En la penumbra de un hogar vacío,
se escucha un lamento, un eco sombrío.
La muerte llegó, silenciosa y fría,
llevándose a la madre, a mi amor, mi guía.Te veo al mirar la luna que brilla,
y al cerrar los ojos, tu esencia destila.
Eres la mujer que me dio la vida,
la que siempre amaré, mi alma herida.¿Por qué te fuiste, madre del corazón?
Te necesito aquí, en cada decisión.
Crecer sin ti ha sido un arduo reto,
un camino incierto, un desierto inquieto.En cada rincón guardo tu voz,
susurros de amor, eco de tu adiós.
Las risas compartidas, los abrazos sinceros,
en mi mente, son luces, recuerdos certeros.Las noches son largas, en soledad,
con el peso de la ausencia, es dura la verdad.
La familia reunida, corazones quebrados,
cada mirada perdida, sueños olvidados.“Te extraño”, susurro en la soledad,
tu voz, un eco que aún me da paz.
Tus consejos, mis guías, tu amor, mi tesoro,
cada día que pasa, me siento más lloro.Cada lágrima caída, un río de dolor,
cada instante sin ti es una nueva prisión.
La vida sin ti se siente tan fría,
como un invierno eterno, como una agonía.La ausencia me pesa, como yugo cruel,
cada paso que doy, siento tu nivel.
El amor persiste, aunque ya no estés,
te llevo en mi pecho, en cada amanecer.Los días son sombras, y los miedos, fantasmas,
en la danza de la vida, busco tus palmas.
La soledad abraza, cual frío invierno,
y en el eco de tu risa, hallo un amor tierno.Los recuerdos me atormentan, son un constante vaivén,
cada sonrisa que dejaste, se siente como un edén.
Tu abrazo era un refugio, tu risa, mi hogar,
sin ti, madre amada, todo se siente a oscuras, sin par.Las memorias son tesoros, tan frágiles, tan bellos,
guardianes de lo vivido, de dulces destellos.
Te llevaste un pedazo, mas en mi corazón,
cada latido tuyo es mi eterna canción.Crecemos en pena, pero también en fe,
entre sombras y miedos, en un vaivén de ayer.
Las lágrimas caen, como lluvia sin fin,
cada gota, un recuerdo, cada llanto, un sinfín.Así, en la tristeza, encuentro mi consuelo,
en el amor que trasciende, en el abrazo eterno.
La familia unida, aunque haya ausencias,
teje un lazo fuerte con nuestras vivencias.A veces, en sueños, siento tu presencia,
como un susurro suave, un gesto de esencia.
Aunque la muerte se lleve lo amado,
en el fondo del alma, guardo lo sagrado.Caminamos juntos, en la bruma y en el fuego,
pues el amor de una madre es mi único anhelo.
El tiempo no cura, pero enseña a recordar,
que cada lágrima caída es un nuevo despertar.Y aunque duela el vacío que dejaste en mi vida,
tu amor es mi guía, mi fuerza, mi salida.
Las historias que tejiste, los lazos tan fuertes,
viven en mi pecho, son alas en mis muertes.La luna sigue brillando, reflejo de tu ser,
cada estrella en el cielo me enseña a creer.
Que aunque no estés aquí, siempre estarás,
en el eco de mis sueños, en el viento que va.
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La Ruta del Hilo Rojo:Poemas de Amor, Dolor y Esperanza
Poetry"La Ruta del Hilo Rojo: Poemas de Amor, Dolor y Esperanza" explora la complejidad de las emociones humanas a través de una colección íntima y profunda de versos. Cada poema se convierte en un hilo que conecta el amor y la tristeza, el dolor y la fel...