Más que una Simple ''Amistad'' ┊RuiKasa┊彡

'✦ 𓂃⊹Un silencio interminable

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La sala de espera estaba en completo silencio. Solo se escuchaba el sonido del reloj marcando cada segundo, lo que aumentaba la ansiedad de todos. Habían pasado más de dos horas desde que Tsukasa había sido ingresado, pero aún no había novedades.

—¿Cuándo creen que nos digan algo de Tsukasa...? —preguntó Emu en voz baja, rompiendo el incómodo silencio. Sus ojos estaban enrojecidos y su voz sonaba débil, como si apenas pudiera sostenerla.

Nene, que estaba sentada a su lado, le apretó la mano con suavidad.

—No lo sé... pero seguro pronto vendrán a decirnos algo —intentaba sonar calmada, aunque la preocupación en su rostro era evidente. Sabía que las palabras no serían suficientes para consolar a Emu, ni a ella misma.

Rui estaba sentado en una esquina, sin decir nada, mordiéndose las uñas y mirando su teléfono repetidamente

—Tiene que estar bien... No puede ser de otra manera —murmuró para sí mismo, aunque lo suficientemente alto para que los demás lo escucharan.

—Sí, Tsukasa es fuerte —respondió Nene, aunque su tono sonaba más esperanzado que seguro—. No se rendiría fácilmente. Estoy segura de que los médicos están haciendo todo lo posible...

El reloj marcó las dos de la mañana. Todos estaban agotados, pero el sueño era lo último que podían considerar en ese momento. La preocupación se había convertido en una sombra constante, aplastando cualquier intento de descanso.

Emu suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de Nene.

—Estoy tan cansada, pero... no puedo dormir. Cada vez que cierro los ojos, solo veo a Tsukasa... tirado en ese callejón... —las lágrimas volvieron a llenar sus ojos—. ¿Por qué tuvo que pasar esto...? Si solo hubiéramos llegado antes...

Nene frotó suavemente el brazo de Emu, tratando de calmarla.

—No es tu culpa, Emu... Hicimos lo que pudimos, lo encontramos... Ahora está en manos de los médicos.

Rui, que había estado en silencio hasta ese momento, se levantó de repente.

—No es suficiente... —murmuró mientras comenzaba a caminar de un lado a otro de la sala—. Si hubiera estado más atento... Si no hubiera perdido tanto tiempo... Tsukasa no estaría aquí. Todo esto es mi culpa...

Nene lo miró con preocupación.

—Rui, por favor, no te culpes. Todos hemos hecho lo que hemos podido. Culparnos no nos llevara a nada, Tsukasa ya esta siendo atendido por los medicos, solo podemos esperar...

Rui apretó los puños, frustrado.

—¡Pero no fue suficiente! Tsukasa está... podría estar... —no pudo terminar la frase, su voz se quebró, y se dejó caer en la silla nuevamente, cubriéndose el rostro con las manos—. No puedo... no puedo... Si algo le pasa... Yo...

—Rui... —Emu lo miró con tristeza, secándose las lágrimas con el dorso de la mano. Quería decir algo, pero las palabras no parecían ser suficientes en ese momento.

Nene trató de cambiar el tema para aliviar un poco la tensión, aunque sabía que era difícil. Abrió su mochila y sacó algunos bocadillos que había traído antes de llegar al hospital.

—Sé que no tienen mucha hambre, pero traje esto por si acaso. Algo de comida les hará bien... —ofreció tímidamente unos paquetes de galletas y unas botellas de agua.