Descubriendo el infierno en la madrugada

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Mia, con un movimiento rápido y desesperado, clavó sus dientes en la mano de Sergei. La sorpresa y el dolor hicieron que Sergei se detuviera en seco, su mirada enfurecida fijada en Mia.

"¡Maldita!", gritó Sergei, intentando retirar su mano de la boca de Mia.

Pero Mia no soltó. Con una fuerza que no sabía que tenía, mantuvo su agarre, sintiendo el sabor amargo de la piel de Sergei.

Sergei intentó golpearla, pero Mia se movió rápidamente, esquivando el golpe. La adrenalina corría por sus venas, dándole una fuerza y una determinación que nunca había sentido antes.

De repente, escucharon pasos fuera de la habitación. El señor Johnson entró, su rostro sorprendido.

"¿Qué está pasando aquí?", preguntó.

Sergei se apartó de Mia, su mano sangrando.

"Esta mujer es más peligrosa de lo que pensaba", dijo, mirando a Mia con resentimiento mientras lame la sangre de su mano.

El señor Johnson se rió.

"Me gusta su espíritu", dijo. "Pero no importa. Sergei, continúa con el plan".

Sergei asintió, su mirada fría y calculadora fijada en Mia.

Mia sabía que no podía rendirse. Tenía que encontrar una forma de escapar.

Trae mis herramientas  , a las yeguas como estas las se domar . Sonríe al ver vulnerable a Mia .

Mia se retorció de dolor en la cama, sus muñecas y tobillos atados con cuerdas. Sergei se inclinó sobre ella, su rostro sin expresión.

"¿Por qué no hablas?", preguntó Sergei, su voz baja y amenazante.

Mia intentó hablar, pero su voz estaba ronca y débil. Sergei le había tapado la boca con cinta adhesiva.

Sergei sonrió y comenzó a quitar la cinta.

"Habla", dijo. "Dime lo que quiero saber".

Mia jadeó, intentando recuperar el aliento.

"No... no sé nada", tartamudeó.

Sergei se rió y le golpeó la cara. Mia sintió un dolor intenso y su visión se oscureció.

"¿Quieres jugar así?", preguntó Sergei, su voz llena de ira.

Mia negó con la cabeza, llorando.

"Por favor...", suplicó.

Sergei la ignoró y continuó torturándola. Mia sintió que su cuerpo se rompía, que su mente se desmoronaba.

De repente, escuchó la voz del señor Johnson.

"Sergei, basta", dijo. "No la mates. Todavía la necesitamos".

Sergei se detuvo, su respiración agitada.
Esta es la ramera del servicio  . Levantó a Mia jalando de su cabello nota una mancha detrás de su oreja izquierda.

La mirada desafiante de Mia lo irrita ...

TE PARECES A ESA MALDITA MUJER ...

Perplejo revisa esa mancha ...

Johnson estaba intrigado al ver como inspecciona Sergei a Mia...

Tu edad? Levanta el  mentón de Mia.
Dime tu edad! Ansioso preguntó.

Rifthan , el nombre de la obsesión. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora