De hecho, me convertí en una chica con orejas de bestia.

23 - ¡Demonio!

“¿Qué está pasando? ¿Por qué no hay nadie?” se preguntó sorprendida Mu Xue Tong, mientras se levantaba del suelo y miraba a su alrededor.

La calle estaba increíblemente silenciosa, lo que hizo que su cuerpo temblara ligeramente. Rápidamente regresó al interior del supermercado, donde vio a Ye Lan, aún con los puños apretados.

“Xiao Lan…”

“¿Qué? ¿Pasa algo?”

“Sí… no solo pasa algo, ¡Puede que incluso sea algo grave!”

Explicando brevemente la situación, el grupo salió del supermercado. Efectivamente, no había nadie en las calles, aunque aún se podían ver algunas huellas frescas, que indicaban que la gente había pasado por allí hace poco.

Du Heng se agachó, tocó el polvo del suelo y, después de reflexionar por un momento, señaló en una dirección con su dedo.

“Según las huellas en el suelo, la mayoría de las personas se dirigieron en esa dirección” dijo apuntando Du Heng.

Ye Lan, al escuchar esto, quiso apresurarse hacia allá, pero Mu Xue Tong la agarró del brazo para detenerla.

“¿Qué pasa?”

“Xiao Lan, no te apresures. Es mejor que revisemos el mapa primero” respondió con seriedad.

Al mismo tiempo, Suo Gang ya había sacado el mapa y lo estaba observando. En esa dirección, después de unos pocos kilómetros, se encontraba el territorio de la ciudad Z, con sus largas autopistas. Aparte de eso, no parecía haber nada significativo.

“Al parecer, tendremos que ir a ver qué está pasando” dijo después de reflexionar por un momento. Luego guardó el mapa en su bolsillo, y todos intercambiaron miradas antes de acelerar hacia esa dirección.

Unos pocos kilómetros de recorrido no eran más que un paseo de unos minutos para ellos. Cuando llegaron al límite entre las ciudades Z y S, encontraron a toda la gente que había desaparecido antes, ahora apiñada en un solo lugar.

Todos miraban con la cabeza levantada hacia la autopista, donde dos grupos parecían estar en una acalorada discusión. El ambiente estaba cargado de una palpable tensión, como si en cualquier momento pudiera estallar un conflicto violento.

Ye Lan, de puntillas, intento ver qué estaba pasando, pero no lograba observar nada desde su posición. Frustrada, frunció los labios y se preparó para saltar y acercarse a ver mejor lo que sucedía.

“Voy a echar un vistazo…”

Justo cuando estaba a punto de saltar, una tela negra fue colocada sobre su cabeza.

“¿Qué es esto?” preguntó algo confundida mientras miraba la tela que ahora cubría su cuerpo. Suo Gang y los demás se encogieron de hombros con resignación “Eres de la raza bestia, así que es mejor que tengas cuidado y no te descubran.”

“supongo que tienes razón” respondió asintiendo.

Ye Lan se cubrió las orejas con la tela negra y, con un fuerte impulso, saltó hacia adelante.

¡Boom!

La impresionante fuerza del impacto hizo que el suelo se agrietara, mientras Ye Lan salía disparada directamente hacia la autopista elevada. Las personas que estaban en el suelo observaron asombradas cómo Ye Lan volaba por los aires, con la boca abierta de par en par. Se apresuraron a usar sus habilidades de detección para intentar evaluar el nivel de Ye Lan.

[???]

El resultado que obtuvieron fue solo una serie de signos de interrogación. Al ver eso, todos inhalaron profundamente, llenos de asombro y temor. “Otro experto poderoso... ¡Será mejor no meterse con él!”