— 

—¿Me vas a dar terapia?.— cuestioné dejando mi plato a un lado 

—Si es necesario si.— empezó a reír 

Estar con él empezaba a sentirse como si fuera algo que hubiera hecho todos los días, era como si ya lo conociera de antes, no podía creer que me sintiera tan cómoda con alguien que aún era nuevo en mi vida

—Ahora que lo pienso, ¿puedes hacerme un favor?.— pregunté

—Lo que quieras.— sonrió un poco 

—¿Me prestas tu celular?.— pedí y me miró con duda 

—¿Tan rápido vas a empezar a revisarme mi celular?.— se burló mientras lo sacaba y me lo pasaba —Está bien, solo no entres a los grupos que tengo con mis amigos.—

—No es para eso.— aclaré riendo —No tengo celular aún, necesito llamar a mi hermano y avisarle que estoy bien.— 

—¿Por qué no me dijiste que no tenías cuando te dije que me llamaras si necesitabas algo?.— recordó 

—Pensé que si te lo recordaba no me dejarías ir sola.— respondí —Igual Diego me dijo que me conseguiría un celular, por eso no compré uno.—

—Iré a dejarles comida a los gatos, así te dejo llamar a tu hermano.— indicó y asentí 

Me pidió su celular para desbloquearlo y me lo volvió a dar

—Gracias.— solté de nuevo mirando como se levantaba y se marchaba 

Cuando estuve sola simplemente tecleé el número de mi hermano y lo llamé, esperé unos segundos hasta que respondió 

—¿Hola?.— se escuchó su voz del otro lado 

—Diego, soy yo.— hablé rápidamente —Solo quería llamar para que sepan que estoy bien, ya estoy en casa de Rubén y me quedaré unos días aquí, mientras todo se calma.— 

—¿No tienes tiempo o por qué hablas así?.— se burló —Me alegra que estés bien, me quedé preocupado pensando que te irías. Igual ambos somos adultos ya y es bueno que estés haciendo tu propio camino.— 

Hubo un pequeño silencio hasta que una pregunta salió de mis labios sin pensarla 

—¿Ya sabes algo de...— iba a preguntar por la situación de Felipe, pero mi hermano me interrumpió 

—Hay mala señal acá, se está cortando la llamada.— mintió para no responderme —Ven mañana al parque que está cerca de casa, tengo algo que darte, te amamos.—

—Espera...— intenté que no colgara, pero lo hizo 

Bufé frustrada y dejé el celular sobre la mesa. Estuve unos segundos sola hasta que Rubén volvió, parecía jugar con algo en sus manos 

—¿Qué es eso?.— cuestioné y se sentó de nuevo en su lugar 

—Encontré esto tirado en el pasillo.— me mostró el anillo que yo siempre había traído, ese de mi compromiso 

Estiré mi mano para que me lo diera, él solo me miró desafiante

—¿Me lo devuelves?.— cuestioné y negó —Por favor, es importante.— 

—No dudo que sea importante, pero no quiero que lo uses.— habló y lo miré sin entender —Siempre creí que si usas un anillo que te regaló una expareja es como si les pertenecieras ¿sabes?, el primer paso para soltar lo malo es admitirte a ti misma que ya no están juntos.— 

Sabía que tenía razón, así que solo suspiré 

—No lo usaré más.— dije y me miró —Sé que ya debo empezar a creer que no estoy más con él, pero es complicado. El anillo probablemente es caro así que me gustaría guardarlo y regresárselo cuando tenga oportunidad.— 

—¿Y si mejor lo vendemos y así es como si te pagara por lo malo que te hizo?.— propuso y lo miré mal —Vale, no es buena idea.— 

Me devolvió mi anillo, simplemente lo miré por algunos segundos y lo guardé en mi bolsillo, no tenía donde más guardarlo 

—¿Te gustan los anillos?.— preguntó de repente

—No mucho, solo pensé que ese era especial.— respondí 

—Habrán cosas más especiales de ahora en adelante.— aseguró con una pequeña sonrisa —Ya lo verás.— 

Decidí creerle, no sabía aún que nos depararía el futuro, pero estaba lista para afrontarlo