J yacía recostada sobre su sofá, su brazo descansaba sobre su rostro, meditaba seriamente sobre lo que sucedió hoy.
-"Me siento tan tonta..." "¿Por qué le hable así?... Tonta"—Pensó, lo que pasó con V logro afectarla un poco.
No quiso hablarle de esa manera, pero no podía evitarlo, la personalidad que tiene ahora y que forjó a través de los años se ha vuelto inquebrantable, se ha vuelto algo insensible y pensar que solo lo usaba como mecanismo de defensa para mantener al mundo a raya.
Apartó su brazo de sus ojos entrecerrados, la luz era fuerte, estuvo mirando el techo por varios minutos, comenzó a acariciar su brazo con la mano derecha, sintiendo las pequeñas irregularidades que generan la cicatrices, cicatrices cubiertas con un tatuaje floral que se extendía desde la muñeca hasta en codo, cubriendo el antebrazo en su totalidad.
Tocarlas siempre le traen malos recuerdos, a pesar de ahora estar en la cima de un todo siempre hubo un vacío, un vacío que se llenó de manera temporal y el día que todo acabó el vacío regreso, acompañado de una sensación aplastante, esa sensación fue tal que desencadenó un periodo de malas decisiones, decisiones que dejaron algunas marcas, marcas perpetuas que si bien algunas sanaron, otra no se podrían cubrir con tinta.
-Yo no huyo de mis problemas—Se dijo a si misma, la determinación finalmente actuó sobre ella.
Se levantó del sofá, tomo su teléfono y marco.
-Buenas noches Emily.
-B...Buenas noches jefa ¿Se le ofrece algo?.—Preguntó la chica desde el otro lado del teléfono.
-Si, disculpa que te moleste a esta hora pero necesito que vengas.
-Em está bien, voy para allá.
J colgó el teléfono y se dirigió a su oficina.
————
-¡¿De verdad te dijo eso?!, Dios, esa mujer en una imbécil total—Protestó la rubia por la llamada.
-Ha cambiado mucho, fue tan extraño verla de nuevo.
-Supongo, a propósito ¿Que harás ahora?, quiero decir, no pudiste conseguir el empleo.
-No lo sé, creo que voy a intentarlo en otro lado ya estoy aquí y bueno... Sabes que no quiero volver aún—Explicó recostandose en la cama.
-Claro, entiendo amiga... V, quería decirte que N ha estado viniendo a mi casa.
-Ah ¿Si?—Respondió en un tono de desinterés.
-Si, cree que te estás ocultando en mi casa, incluso llegó a amenazar con llamar a la policía.
-Que horror, no entiendo porque se pone así, él fue quien me engaño, pro...—La conversación fue interrumpida por el sonido del timbre, V se levantó y abrió la puerta, estaba un poco sorprendida de ver a Emily ahí—Oye Liz, te hablo luego ¿si?.
V colgó la llamada y miró a la chica, quien se veía algo agotada, tomando en cuenta que era bastante tarde.
-¿Emily?.
-Buenas noches V, disculpa si te estoy molestando—Dijo con una voz cansada.
-Oh no te preocupes pero ¿Que haces aquí a esta hora?.
-La jefa...—Respondió mientras sacaba un sobre de su bolso—Me pidió que te entregará esto.
V tomo el sobre confundida, tenía el sello de la empresa, supuso que tal vez era algo relacionado a eso y tan equivocada no estaba.