Jisung miró a Chenle otra vez, aunque había perdido la cuenta de cuántas veces lo había hecho ya. Había algo en él que simplemente capturaba su atención, como un imán invisible que no le dejaba apartar la mirada. Chenle llevaba puesta una bermuda color beige que llegaba justo por encima de sus rodillas, combinada con calcetas blancas no tan largas y una camiseta de básquetbol que le quedaba un poco holgada. Era sorprendente cómo alguien podía lucir tan adorable con un conjunto tan sencillo.
No podía negar que cada vez que veía a Chenle, algo en su apariencia parecía volverse aún más cautivador, casi etéreo. Y no se trataba solo de su cabello teñido en un suave tono de salmón que resaltaba contra su piel clara; eran sus rasgos, que adquirían una delicadeza inesperada. Algo en él lo hacía ver cada vez más... bonito, de una manera que despertaba en Jisung un deseo casi doloroso de tenerlo, de mantenerlo cerca. Pero al mismo tiempo, no sabía ni qué pensar sobre esos sentimientos que, con cada día, se volvían más intensos.
—¿Qué te parece ver esta película?— preguntó Chenle de pronto, sacándolo de sus pensamientos. Estaba sentado en el suelo, revisando su computadora con una concentración adorable.
—Haechanie me invitó a verla, pero nuestras agendas nunca han coincidido.Jisung observó la expresión de Chenle mientras buscaba entre las opciones de películas, su ceño ligeramente fruncido en un gesto que le hacía ver más encantador aún. Le resultaba increíblemente tierno verlo así, tan enfocado en encontrar algo que ambos disfrutaran. Y Dios, se sentía como un maldito obsesionado por la forma en que sus ojos no dejaban de estudiar cada detalle de su rostro, de su postura y, especialmente, de sus piernas largas y pálidas que se extendían sobre la alfombra.
—Sí, hay que verla— respondió con una leve sonrisa que apenas pudo reprimir.
Chenle alzó la vista y le dedicó una sonrisa de satisfacción, como si estuviera orgulloso de su elección. Se levantó de un salto, sosteniendo la computadora en sus manos y caminó hacia Jisung, sus calcetas un poco torcidas, detalle que de alguna forma lo hacía ver aún más encantador.
—¿Quieres palomitas?— le preguntó.
—¡Claro!— respondió Chenle, en cuanto respondió Jisung se puso de pie para dirigirse a la cocina. Chenle lo siguió de cerca, y Jisung sintió que su corazón latía con fuerza, consciente de cada paso que el otro daba detrás de él.
En la cocina, mientras el sonido de las palomitas llenaba el silencio, Jisung se sentía extrañamente ansioso. Era consciente de que Chenle estaba a su lado, observándolo con esos ojos grandes y brillantes, y cada vez que levantaba la vista y lo encontraba mirándolo, una calidez se apoderaba de su pecho. ¿Cómo podía alguien ser tan atractivo en algo tan cotidiano como esperar a que las palomitas estuvieran listas?
Finalmente, con el bol de palomitas en una mano y un par de vasos con las bebidas que Chenle había traído, ambos se dirigieron a la sala. Jisung dejó las palomitas en la mesita de centro y pusieron la película en el televisor, acomodándose en el sofá. Chenle se sentó a su lado, y aunque estaba lo suficientemente cerca como para que sus brazos se rozaran, Jisung sintió que no era suficiente.
Sin pensarlo demasiado, deslizó un brazo alrededor de Chenle y lo atrajo hacia él, acomodándolo contra su propio cuerpo con suavidad. Chenle, sin oponer resistencia, se dejó caer en sus brazos, como si ese fuera su lugar natural, y Jisung sintió que sus cuerpos encajaban perfectamente. Aprovechando la cercanía, hundió el rostro en el cuello de Chenle, aspirando profundamente y dejando que su suave aroma lo invadiera. Era un aroma dulce, cálido, con una ligera nota de enebro y flor de loto, pero que le resultaba embriagador.
Chenle rió suavemente, como si no notara lo mucho que ese simple gesto afectaba a Jisung. Parecía completamente cómodo a su lado, como si no hubiera nada extraño en el abrazo y en la forma en que estaban juntos. Jisung, por otro lado, apenas podía controlar sus pensamientos. Quería permanecer así para siempre, tenerlo cerca y dejar que el mundo desapareciera a su alrededor.
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Un poco confundido || Jichen
FanfictionCuando Jeno le pidió ayuda para planear la propuesta de matrimonio a su novio en el concierto de su grupo favorito, Jisung nunca imaginó que terminaría teniendo una relación complicada con Chenle; uno de los tres vocalistas de Clover. ¿El problema...