Luke estaba cansado de su vida vacía y de coleccionar fracasos amorosos.
Joss había congelado su vida hace cuatro años y parecía que no había nada que pudiera descongelarla.
Abrió los ojos y Joss lo besó dulcemente en la boca.
—Tienes razón, no quiero perderme esto. —Le dijo acariciándolo y acercándose a él.
Joss se rió y se separó un poco.
—No me refería a eso, date la vuelta.
Cuando se giró hacia la ventana quedó boquiabierto. Desde el dormitorio se podía ver la más perfecta puesta de sol en el mar.
—Oh por Dios... —Exclamó ante la hermosa vista— Lo que pagarás por este lugar, vale cada centavo amor.
Joss sonrió y lo abrazó más cerca.
—Lo único que me importa es compartirlo contigo. No valdría nada si no te tuviera a mi lado.
Luke miró a Joss y recordó la primera vez que viajaron juntos, parecía que hubiera sido hace mucho tiempo, no solo hace un año, Joss era tan distinto entonces. Él era tan distinto también.
—¿Recuerdas la primera vez que viajamos juntos? —Le preguntó a Joss.
—Cada minuto. Estaba tan nervioso...
—Yo también lo estaba, tenía miedo de no estar haciendo lo correcto. —Joss se puso serio y su expresión cambió— ¿Estás bien?
—Si. —Le contestó apoyándose en un codo para mirarlo— Sólo estaba pensando que hubiera sido de mi si no te hubiera conocido... Probablemente estaría en la cárcel. —Le dijo Joss.
—No lo creo. Lee hubiera encontrado la forma de probar tu inocencia.
—Pero lo hiciste tú, no Lee. Tú me liberaste en todos los sentidos, de la cárcel física y de la mental en la que me había encerrado.
—No eres el único beneficiado. Si no te hubiera conocido estaría hecho un "viejo amargado" como me llamó Lee. —Suspiró recordando cómo se sentía en aquella época— Estaba tan cansado de estar solo. Quería esto que tenemos, lo deseaba tanto, pero había perdido las esperanzas.
—No estarás solo nunca más. Me tienes a mí, amor.
—Hasta que te aburras de mi... —Le dijo con una sonrisa triste.
—¡Ya basta! —Le dijo Joss con voz firme— Siento como si siempre estuvieras esperando que te abandonara. Yo tenía el mismo miedo al principio de nuestra relación y me costó todo un año de terapia superarlo. No dejaré que te hagas eso. Sabes que te amo y tú me amas. ¿Cómo puedes creer que querría dejarte?
—No serías el primero que me abandona.
—No, pero no soy como el resto de los idiotas con los que solías salir.
—Sí, eso ya lo sabía. —Le dijo con una enorme sonrisa. Lo acercó para besarlo y se abrazaron en un fogoso beso— Te amo Joss.
—Yo también te amo. Más que a nadie en este mundo. —Le dijo Joss separándose— Creo que es hora de que recibas tu regalo de aniversario.
—¿No es el departamento?
—¡Nooo! Imagínate si te regalo un departamento en nuestro primer aniversario. ¿Qué esperarás para las bodas de plata? ¿Un castillo?
—Como mínimo. —Le dijo emocionado pensando en cuan afortunados serían si llegaban a sus bodas de plata.
—Espera un segundo... —Le dijo mientras se ponía los pantalones— No puedo hacer esto desnudo. Quiero hacerlo bien.
—¿Qué cosa?
—Entregarte tu regalo.
Luke rió y se sentó en la cama mientras Joss corría a la sala a buscar algo en su bolso.
Cuando volvió al dormitorio Joss se acercó y se arrodilló en la cama frente a Luke antes de entregarle lo que escondía. La caja de una joyería.
—Ábrela. —Le dijo Joss entusiasmado.
Cuando abrió la caja un hermoso par de argollas de oro brilló con la escasa luz del atardecer.
—¡Oh... por... Dios...!!!! —Luke no podía creerlo. Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.
—La primera vez que viajamos dijiste que cuando te enamoras empiezas a pensar en comprometerte... —Le dijo Joss tomando la mano que tenía libre— Te amo y estoy absolutamente comprometido contigo. Desde esa ocasión que sueño con verte con un anillo en el dedo. Si no quieres una ceremonia lo entenderé, pero me gustaría que usáramos los anillos...
—¡Si si si siiiii! ¡ Sí quiero! ¡Quiero una ceremonia! ¡Los anillos! ¡Quiero todo! —Le dijo abrazándolo sin poder contener su alegría.
—Si no te gusta el diseño de los anillos podemos cambiarlos por otros. —Le dijo Joss con una sonrisa, recostándose a su lado.
—¡No! ¡quiero estos, son hermosos! —Le dijo recostándose aún más cerca, Luke no podía apartar sus ojos de las argollas— Siempre quise esto...
—¿Casarte?
—No. —Le dijo mirando sus oscuros ojos— Encontrar a alguien con quien quisiera casarme.
—Me alegro de que me encontraras.
Se quedaron abrazados en la cama viendo el sol hundirse en el océano. Joss había prendido un par de velas, así que lentamente pasaron de la luz del atardecer a la suave luz de las velas.
—Esto es perfecto. —Le dijo Luke abrazándose aún más cerca.
—Realmente lo es. Soy tan feliz de que nuestros corazones estén latiendo juntos por fin.
—No más soledad para ellos. Ahora laten como uno solo.
