Eren permanecía sentado al borde de su cama, los gritos de su madre molesta y diciendo que jamás lo aceptaría realmente lo estaban lastimando, claro que pensó que existía la posibilidad de ser rechazado, pero esperaba aquel rechazo de su padre, jamás imagino que sería su madre quien le diera la espalda.
No supo en qué momento los gritos cesaron, volvió a la realidad cuando la puerta de su habitación fue abierta, sintió como el colchón se hundía a su lado.
-tu madre... Ella creció en un hogar bastante... Diferente.-
-tu también, se que antes veían a la gente diferente como pecadores.-
-solo trata de entenderla, se que puede ser difícil pero tienes que darle su espacio, dejar que lo asimile.-
Eren había creado escenarios imaginarios en su cabeza, en todos ellos siempre estuvo su madre. Sus ojos se llenaron de lágrimas.-me equivoqué, pensé que mamá me apoyaría, y tú...-
Grisha miraba de soslayo al ojiverde, pensaba en cual había sido la última vez que vio a su hijo derramando lágrimas.
-admito que me sorprendió, pero también me lo esperaba.-
-¿Qué?-
-eres mi hijo, te conozco. Recuerdo perfectamente que me pedías muñecas y juegos de té, tu madre jamás me permitió obsequiartelos.-sin poder evitarlo, el menor soltó una pequeña risa mientras retiraba sus lágrimas. Grisha miro a su hijo, limpio su rostro y hablo con firmeza. -Eren, el mundo es cruel, habrá ocasiones en las que querrán hacerte daño, pero tienes que estar seguro de quién eres y que es lo que quieres.-
Eren sonrió, su padre lo estaba apoyando, aún cuando pensó que la que estaría en ese lugar sería su madre.-¿Por qué me apoyas papá?-
-porque cuando el mundo sepa quién eres en verdad, mucha gente te dará la espalda, pero yo siempre estaré para ti.-
Sonrió y se acercó para abrazar a su padre.-gracias.-
El mayor sonrió, tomo por los hombros a su hijo y lo alejo suavemente.-ahora dime. ¿Quién es tu pareja?-
-mi tutor.-contesto sin siquiera dudarlo.
-¡Eren!-
-¡Calma! Lo conocí antes de que fuera mi profesor. Papá, en verdad me gusta, quiero hacer las cosas bien.-
El hombre sonrió al ver la luz que los ojos de su hijo desprendián.-no te ilusiones, aún eres un adolescente, tienes muchas cosas que vivir.-
-lo se. Y créeme que él lo entiende.-
-me gustaría conocerlo. ¿Podríamos verlo en algún lugar?-
***
Levi estaba cruzado de brazos con una taza de té frente a él, el castaño lo había citado en aquella cafetería y aún no llegaba. Toda la mañana en la escuela el castaño lo había estado ignorando, aunque no lo admitía, aquella acción del menor le causaba cierta preocupación, no quería perderlo, sabía que Eren era joven y le asustaba la idea de que el menor se aburriera de él.
-Levi.-el menor se acercó y lo beso rápidamente sin darle tiempo de reaccionar.-lamento llegar tarde, pasamos a comprar unas cosas.-
-tengo exámenes que calificar, mocoso... ¿Dijiste "pasamos"?-
Asintió, el pelinegro vio fijamente a aquel hombre que se posaba a un lado del castaño.-Levi te presento a mi padre.-
El profesor sonrió hacia el pelinegro. Levi sintió los nervios de punta, pero como era de esperarse no lo demostró.
Se puso de pie y extendió su mano hacia el hombre de lentes.-Levi Ackerman.-
-un gusto, Grisha Jaeger.-
-¿Gusta ordenar algo? Café, té.-
-pedire un café negro.-
-nosotros iremos por él. ¿Eren, vamos?-el menor asíntio dejando que su padre tomara asiento.
-ya volvemos.-
Llegaron a la barra e hicieron su pedido, Levi pago y solo tuvieron que esperar a que se los entregaran.
-¿No crees que hubiera sido mejor avisarme?-
Con preocupación miro al azabache. -¿Estás molesto?-
-si, pero no por lo de tu padre.-
-¿Entonces?-
Frunció el ceño y miro con seriedad al menor.-mocoso malcriado. Toda la mañana has estado evitandome, saliendo de clases me mandas un mensaje diciendo que nos veríamos aquí, y me sorprendes con tu padre, ¿que pensará de mi? Te llamé mocoso.-
Eren sonrió divertido, se acercó a Levi y lo envolvió entre sus brazos, rendido, el azabache sujeto la cintura del menor y le dio un pequeño beso en la frente.
-sabes, no deberías cambiar tu manera de tratarme o de hablarme, me gusta.-
Ladeó una sonrisa, miro de reojo la mesa en donde el padre de su novio estaba. -¿Por qué solo vino tu padre?-
Eren palidecio, evito mirar a Levi y simplemente mintió.-mamá... Tenía cosas que hacer.-
***
A diferencia de lo que había pensado, la plática entre Grisha y Levi fue tranquila, hablaron de muchas cosas sin tocar el tema de la relación con su hijo. Levi notaba la enorme sabiduría del medico, a través de sus pláticas llegó a admirarlo.
Por su parte Grisha también notaba lo inteligente y educado que podía llegar a ser el profesor, aún con su semblante serio. Notaba también las miradas de cariño que esté le dedicaba a su hijo y viceversa.
-espero que su relación no tenga nada que ver con sus calificaciones.-
-¡Lo olvide!-se levantó de golpe y miro a los mayores.-necesito ir a la librería, no tardo.-salio corriendo dejándolos solos.
-se nota que lo quieres.-hablo al ver la mirada tierna que le había dirigido a su hijo.-sabes, Eren es demasiado joven, fácilmente puede cometer errores.-intrigado el azabache dirigió su mirada al de lentes, este solamente le sonrió.-y muchas veces puede llegar a ser terco. Por favor, no te rindas con él.-
-¿Sabe que Eren y yo tuvimos antes una relación? En ese entonces mis padres me comprometieron con una mujer que no amaba, rompí ese compromiso por su hijo... Yo en verdad quiero cuidarlo, pero si más adelante se da cuenta de que no quiere estar conmigo lo entenderé.-
Claro que fueron palabras firmes, pero Grisha pudo notar también la tristeza en sus palabras.-gracias por cuidarlo. Se nota que eres un buen hombre.-
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Mi profesor. «Shingeki No Kyojin.»
Fiksi PenggemarEren y Levi en el pasado fueron pareja, pero debido a un mal entendido su romance terminó, dejando a ambos un poco heridos. Al paso de los años, Eren comienza la preparatoria, en donde uno de sus profesores será su ex amor.