Diet Mountain Dew | Until Dawn |

11

 — ¡beschissene Scheiße! —exclamó Chloe al ver los cadáveres a su alrededor—. No puedo soportar esto. Se ocultó detrás de Sam, buscando protección.

— ¿Ven eso? —la voz de Sam se calmó un poco al darse cuenta de que no estaba alucinando.

Chloe sentía que su estómago se revolvía al observar los cuerpos sin vida, la sangre seca y los cuerpos abiertos, con los huesos a la vista. Era demasiado para ella.

— Oh mein Gott, das ist schrecklich —susurró Chloe con los ojos desorbitados al ver los cuerpos colgados. Ya no pudo soportarlo más y vomitó, sintiendo cómo Mike le acariciaba la espalda en un intento de consolarla.

— Creo que hay alguien... —dijo Mike, interrumpiendo su apoyo a Chloe. Ella se limpió la boca mientras escuchaba unos gritos.

Chloe se reincorporó rápidamente al reconocer la voz de Josh. Caminó hacia las tablas, sabiendo que él debía estar en un estado de locura al ver los cuerpos muertos.

— No... no... no, no, no... yo no... yo no acepto órdenes tuyas —dijo Josh, su voz temblorosa.

Chloe tragó saliva mientras buscaba una salida para encontrarse con él. Vio una puerta y la abrió de golpe, sintiendo a Mike y Sam detrás de ella.

— Josh —gritó Chloe, intentando llamar su atención—. Amor, estás vivo.

— No, no eres real —respondió él, sus ojos abiertos en estado de shock. Chloe se acercó rápidamente, agachándose a su altura.

— Josh, soy real —dijo, tocando suavemente sus brazos para no asustarlo más.

— Nada es real, tú no eres real —le gritó a Chloe. Ella se acercó aún más y le dio un cachetazo, tratando de hacerlo reaccionar.

— ¿Chloe? —tartamudeó suavemente.

Chloe tomó su mandíbula con ambas manos y lo besó. Él no respondió, pero cerró los ojos. Mike y Sam observaban la escena, atentos a cualquier cambio en la actitud de Josh.

— Dios, Josh —dijo Chloe al separarse de él. En sus ojos brillaba la felicidad; había encontrado a su novio, su media naranja—. Deja de intentar morir por una vez en esta noche —le pegó suavemente mientras sentía que pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

— Chloe —Josh se sentía culpable al ver el estado de ella. No se quejó de los pequeños manotazos que le daba, sabía que se los merecía—. Te amo.

— No pensé que te recuperaríamos —interrumpió Sam incómodamente mientras se acercaba a la pareja. Josh había rodeado a Chloe con sus brazos mientras ella lloraba suavemente—. Josh... Hannah desenterró a Beth. Ella es un Wendigo.

Chloe miró mal a Sam; sabía que no era el mejor momento para decírselo, considerando el estado mental de Josh. Sin embargo, también entendió que era necesario para mantenerlo con los pies en la tierra y recuperar algo de cordura para poder bajar de esa montaña maldita. No sabían si iban a salir vivos.

— Sam... —dijo mientras se ponía de pie, intentando ayudar a Josh a levantarse.

— Chloe —respondió Sam con una mirada que no supo cómo detallar—. Salgamos de aquí. —Los cuatro asintieron. Josh entrelazó su mano con la de Chloe, notando que ella estaba malherida, pero no quiso preguntar en ese momento.

— Josh —llamó Mike—. ¿Tienes las llaves del teleférico?

— Sí, toma —tartamudeó mientras sacaba temblorosamente las llaves de uno de sus bolsillos y se las entregaba.

— Josh —llamó de nuevo Chloe—. Mírame a los ojos. —Ella tomó su mentón suavemente para asegurarse de que él la mirara—. Todo lo que viste hoy es real. Todos lo vimos. —Josh abrió los ojos, sabiendo que su novia no le mentiría sobre algo así—. Y la única forma de salvarse de ellos es no moverse y estar en silencio. ¿Entendiste? —Chloe sabía que había muchas posibilidades de encontrarse con un Wendigo, así que prefirió explicárselo ahora para evitar una situación peligrosa en el futuro.

— Aquí hay una salida directa —señaló Sam mientras se acercaba a esa dirección.

Chloe suspiró aliviada y siguió a Sam, llevando de la mano a Josh, quien permanecía en silencio, cumpliendo la orden que le había dado su novia.

— No hay manera de que Chloe y Josh puedan llegar hasta allí —dijo Mike mientras estaban parados frente a la parte inferior del muro.

Chloe levantó la vista; no podía hacerlo. Aún con un palo en la boca, no podía subir eso. Había forzado demasiado su rodilla y quería guardar algo de energía por si tenían que escapar de un Wendigo.

— Está bien —exhaló Sam, preocupada por el estado de su amiga—. Si pueden ayudarme a levantarme, puedo regresar a decirle a los demás que estamos bien.

— Sí, sí, bien —dijo Chloe, mirando a Sam con preocupación—. Vamos a regresarnos por donde vinimos y nos reunimos en la cabaña.

Mike notó que en la mirada de Sam hacia Chloe había un brillo especial; sabía que no era solo amistad y preocupación, sino algo más.

— Ve con Sam —dijo Chloe, dándole un codazo a Mike.

— ¿Por qué? —preguntó Mike, sin entender—. ¿Qué pasó con eso de no separarse?

— Por eso mismo, ella va a estar sola —respondió, mirando a Sam con preocupación—. Ve con ella, no quiero que esté sola.

— Pero ustedes dos están en peor estado que ella —contraatacó Mike. No iba a dejar a esos dos solos. Con el estado mental de Josh y el físico de Chloe, no tenían muchas posibilidades de sobrevivir. Aunque debía admitir que si él fuera Chloe, ya se habría rendido; todo lo que había pasado esa noche no era para cualquiera. — Yo me quedo, perdón Sam.

— Yo opino lo mismo —apoyó Sam—. Chloe, te encuentras muy mal, necesitas a Mike para poder llevarte a Josh —le dijo, dándole una mirada suave a Chloe—. Tranquila, voy a estar bien.

— Si te mueres —empezó Chloe, sintiendo que sus labios temblaban levemente—, te prometo que no te dejaré descansar en paz.

— No me voy a morir —Sam le sonrió dulcemente antes de levantarse y continuar su camino—. Tenemos muchos lugares a los que tenemos que ir juntas.

— Más te vale, Sam —gritó Chloe. Josh, que había estado observando toda la escena, apretó con fuerza la mano de Chloe, sabiendo que necesitaba apoyo en ese momento.

Relaciones:

Ashley: 3/10 Chris: 7/10

Emily: 8/10 Jess: 6/10

Josh: 9/10 Matt: 7/10

Mike: 10/10 Sam: 9/10

Rasgos:

Sinceridad: 7/10 Caridad: 7/10

Gracia: 6/10 Valentia: 7/10

Romanticismo: 7/10 Curiosidad: 4/10