Demonio

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El paso se cierra por unas camionetas 4 ×4  ... Las motocicletas los rodean .

Un hombre se baja de una de las camionetas ... la luz de los vehículos no permiten ver bien ... pero era obvio para Mia que estaban jodidos.

Rifthan emergió de la oscuridad, su rostro enfurecido y sus ojos brillando con ira.

- Mia, pensé que te había dicho que no te escaparías - dijo, su voz baja y peligrosa.

Mia se sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había sido descubierta.

Aleksei se interpuso entre Rifthan y Mia, su rostro desafiante.

- No la tocarás, Rifthan. Ella está bajo mi protección.

Rifthan se rió, su risa cruel.

- ¿Tu protección? ¿Crees que puedes protegerla de mí?

Viktor se acercó, su rostro serio.

- Rifthan, detente. Esto no tiene que terminar en violencia.

Rifthan se giró hacia el responsable de sus desgracias , su rostro lleno de odio.

- ¿Tú también estás aquí  Viktor? ¿Tú también quieres sacarmela ?

Viktor lo observa .

- No es traición, Rifthan. Es justicia. Has ido demasiado lejos.

Rifthan se enfureció aún más, su rostro rojo de ira.

- ¡Mía es mía! ¡Nadie me la quitará!

Mia se sintió aterrorizada. Rifthan había perdido todo control.

Aleksei se preparó para luchar, su rostro tenso.

- No te la llevarás, Rifthan. Lucharemos por ella.

La escena se convirtió en un caos de gritos y golpes. Mia se sintió atrapada en el centro de la tormenta, sin saber qué pasaría después.

Pero entonces, algo inesperado sucedió. Rifthan se detuvo en seco, su rostro congelado en una expresión de shock.

- ¿Qué... qué es esto? . Ruth baja de una camioneta .
Mia... ven .

Ella se aferra Aleksei lo cual molesta más a Rifthan .

Rifthan recuperó la compostura y se acercó a Mia, su rostro aún enfurecido.

- Ven conmigo, Mia - dijo, su voz baja y autoritaria.

Mia intentó resistir, pero Rifthan la tomó del brazo y la arrastró hacia él.

Aleksei y Viktor intentaron intervenir, pero Rifthan los detuvo con una mirada furiosa.

- No se metan en esto - advirtió.
Dejaremos este encuentro en otro momento . Sonríe sinico .

Mia se sintió arrastrada de nuevo hacia la mansión, su corazón pesado de desesperanza.

Al llegar, Rifthan la llevó a una habitación en el ala más alejada de la mansión.

- Esto es por tu propia seguridad, Mia - dijo, su voz sin emoción.

Mia se dio cuenta de que estaba encerrada. La habitación no tenía ventanas, solo una puerta blindada.

- ¿Qué has hecho, Rifthan? - preguntó, su voz temblorosa.

Rifthan se giró hacia ella, su rostro frío.

- He protegido lo que es mío. No te escaparás de nuevo.

Mia se sintió atrapada, sin esperanza. Rifthan había ganado.

La puerta se cerró detrás de Rifthan, y Mia se quedó sola en la oscuridad.

Rifthan , el nombre de la obsesión. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora