𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐊 [Rubius X Tú]

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Casi dos horas después llegamos a un parque cercano a mi casa. No había acordado una hora con Diego, pero supuse que llegaría en cualquier momento porque a esta hora salía del trabajo

—¿Hay algo bueno por aquí?.— cuestionó sacándome de mis pensamientos

Íbamos caminando por aquel parque, no íbamos tomados de la mano como una pareja, pero estábamos bastante cerca uno del otro

—Hay una heladería en la esquina, un señor que vende dulces y una pequeña cancha de fútbol.— intenté pensarlo

—¿Y ya?.— preguntó y asentí —No tienen como divertirse.— bufó

Me animé a tomar su brazo y prácticamente lo arrastré hasta la cancha de fútbol. Como lo esperaba habían bastantes adolescentes jugando, algunos al ver con quien venía simplemente dejaron de jugar y se acercaron

Le empezaron a pedir fotos, Rubén accedió, aunque después de la sexta foto se veía agobiado así que los interrumpí

—Oigan, mi novio y yo queríamos jugar un partido con ustedes.—

La mayoría no pudo evitar soltar algunos sonidos asombrados por aquella revelación. La gente ya sabía sobre nosotros, pero ninguno había salido aún a decir que oficialmente ""salíamos""

—¡Si, juguemos!.— exclamó uno de ellos —Pero nosotros queremos al Rubius.—

Al parecer para ellos era más justo que Rubén se fuera a un equipo y yo a otro. Como era de esperarse empezaron a pelear por mi acompañante, yo bufé molesta

Cuando se pusieron de acuerdo nos pusieron a hacer algunos ejercicios de calentamiento

—Yo no sé jugar bien a esto.— confesó Rubén en susurro para que solo yo lo escuchara

—Que bueno, así será más fácil demostrar que se equivocaron.— susurré igual, él soltó una pequeña risa

Acabamos el calentamiento y nos explicaron algunas reglas, yo tenía todo claro

Desde pequeña venía al menos 3 veces a la semana a jugar contra Diego y sus amigos. Normalmente les ganaba, aunque no llegaba a terminar los partidos gracias a que Felipe me llevaba a otros lugares

Ahora estaba dispuesta a hacerlos morder el polvo, jamás debieron subestimar que yo podría ser un buen elemento y se los demostraría

La pelota botó y la primera en darle una patada fui yo. Todos miraban sorprendidos mi agilidad al llevarme la pelota y evitar que los demás la tocaran, incluso Rubén intentó aprovechar su altura para intimidarme, pero hice que la pelota pasara entre sus piernas y anoté un gol

—¿¡Vieron eso!?.— exclamó Rubén hacia los demás, parecía asombrado —Quiero un cambio de equipo hacia donde está mi amiga.—

—Tu novia.— corregí antes de que lo arruinara

Él me miró dudando y después miró a los chicos que parecían confundidos

—Ah si...— dijo —Pensé que no te gustaría ser mi novia después de la humillada que me diste con ese gol.—

Todos se rieron, como si se lo hubieran creído. Yo sonreí, nos habíamos librado esta vez

—Bueno, sigamos con el juego.— pedí sonriente

Nos volvimos a acomodar y continuamos con nuestro partido. No supe cuanto pasó exactamente, pero calculé 20 minutos y Rubén se rindió, reí notando lo rápido que se había cansado

Yo seguí jugando hasta que después de bastante tiempo miré llegar a mi hermano. Él se acercó a la cancha así que aproveché para anotar mi último gol y me salí del juego

Me acerqué a él y lo abracé. Él correspondió mi abrazo de inmediato

—Supe que estarías en esta parte del parque, ya sabes, intuición de mellizos.— se burló despeinando un poco mi cabello —¿Estás sola?.—

Negué. Diego me dio una pequeña bolsa, dentro de esa había una cajita, como lo supe, me había comprado un celular nuevo

—Me tomé el atrevimiento de conseguirte también un nuevo número, así si te quieren llamar tendrás que darles tu número telefónico.— avisó —Confío en que no se lo darás a gente que no lo merece.—

—Te aseguro que por ahora solo lo tendrás tú, mamá y Rubén.— prometí levantando mi meñique, él entrelazó el suyo

Rubén se acercó, en sus manos traía una botella de agua, la abrió y me la dio para que bebiera un sorbo

—¡Cuñado!.— exclamó Diego provocando una risa por parte de Rubén —¿Ya conociste el lado violento de mi hermana?.—

—¿Lado violento?.— cuestionó confundido

—En la cancha, no hay quien la detenga.— dijo y yo cerré el agua para darle un ligero botellazo

—¿Por qué le pegas si es la verdad?.— se burló —Fui a comprar tu agua cuando noté que llevabas 5 goles, no sabía que jugaras tan bien.—

Nos pasamos unos minutos más platicando hasta que Diego tuvo que irse. Antes de que se alejara decidí invitarlo a cenar a él y a mamá para que conocieran a Rubén, me dijo que le preguntaría a mamá cuando sería su próximo día libre y me avisaría

Caminé de nuevo sola con Rubén, cuando estuvimos lo suficientemente lejos ahora fue él quien me jaló, me llevó directo a una banca para sentarnos

—Creo que algo tan importante como una cena con tu familia debiste preguntármelo.— indicó

—Los conozco y no estarán tranquilos hasta que vean donde me estoy quedando, y aunque Diego te conoce por tus videos no es lo mismo conocerte como su cuñado.— expliqué —No te quitará nada, yo cocinaré y tú solo tendrás que estar ahí, actuando como si realmente tuviéramos algo.—

—Está bien.— se resignó después de pensarlo —Pero me lo compensarás, hay alguien que quiero que conozcas.—

Asentí dispuesta a eso. ¿Conocería a su familia o a alguien más? Eso por alguna razón no me ponía tan nerviosa, me hacía sentir emocionada