Capitulo 5

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—Lo primero es conseguirte trabajo, ¿no? —dijo Minho con seguridad, apoyando los codos sobre la mesa.

—Sí... así es —respondió Jisung, aún con timidez, bajando un poco la mirada mientras jugaba nerviosamente con los bordes de la servilleta.

Minho sonrió ampliamente, esa sonrisa despreocupada que parecía iluminar el ambiente.

—Pues tengo buenas noticias. Conozco un buen lugar. Y casualmente... estamos buscando nuevos empleados.

Jisung lo miró, visiblemente confundido.

—¿"Estamos"? —repitió con incredulidad.

—Sí, trabajo en un restaurante como mesero —dijo Minho con un toque de orgullo—, y estamos buscando personal nuevo. Podría recomendarte.

Los ojos de Jisung se abrieron un poco más, sorprendido por lo inesperado de la oferta.

—¿En serio? ¿De verdad crees que... podrían aceptarme? —preguntó, todavía con cierta inseguridad.

—Por supuesto. No es un trabajo complicado, y yo te ayudaría en todo lo que necesites —respondió Minho con una expresión cálida—. Además, el ambiente es bastante tranquilo, y el jefe es buena gente.

Jisung dejó escapar un suspiro silencioso, sintiendo cómo una parte de su ansiedad disminuía. La idea de tener trabajo seguía dándole miedo, pero saber que Minho estaría a su lado lo hacía mucho más llevadero.

—¿Y... cuándo podría empezar? —preguntó, esforzándose por no sonar demasiado nervioso.

—Podemos pasar hoy mismo y hablo con el jefe. Seguro te dará una oportunidad. ¿Qué dices? —propuso Minho, recostándose en su silla con esa confianza tan suya.

Jisung asintió lentamente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba de nuevo, pero esta vez no era miedo. Era emoción mezclada con nervios. Estaba dando pasos pequeños, pero eran pasos hacia adelante.

—Está bien. Vamos a intentarlo.

Minho le guiñó un ojo, divertido.

—Ese es el espíritu. No tienes nada de qué preocuparte, Jisung. Yo estoy aquí.

Después de terminar su café, Minho y Jisung caminaron juntos hacia el restaurante. La idea de presentarse le tenía los nervios de punta, pero cada vez que miraba a Minho, su ansiedad se calmaba un poco. Era extraño cómo su sola presencia le daba seguridad.

—¿Estás listo? —preguntó Minho con una sonrisa mientras se detenían frente al restaurante.

Jisung respiró hondo, asintiendo, aunque por dentro seguía sintiendo ese nudo en el estómago.

—Lo intentaré —murmuró, más para sí mismo que para Minho.

—Eso es todo lo que importa. Vamos.

El restaurante era acogedor, con luces cálidas y un ambiente relajado. A esa hora había pocos clientes, lo que le dio un poco de alivio a Jisung. Minho lo condujo hacia la parte trasera, donde un hombre de mediana edad estaba organizando algunos papeles.

—¡Jefe! —llamó Minho con la misma energía despreocupada de siempre—. ¿Tienes un minuto? Quiero presentarte a alguien.

El hombre levantó la mirada con curiosidad y dejó los papeles sobre la barra.

—¿Quién es este? —preguntó, examinando a Jisung con una mirada neutral.

—Él es Jisung. Es un amigo y está buscando trabajo. Le hablé de la vacante y pensé que encajaría bien aquí —dijo Minho con una sonrisa confiada.

☆Nuestro camino☆-(minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora