La Ruta del Hilo Rojo:Poemas de Amor, Dolor y Esperanza

El Eco de tu Ausencia

En el eco de la noche, escucho tu voz,
un susurro anhelante que me lleva a tu adiós.
Sin cielos que miren, ni dioses que abracen,
solo el frío vacío de un amor que se hace.

Amarte fue un fuego que ardía sin cesar,
una llama brillante que no supe apagar.
En cada rincón, tu recuerdo persiste,
la pasión que me quema, un deseo que insiste.

Olvidarte es un reto que nunca lograré,
en cada sombra oscura, tu esencia yo veré.
Temores que asaltan, dudas que me envuelven,
la soledad pesa, y tus risas me muerden.

Las creencias son nuestras, tejidas en dolor,
en un mundo sin dioses, solo hay amor y temor.
Tu partida me duele, como rayo en la piel,
pero en cada latido, aún vives en mí, fiel.

Busco en la bruma, un camino a seguir,
pero el eco de tu risa no me deja partir.
Los días se arrastran, cargados de pesar,
y en la noche oscura, te vuelvo a encontrar.

Cada lágrima caída es un río de lamento,
cada instante sin ti, un eterno sufrimiento.
En mi mente te abrazo, en mis sueños te hallo,
aunque el tiempo avanza, el amor nunca callo.

No hay altares ni rezos, solo esta soledad,
que me envuelve en la bruma de nuestra verdad.
Tu ausencia es un peso que no puedo llevar,
pero en mi corazón, sé que siempre estarás.

Eres paz en la tormenta, un susurro en mi ser,
una luz en la sombra, un fuego a renacer.
La vida sin ti se siente incompleta,
como un verso sin rima, como una hoja seca.

Las noches son largas, llenas de melancolía,
y en el silencio profundo, busco tu compañía.
Las estrellas me hablan de lo que fue y no es,
en el brillo eterno, en cada amanecer.

Te extraño en el viento, en el alba que llega,
en los rayos de luna que la noche despliega.
Así, en esta vida, donde el dolor persiste,
te llevo en mi pecho, donde el amor resiste.

El tiempo no sana, pero enseña a recordar,
que aunque estés ausente, nunca dejarás de amar.
Cada palabra tuya, un susurro en mi mente,
me envuelve en tu esencia, me vuelve a hacer valiente.

A veces me pregunto si hay vida después,
si el amor trasciende en un eterno vaivén.
Pero en cada recuerdo, en cada emoción,
te siento aquí conmigo, en esta conexión.

Aunque el mundo no ofrezca un sentido divino,
creo en el amor que forjamos en destino.
Y así, en este viaje, donde todo es incierto,
te guardo en mi alma, como un sueño cubierto.