This is how it feels to take a fall -Lol_fandomlover

15:)

Resumen:
En cuanto a sus propias acciones, bueno, ¿a quién le importaba? Dream era un prisionero, un ciudadano de segunda clase a los ojos de todos, y si Sam necesitaba placer, ¿por qué no usar lo que tenía a su disposición? No era como si tuviera algo más positivo que darle al mundo. No era bueno, per se, pero mucho de lo que había hecho no lo había sido.

Además, se sentía bien para ambos, era una misericordia por parte de Sam. Nunca había sentido a alguien tan bien, tan cerca y cálido.

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CW. Menciones y breve violación/Non-Con, muerte de perro

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Este capítulo trata enteramente sobre Sam aceptando el hecho de que es un inútil, así que ten cuidado.
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Sam no se consideraba un mal tipo.

Claro, había hecho cosas malas, cosas que quizás eran más en su propio interés de lo que le gustaría admitir, pero todo había sido con buenas intenciones.

Dream era un monstruo. Un monstruo horrible, insensible e indiferente que solo lastimaba a quienes lo rodeaban. Manipulaba a todos los que escuchaban sus palabras falsamente dulces, atrapándolos en su red de mentiras. Había convertido a L'Manburg en el exilio de Tommy solo para poder rezar por el joven muchacho, sembró las semillas del malestar que condujo al Día del Juicio Final.

Sam sabía lo peligroso que podía ser. No se dejaría engañar por su manipulación y no sería indulgente con él. Podría haber parecido cruel privarlo de comida, confinarlo en esa celda y mantener los placeres simples fuera de su vida, pero créanle, era necesario.

No podía permitirse que Dream se sintiera cómodo, que concibiera que Sam simpatizaba con él cuando solo lo despreciaba. Si negarle comida significaba que tenía un prisionero bien educado, ¿por qué no lo haría? Después de todo, Dream podía hacer cualquier cosa cuando estaba completamente alimentado, y mientras su cuerpo se debilitara, era una cosa menos de la que preocuparse Sam.

No es que no estuviera preocupado. Pensar de forma tan simple le permitió a Techno escabullirse sin ser detectado y permitir que se produjera la fuga de la prisión. Sam, en su estupidez, se había vuelto cómplice del status quo y había pagado el precio máximo. De ninguna manera iba a dejar que el hombre corriera libre y potencialmente se desquitara.

No podía soportar la idea de que Dream manipulara otra alma, o, peor aún, que pusiera sus viscosas manos sobre Tommy nuevamente.

Permitir que Quackity torturara a Dream podría haber sido un paso demasiado lejos en la espiral poco ética en la que se vio envuelto durante esos cuatro meses. Sin embargo, él argumentaría que se lo merecía. Mientras tuviera la información del libro de reanimación, era un peligro. Sam era un peligro para todos .

Quackity había sido el que lo había sugerido, el que había olvidado tan rápidamente su propósito, el que se había reído de su ropa ensangrentada y se había jactado de su última sesión con el prisionero. Quackity se había regodeado de cada nuevo método retorcido que se le ocurría, hasta que dejó de hacerlo. Hasta que se dio cuenta de los monstruos en los que se habían convertido y trató de expiar sus pecados de una manera que a Sam nunca le había importado y a Dream nunca se le había permitido hacerlo.