Segunda cita

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Las voces se detuvieron cuando entró al gimnasio. Sabía que todos los ojos estaban sobre él a causa del espectáculo que había hecho ahí mismo la noche anterior, aunque tener ese tipo de atención no es algo que le incomode, nunca le había molestado ser el centro de los chismes mucho menos por algo de lo que en realidad se sentía orgulloso.

En verdad había sido un gran espectáculo. Incluso Kenny había dicho que había sido un show increíble a pesar de que había muerto aplastado por la turba de gente que había salido corriendo del gimnasio en su intento por huir del incendio.

No debía ser novedad para nadie que Eric Cartman era propenso a protagonizar escándalos públicos, sin embargo, no había ocurrido algo similar a un espectáculo impulsado por el amor desde aquel en el que el mismo Eric Cartman había cantado por el mismo chico hace más de siete años. Y todos en la escuela lo recordaban y estaban hablando de eso, Bebe se había encargado de esparcir el rumor del amor adolescente que ardía con el fuego de mil soles desde hacía años y que por fin tenían la oportunidad de estar juntos.

Pero todo gran movimiento tiene su precio y ahora debía pagar el suyo.

— Van dos semanas seguidas en detención - escucha decir al profesor encargado de vigilarlo durante su castigo - primero golpeas al chico y luego lo besas, ¿Cuántos años tienes 6?

— Usted no lo entendería profesor ya que acaba de llegar a la ciudad pero, ellos llevan haciendo ese tipo de cosas por años, aún así, no sabía que podías ser tan romántico, Eric - dice Bebe con una sonrisa en los labios cuando se detiene al lado del castaño - ¿No cree que fue un gran detalle profesor?

Era extraño que Bebe creyera que lo que sentía por Kyle se extendía más allá de esos días que llevaba fingiendo pero lo cierto era que las chicas siempre habían sido unas locas románticas que se emocionan por todo, siendo esa la principal razón por la que las porristas se habían mostrado entusiasmadas en ayudarlo cuando había llegado con ellas con la propuesta de lo que iba hacer por Kyle.

— Lo que creo es que pasarás los siguientes tres días limpiando el gimnasio tú solo, ¿de donde sacaste la pirotecnia de ese tipo? Estoy seguro de que debe ser ilegal en varios estados.

— Bueno, en realidad...

— Olvídalo, no quiero saber - dice el hombre mayor interrumpiendo al castaño - lo que quiero es que limpies tu desastre, empieza por las gradas, tuviste suerte de que la duela no resultara dañada, solo por eso la escuela no levantó cargos en tu contra.

— Soy tan suertudo - dice Cartman con un tono de evidente sarcasmo mientras rueda los ojos, aún así toma el balde y el trapeador de las manos del hombre antes de que el mismo se aleje del lugar con la excusa de ir por un café.

— Kyle parecía muy contento, yo creo que eres suertudo, ¿has visto ese culito? Ahh... ¿Por qué tenía que ser gay? - Se lamenta Bebe fingiendo un berrinche.

— Deja de hablar del culo de mi judío, rubia - se queja Cartman pero la chica solo ríe sabiendo que no se trata de una advertencia real.

— Me gustaría decir que me sorprendió saber que te gustaba Kyle pero la verdad todos lo esperábamos, ustedes actúan como una pareja casada desde hace tiempo.

— ¿Uh? ¿Lo hacemos? - dice el castaño frunciendo suavemente el ceño.

En realidad había pensado que sería una sorpresa para todos, la gran noticia, después de todo "salía del clóset" al mismo tiempo en que le declaraba sus sentimientos al sujeto con el que más peleaba, prácticamente su amigo/enemigo de toda la vida. Sin embargo todos parecían haber tomado la noticia como algo natural, algo que sabían iba a pasar.

10 cosas que odio de Eric CartmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora