Señor Han.
El encuentro con Minho dejó al señor Han desconcertado y molesto, pero también algo intranquilo. Las palabras de ese joven lo habían hecho cuestionarse algo que él siempre había ignorado: ¿realmente estaba afectando a Jisung más de lo que creía?
Esa incomodidad lo impulsó a investigar lo que ocurría con su hijo. Decidido a saber la verdad, fue a la ex escuela de Jisung al día siguiente, acompañado de su esposa, donde pidieron hablar con algunos de los maestros y orientadores. Al principio, ellos parecían reticentes, dudando en compartir detalles personales. Sin embargo, al mencionar que eran los padres de Jisung, una mirada seria apareció en el rostro del orientador, quien les explicó lo que Jisung había soportado.
Les habló de los años de acoso y burlas que había sufrido en la escuela, de cómo muchos compañeros lo aislaban, y de cómo, a pesar de ser un buen estudiante, parecía ir apagándose poco a poco con el paso del tiempo. El orientador les explicó que Jisung era un chico brillante, pero que en su vida había enfrentado demasiadas heridas, muchas de las cuales no cicatrizaban por la falta de apoyo emocional. Fue ahí cuando el señor Han y su esposa se dieron cuenta de algo que nunca habían permitido que cruzara por sus mentes: el dolor que Jisung vivía cada día.
—Lo que Jisung ha pasado es profundo y doloroso —dijo, observando a ambos padres—. Es importante que comprendan el impacto de estas experiencias y cómo pueden ayudarlo a sanar. Pero para eso, ustedes también deben sanar. Les recomiendo que busquen terapia primero ustedes dos como padres. Trabajen en ustedes mismos y en la relación con su hijo, y cuando estén listos, pueden empezar terapia familiar con Jisung. Será un proceso difícil, pero necesario.
Ambos padres asintieron, aunque sus expresiones eran una mezcla de sorpresa y culpa. Les costaba asimilar la magnitud de lo que el orientador les proponía. Nunca habían considerado que su propio comportamiento pudiera haber tenido un papel en la carga emocional de su hijo.
Sintieron una mezcla de vergüenza y culpa. No habían estado ahí para él; es más, habían sido parte de la carga que Jisung soportaba en silencio. Al salir de la escuela, los recuerdos de cómo lo trataban en casa se le venían a la mente uno tras otro, y el peso de sus propias acciones comenzó a caer sobre ellos. Entendieron que su hijo no solo necesitaba un hogar, sino a quienes lo entendieran y lo apoyaran.
Esa noche, la madre de Jisung le tomó la mano a su esposo mientras se sentaban en silencio en el comedor. Sabían que el camino sería largo y complicado, pero también entendían que era lo menos que podían hacer para reparar el daño y construir un hogar en el que Jisung pudiera sentirse seguro y querido.
Esa noche, el señor Han decidió que ya no podía ignorar lo que Minho le había dicho. Su hijo merecía una vida mejor, y ahora él también tendría que encontrar la manera de ser parte de ese cambio.
...
Habían pasado semanas de aquel encuentro y los padres de Jisung mostraron cambios evidentes en sus actitudes. Ahora, a menudo le preguntaban cómo había sido su día, si había hecho nuevos amigos o si se sentía cómodo en casa. Aunque Jisung se sentía un poco nervioso al principio, la alegría de esos cambios en su familia era innegable. Ya no estaba solo; había un aire de esperanza en su hogar que antes no existía.
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☆Nuestro camino☆-(minsung)
Fiksi PenggemarHan Jisung, un joven sin esperanza dispuesto a acabar con su sufrimiento. Lee Minho, un joven dispuesto a darle color a la vida de Jisung. la historia es completamente mía, adaptaciones, solo con mi permiso. Tendrá final feliz no me lloren.