Misión en camino.
El salón estaba envuelto con una suave música, iluminado por velas que titilaban creando un ambiente íntimo. Rcorría con la mirada cada rincón, impaciente porque acabara la noche. Estaba más ansioso que de costumbre. Los invitados se acercaban a mi con una gran sonrisa y con las manos extendidas para felicitarme y recalcar que ni siquiera sabía que tenía pareja. Yo tampoco sabía. Solo asentía y sonreía.
— Kael, tú mujer está aquí — habló Ion.
Mujer. Eso resonó en mi cabeza como un eco, no sabía cómo sentirme al respecto. Había indicado que desde que llegara me avisaran, tenía que hablar con ella antes de que los invitados se la comieran viva.
Dentro del salón de eventos, había una pequeña habitación que contenía un sofá, unas champaña de regalos, espejos y un pequeño baño. Al entrar Nova estaba de espaldas mirando a la pared, si hacer nada. El vestido entallado crema, el cabello liso hasta la cintura y la piel radiante creaba un aura de misterio y romance.
Cuando cerré la puerta se giró y no parecía esta muy bien — ¿Que pasa?
— No... no se si pueda... hacer esto — estaba hiperventilando.
— Hey — me acerqué tomándola por los hombres — Estás nerviosa, es normal. Solo sígueme la corriente y todo saldrá bien, solo será un par de horas.
— No puedo respirar — trató de ventilar la habitación con sus pequeñas manos y reí — No es gracioso.
— Si lo es.
Nunca la había visto tan hermosa. Su piel parecía iluminada desde dentro, sus ojos brillaban con una luz especial y sus labios estaban curvados en una mueca. Era como si el mundo se hubiera detenido en ese preciso instante.
Los días anteriores me había portado como un verdadero idiota, debía aceptarlo. Pero esa noche en el bar, ella tan libre y sencilla, disfrutando el momento, también me hizo disfrutar a mi y tuve miedo, no podía desviarme de mi objetivo principal y lamentablemente, ella era un medio para mi fin. Pero al verla tener ese ataque de ansiedad el día anterior me hizo sentir fatal.
— Vamos.
La tomé de la mano y salimos. Al mismo tiempo que dimos el primer paso, una música suave, como el jazz, comenzó a sonar. Los invitados aplaudieron y Nova se tensó apretando con fuerza mi mano.
— Es como un juego de ajedrez, la dama es la pieza de mayor valor absoluto, haces lo que quieras y los demás deben soportarlo. Dile a las personas lo que quieren escuchar — susurre mientras nos posicionábamos en el centro.
— Kael ¡Felicitări! — la primera en acercarse fue la señora Idil. Vieja amiga de Marco — Pero vaya joya que tienes aquí. Nova, un placer.
— O placere sa te cunosc — ella extendió la mano y la señora, sonrió.
— El placer es mío — Idil, quien era un poco pretenciosa, la miró de arriba abajo y se marchó.
— Siento que voy a vomitar — Nova, me soltó la mano y acomodó su perfecto cabello.
Mientras la noche pasaba, las personas se acercaban a felicitarnos, dando cumplidos falsos y vacíos, Nova, al saber perfectamente el idioma y su sentido del humor encanto a la gente.
La música suave y las risas amortiguadas creaban una atmósfera de celebración en el salón principal del hotel. Nos encontrábamos sentados en una mesa apartada, disfrutando de un momento de tranquilidad en medio de la algarabía.
Nova se sentía inquieta, se le notaba. A pesar de la felicidad que se suponía debía sentir en aquella noche, una sensación de vacío nos invadía a ambos. La falsedad de las sonrisas y las conversaciones superficiales nos abrumaba.En ese instante, sus ojos se abrieron como platos, seguí con la mirada a lo que la había sorprendido. Mara y Owen, se encontraban al otro lado del salón.
Mara, con su característica sonrisa radiante, se acercó a la mesa acompañada de Owen.— No puede ser — la felicidad la envolvió.
Se levantó de inmediato y los abrazo a ambos con fuerza. Pero se detuvo mirando a la pequeña que se sostenía de la pierna de Mara. Se agachó sorprendida a la altura de la pequeña.
— ¿Quien es esta pequeña rapunzel? — le estaba haciendo gracia.
Mara me miró y sonrió con malicia — Es la hija de Kael.
Tuve que meter una mano en su espalda, para que no cayera al piso. Se reincorporó de inmediato y me miró.
— ¿Que? ¿Hija?
No dije nada y solo sonreí a medias. Sus ojos pasaron de los míos a los de la niña. Quería decir algo pero las palabras no le salían.
— Antes de que te desmayes en tu compromiso — dijo Owen riendo — Es Malik, la hija de Mara.
— Dios — Nova llevó la mano a su pecho — No es divertido. ¿Tienes una hija? — Mara asintió riendo.
Yo tomé a la niña en mis brazos y la dejé reposar en ellos — Hola pequeña cosa rubia.
La niña que tenía menos de un año, así que sólo balbuceó jugando con mi chaqueta.
La vida de aquella Italiana castaña era un desastre. Había venido a trabajar a Rumania para darle mejor vida a su hija, unos pocos meses después terminó igual que Nova, pero a ella si llegaron a capturarla. Su hija estaba sola en Italia y por eso habían tenido que ir, a buscarla. Pero ya había visto a la pequeña, por video llamada.
— Kael — llamó Owen, me indicó que nos alejáramos.
Le extendí la niña a Mara pero Nova la toma de inmediato y comenzó a jugar con ella. Lleve a Owen dentro de la pequeña habitación en el salón, alejándonos de todos.
— ¿Que pasa? — pregunté sacándome el saco.
— Tenemos un problema — dijo Owen, su voz baja pero cargada de urgencia — Andrei sabe que algo se está cocinando. Sus hombres han estado más activos de lo normal.
Asintió con la cabeza, su mirada fija en un punto indeterminado — Lo sé. Recibí un informe esta mañana.
— Tenemos que actuar rápido —insistió Owen – No podemos permitir que de otro paso.
— Lo sé. Pero no puedo simplemente abandonarla ahora.
Owen frunció el ceño — ¿Porque no?
— Simplemente no puedo.
— Y ¿qué piensas hacer?
Me estaba frustrando, pase una mano por mi cabello — No lo sé. No quiero ponerla en peligro, pero tampoco puedo dejar que Andrei escape.
— Kael, esta misión es más importante que cualquier cosa. Incluso más importante de lo se que sea que te pase con ella — puso una mano en mi hombro — Es Nova, Kael. Sabemos quien es, esta muy bien entrenada, sabe defenderse. Debes hablar con ella, ya es hora.
Tenía razón, Nova no era frágil y mucho menos, pero informarla de lo que realmente estaba pasando era ponerla en más peligro.
— ¿Entonces? ¿cuál es el plan? —preguntó Owen.
— Hablaré con ella, hombre — dije estresado — Pero debemos entrar ya.
— Pero ¿cómo? Andrei tiene ojos en todas partes.
— Yo me encargo.
Owen asintió con la cabeza — Está bien. Haré las llamadas necesarias, a ver qué más puedo averiguar.
Mientras salían, Kael no pude evitar sentir una punzada de culpa. Todo se estaba yendo al carajo, no sabía cómo Nova estaría reaccionando.
Me quedé observando la hermosa escena que tenía frente a mi. Nova estaba bailando al ritmo del swing que la banda tocaba con Malik. Eso removió algo dentro de mi, quería terminar con todo aquello y poder tener algo así. Ansiaba tener algo así. Con ella.