Capítulo 5

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Violento

1

Hyukjae se levantó de golpe mientras negaba con la cabeza. Lo que su hermana le acababa de contar resultaba imposible y hasta risorio. Donghae, su Donghae, era la persona más dulce que había conocido en la vida. No tenía sentido que él hiciera una cosa así. Ni siquiera podía imaginárselo de niño cometiendo un acto tan violento.

—Debes estarlo confundiendo, Sora. Es imposible que sea el mismo...

—¿Qué? —preguntó ella, indignada y levantándose también —Donghae me reconoció como yo lo reconocí a él ¿No viste la forma extraña en que me tomó de los hombros? Ese chico me da miedo, Hyuk.

—Se-seguramente el niño del incidente fue otro y..., y tú por alguna razón piensas que fue Donghae.

—Hyuk, tienes que creerme. Donghae fue ese niño.

—Si así fuera ¿por qué mamá no lo reconoció? ¿Su nombre ni siquiera le sonó familiar? Estamos en Woodsboro, este pueblo es tan pequeño que debo viajar cuarenta malditos minutos para llegar a la universidad. Un niño coreano llamado Donghae apuñalando a alguien con un lápiz en la escuela local debió ser algo que se quedara en su memoria ¿no?

Sora se llevó de nueva cuenta las manos a la cabeza y guardó silencio por unos segundos ante la atenta mirada de su hermano. Pronto su rostro se iluminó en entendimiento.

—Acabo de recordarlo... La profesora nos sentó juntos con el afán de que nos hiciéramos amigos por ser ambos coreanos. Al principio lo intenté, y como su nombre no me parecía extraño continué llamándolo Donghae, pero a nuestros compañeros se les complicaba pronunciarlo, así que comenzaron a decirle Aiden. Todo el mundo, excepto yo, lo llamaba así. Mamá nunca lo conoció en persona, y cuando el incidente ocurrió debió pensar que se trataba de un niño americano llamado Aiden. Yo nunca hablé de eso con ella, tampoco con papá. Quise olvidarlo durante mucho tiempo, e incluso lo logré, pero volver a verlo trajo todos mis recuerdos de vuelta.

Hyukjae se quedó de piedra, con la mirada clavada en el suelo. Quería convencerse a sí mismo de que su hermana estaba confundida. Aquello debió haber pasado por lo menos doce años atrás. Tenía sentido que Sora se equivocara. El asunto de los nombres también era confuso. Sin embargo, algo dentro de él se remeció con curiosidad y una pizca de horror. Sentía un nudo atado al estómago y, al igual que su hermana, quería vomitar.

—Dame tiempo —susurró de repente.

—¿Qué?

—No le digas a nuestros padres sobre esto...

—¿Cómo crees que me lo voy a callar? Estás saliendo con un maldito psicópata —objetó Sora.

—¡Por favor! Solo no le digas a nuestros padres... Dame hasta Halloween. Si para entonces sigo saliendo con Donghae puedes acusarme y decir lo que quieras. Puedes decirles que soy gay y que estoy en peligro. Puedes incluso sugerirles que me manden a estudiar a la otra punta del mundo... Pero dame hasta Halloween para hacerlo.

Sin mediar más palabras, Hyukjae salió de la habitación. Sora lo llamó un par de veces, pero él no hizo caso. Estaba dispuesto a aclarar ese malentendido. No tenía intenciones de alejarse de Donghae, su plan consistía en hacerle ver a su hermana que estaba equivocada. De esa forma ella lo dejaría en paz.

2

Al día siguiente Hyukjae se saltó una clase para subir a los dormitorios. Sabía que los viernes por la mañana Donghae iba al gimnasio y regresaba a la residencia a las once. Consideró lo mejor no avisarle de su visita, pues si decía la típica frase de "quiero hablar contigo" podía optar por evitarlo. A nadie le gustaba escuchar esas palabras.

Bloody mirage (Haehyuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora