A-Xian lo quiere, A-Xian lo obtiene...

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—Lo siento Wei Ying, pero no puedo aceptarlo. —Jiang Cheng negó levemente la solicitud de su hermano por sexta vez en el día ¡Realmente no tenía voz en ese asunto! ¡¿Por qué no podía entenderlo y le hacía las cosas más difíciles?!

—¡Porfa! ¡Te juro que es por una buena causa! ¿Sii? —haciendo un puchero y tirando infantilmente de sus mangas Wei WuXian no aceptó un no por respuesta.

—A-Cheng — la voz de su padre se unió a la conversación y por su tono, supo que lo había decepcionado...otra vez— ¿No puedes ser un poco más amable con tu hermano? Solo lleva a A-Xian al mercado.

Como siempre, Jiang FengMian llegó al rescate de su niño dorado. Sin embrago y por primera vez, también se tuvo que negar a su padre.

—Lo siento Die —se inclinó y de nuevo negó con la cabeza— Esto no depende de mí, ir y venir al pueblo requiere un permiso otorgado por el Líder o por el gran maestro QiRen.

—¡Pero tu eres su omega! —se quejó tirando ahora de la túnica de sus padre— ¡No puedes decirnos que no tienes autoridad aquí!

—A-Xian... Por favor baja la voz —pidió lo más dulce que pudo para no molestar a sus padre por haberle hablado "duro" a su pequeño— Las cosas son diferentes aquí. Hay reglas y-

—¡Pero somos tu familia!

—¿Que escándalo es este en pleno pasillo?

Lan QiRen apareció como obra divina y agitando sus mangas llegó al lado de Jiang Cheng mientras le daba una mala mirada al omega de rojo quién desde que llegó no hacía sino escándalo a cada lugar al que iba.

—Gran maestro QiRen —Jiang FengMian saludó asintiendo con la cabeza en reconocimiento  mientras colocaba sutilmente detrás suyo a su hijo para ocultarlo de la ira del mayor— Es solo una pequeña riña entre hermanos. Nada grave —desestimó.

—Creí que WanYin les había comentado las reglas más importantes de nuestro clan, gritar a plena luz del día alterando la paz no es algo que toleremos así como también creí que estaba al tanto que nosotros no hacemos excepciones —finalizó con una mirada dura y un ceño fruncido profundamente en desaprobación.

—Maestro QiRen —Jiang FengMian comenzó con voz plausible y llena de indulgencia— A-Xian es joven y a menudo se olvida de sí mismo por favor no tome en cuenta sus faltas —se inclinó ante el omega mayor y tomó la mano de su hijo de forma delicada— Anda A-Xian, pídele disculpas —animó suavemente.

La boca de Wei Wuxian se curvó en un puchero pero asintió hacia su diedie —Lo siento.

Lan QiRen suspiró pero asintió aún algo renuente.

—Mientras lo entiendas.

No murmuró entre dientes porque ellos no hacían eso, pero estuvo cerca, así de mal le ponía ese descarado.

Jiang FengMian sonrió al resolver el incidente y decidió llevarse a Wei Wuxian a sus aposentos para entretenerlo y que olvidara la idea de bajar al mercado.

—Vamos. Acompaña a tu viejo padre a tomar un poco de té —dijo enlazando su brazo con el del omega— traje bastantes bocadillos.

—¿Mis favoritos? —sus ojos brillaron ante la idea.

—Por supuesto —le tocó la nariz con su dedo de forma juguetona para hacerlo olvidar el mal rato y sonrió al ver qué su hijo irradiaba felicidad.

Wei Wuxian se dejó llevar intuyendo el tren de pensamiento de su padre. Sin embargo, él mismo lo había acostumbrado a que lo que quisiera debía tenerlo ¡Y si él quería ir al mercado entonces iría al mercado!

La obsesión de un Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora