Rifthan , el nombre de la obsesión. +18

Aleksei y Mia ... aliados o enemigos?

_ Estás diciendo que tomo esa costumbre? . Rifthan frunce el ceño .

Ruth se pone algo tenso .

_ Primo que tiene que salga a caminar un rato? , no pensaste que se aburre tanto tiempo aquí? , esta sola . Despreocupado deja a un lado su lectura .

_ NADIE TE PREGUNTO. 

Rifthan molesto sale de su estudio  dando un portazo  que hace resonar los cristales de los ventanales .

_ Solo ... digo . Acomoda la garganta  .
Qué lo tiene nervioso?

_ Uno de los guardias vio movimientos extraños hoy  , no eran cazadores furtivos  , según el reporte de hace una hora vestían de trajes y estaban equipados  . Nervioso Ruth se abanica .

_ Viktor a caso estas desesperado por Eva?  O lo haces para fastidiar a Rifthan? _ piensa Aleksei para sus adentros
Lo mejor seria que le enseñes a comportarse Ruth . Se pone de pie  , se estira .

_ Es como dices ... esta sola , todo es nuevo .

Ambos se quedan viendo cuando se escuchan los gritos estridentes de Rifthan en la sala de estar .

_ ay dios _ Ruth sale del estudio corriendo .

_ TE CUESTA HACERME CASO?!

Rifthian estaba enfurecido, su rostro reflejaba una mezcla de ira y preocupación mientras enfrentaba a Mia en la grandiosa mansión. Las horas de silencio y desconocimiento sobre su paradero habían sido suficientes para encender su furia.

- ¿Cómo pudiste salir sin decirme nada?! - su voz retumbaba en las paredes, llenando el espacio con su indignación.

Mia, con ojos verdes brillantes y cabello rojo que parecía arder en la luz tenue, se mantuvo firme, aunque una lágrima solitaria se deslizaba por su mejilla. Su belleza contrastaba con la tensión que rodeaba el momento.

- Lo siento... solo necesitaba aire - su voz temblaba, pero su determinación era evidente.

Rifthian respiró hondo, intentando calmar la tormenta que rugía dentro de él. Su barba parecía más oscura en la penumbra, y su mirada intensa buscaba entender los motivos detrás de la acción de Mia.

- ¿Aire? ¿En un lugar desconocido, sin protección? ¿Sin mí? - cada palabra era una pregunta, un reproche y una súplica.

Mia dio un paso adelante, su vestido de noche parecía deslumbrante en la oscuridad, y su mirada se encontró con la de Rifthan.

- Necesitaba escapar de esta prisión dorada, aunque fuera por un momento - su voz era un susurro, pero su fuerza era inquebrantable.

Rifthian sintió su corazón apretarse. La mansión, que una vez había sido un refugio, ahora parecía una cárcel para ella. Su amor por Mia lo impulsaba a protegerla, pero también a entenderla.

Con un suspiro, se acercó, su barba rozando la suave piel de Mia mientras la tomaba en sus brazos.

- No más salidas solitarias. Estoy aquí para protegerte, para darte el aire que necesitas. Juntos - su voz era un murmullo de amor y promesa.

Rifthian miró profundamente a los ojos verdes de Mia, su expresión firme pero su voz llena de emoción.

- Mia, te lo ordeno, no salgas de esta mansión sin mí. No puedo soportar la idea de que te pase algo malo.

Mia se tensó entre sus brazos, su rostro pálido .

- Rifthan, no puedo vivir encerrada aquí. Necesito libertad, necesito sentir el sol en mi piel y el viento en mi cabello.