El viaje duró aproximadamente una hora y fue relativamente tranquilo. Andrew miraba por la ventana durante todo el trayecto, mientras Milo parecía estar en una especie de sueño, callado y con los ojos cerrados. Jesús se cubría la cara con un libro, aparentando estar dormido, y Haru se mantenía atento a la carretera.
Haru:
Oye, muchacho.
Andrew:
Pensé que dijiste que no éramos amigos.
Haru:
Sí, y no lo somos, pero solo quiero saber con quién estoy trabajando.
Andrew:
¿Y por qué no le preguntaste a los otros dos? Digo, si es por saber con quién estás trabajando, ellos también deberían estar en la lista.
Haru:
No seas estúpido, Andrew. A esos dos desgraciados los conozco desde hace bastante tiempo.
Andrew:
¿Cuántos años tienes, Haru?
Haru:
¿Yo? Tengo 167 años.
Andrew:
Entonces eres más viejo que Jesús.
Haru:
Sí, a ese idiota lo conocí cuando tenía 90 años, aunque parecíamos niños de 13 en ese momento de nuestras vidas.
Andrew:
¿Cómo es que viven tanto sin envejecer tan rápido?
Haru:
Es parte de ser brujos y brujas. Iniciamos muy jóvenes en este mundo.
Andrew:
¿Entonces yo también podría vivir más años?
Haru:
¿Tienes magia?
Andrew:
Bueno, no aún. En parte, es la razón por la que quiero entrar al sendero.
Haru:
¿Entonces quieres un atajo?
Andrew:
Después de todos los daños que causó Álvaro Maximof, digamos que encontrar a algún brujo o bruja que quiera enseñarme progresivamente a llegar a ese nivel es complicado.
Haru:
Entiendo tu punto. ¿Y de dónde eres?
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Villa Aldres: Secretos de Aquelarres
Ciencia FicciónEn el misterioso y pequeño pueblo de Villa Aldres, un antiguo brujo llamado Jesús Ravenwood, que había perdido sus poderes de forma inexplicable hace mucho tiempo, se encontraba organizando su biblioteca mientras la luna estaba en su punto más alto...