Capítulo 3

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Luke no quería que se fuera, hace mucho que no pasaba un momento tan agradable con alguien, hace mucho que nadie le hacía sentir de esa manera. De solo recordar la firme mano en su espalda cuando lo tocó lo hacía excitarse. Se dio cuenta que estaba rogando que Joss fuera gay.

¿Que tenía aquel hombre que lo hacía reaccionar así?

Cuando entraron al ascensor, Luke tuvo que contenerse las ganas de abrazarlo y besarlo. Marcó el subterráneo y Joss la recepción.

—¿Dónde dejaste tu automóvil?

—No vine en automóvil, tomé el metro.

Eran un poco más de las nueve de la noche, aún era temprano, pero no quería que tomara el metro.

—¿Quieres que te lleve?

—No es necesario. No vivo demasiado lejos.

—No es molestia, en serio, me gusta conversar contigo.

Cuando el ascensor se detuvo en la recepción, Joss pareció dudar.

—Me encantaría pero... pero...

—¿Temes que sea un psicópata o algo así? —Joss lo miró y Luke notó que era eso, desconfiaba de él por ser un extraño—. ¿Quieres llamar a Lee para conocer mis antecedentes?

—No es necesario... —Le dijo, pero seguía nervioso, así que sacó su teléfono y llamó a Lee.

—Aló —La voz profunda de Lee le contestó enseguida.

—Lee, estoy con Joss, tu técnico de las computadoras. Me ofrecí a llevarlo a su casa, pero tiene miedo de que sea un discípulo de Hannibal Lecter y lo corte en trocitos, así que por favor habla con él.

Le pasó el teléfono a Joss y lo dejó hablar hasta que le devolvió el aparato.

—Quiere hablar contigo. —Le dijo Joss.

—Dime.

—Así que vas a llevar a Joss a su casa... —Le dijo Lee en un tono de voz que él conocía bien.

—Sí, ¿tienes algún inconveniente? —Se alejó un poco por si Lee salía con alguna de sus idioteces.

—Ninguno, es un gran niño. Ya le dije que eres inofensivo, así que cuídalo o me veré obligado a patearte el trasero.

—No es un niño, es un hombre. Además no podrías patear mi trasero aunque quisieras, eres más grande pero te dejaste engordar desde que te casaste.

—No te voy a negar eso. Jane es una gran cocinera, además prefiero pasar las tardes con ella que en el gimnasio.

—Nos vemos mañana. —Le dijo mientras volvían a entrar al ascensor para ir al subterráneo.

—Antes de que cuelgues, hay algo que debes saber. —Le dijo Lee con un tono burlón.

—¿Qué cosa? —Le dijo mientras apretaba el botón del subterráneo.

—Para tu información... Joss es gay. —Le dijo Lee antes de cortar.

«Joss era gay.»

No pudo evitar la enorme sonrisa que se dibujó en su cara.

Cuando subieron a su automóvil notó que Joss seguía nervioso, le preguntó dónde vivía y como llegar. En cuanto el carro salió del estacionamiento a la calle, Joss apretó sus manos y se puso aún más tenso. Miró las cicatrices de su cara, debió haber sido un feo accidente, el pobre todavía estaba traumado.

—Relájate, soy buen conductor, además no iré rápido. —Le dijo para calmarlo.

—Todo lo contrario, preferiría que te apuraras.

Lonely - Heart #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora