𝙈𝙖̊𝙣𝙚𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙; Wiplash

: ̗̀➛Ginevra Zamudio

Ginevra fue la penúltima en unirse a la banda, nacida un 9 de septiembre del año 2001 bajo el signo de virgo en el estado de Michoacán, es la mayor de las cinco chicas y llegaron a la conclusión de que al parecer el sufrimiento y el amor por la música es lo que todas tienen en común.

Gin quedó huérfana a los 8 años en un accidente automovilístico, el auto dónde iba fue chocado por un conductor de un tráiler en estado de ebriedad y fue la única que sobrevivió de aquél suceso.

El accidente fue de los más sonados en ese entonces y  al no tener parientes que quisieran hacerse cargo de la niña fue recluida en el DIF de su estado y posteriormente en un orfanato hasta la mayoría de edad que ya "podía hacerse cargo de ella misma".

Durante su estancia en el orfanato fue víctima de abuso sexual y psicológico por parte de adolescentes más grandes que ella y fue así que encontró su refugio en la guitarra, aunque se las ingeniaba para aprender a usarla .

A pesar de ser usada como juguete sexual por la mitad de su vida nunca generó odio ni rencor, su alma y corazón seguían tan puros como el día en el que nació.

Su esperanza de ser adoptada murió hasta el día que cumplió 18 años, ese día ni siquiera le avisaron simplemente botaron sus cosas cómo si ella dejara de existir en ese lugar, por desgracia no tenía trabajo y eso causó que no pudiera terminar sus estudios. 

Jamás renegó de su vida aunque fuera difícil seguir con ella pues a pesar de todo seguía respirando, algo que sus padres y hermano dejaron de hacer en una fracción de segundo. Por las noches la atormentaba el recuerdo del accidente, ella al ser la única con cinturón de seguridad tuvo un destino diferente, aún recuerda como su madre salió disparada del auto, como su hermano menor atravesaba la ventana incrustándose el cristal en la piel y aún recordaba el sonido de los huesos de su padre siendo quebrados por la fuerza del impacto.

- Sigues viva Gin.- es lo que se repetía cada día complicado.

Como pudo consiguió un trabajo dónde ganaba una miseria pero al menos le alcanzaba para pagar un cuarto donde vivir, a pesar de todo su esfuerzo comenzaron a pagarle menos y en pandemia fue despedida, sin saber que hacer fue a su casa y tomó la guitarra que dejó abandonada desde que comenzó a sobrevivir por si sola.

Salió a las calles a caminar y despejarse hasta que volteando su mirada leyó en un letrero "Gracias por visitarnos", había llegado a la salida de Michoacán de algún modo, su celular no tenía señal, no sabía donde estaba y solo llevaba $1000 en la cartera. Llegó a la Ciudad de México al pedir aventón al primer autobús que pasó por donde estaba y después de que el conductor la examinara dejó que se subiera.

Cuando recuperó la señal de su celular el aparato casi explota, eran alrededor de las 3 de la mañana y la señora que vivía junto a ella estaba preocupada por la chica.

- No me lo va a creer, estoy en la capital.- explicó la chica.

- ¿Cómo rayos llegaste a la capital Ginevra?

- Por aventón.

- De milagro no te secuestraron.

- Esperanza, creo que podría rehacer mi vida aquí.- la chica tomó un folleto del suelo "Se busca guitarrista (s). De preferencia mujer", Diana los había hecho y pegado por miles de lugares en la Ciudad

- Gin, tienes 19 años, por favor vuelve.

- Tengo que intentarlo.

- Sólo cuídate mucho por favor y si algo sale mal promete que vas a volver

- Lo prometo.- dijo y colgó.

Esperanza fue lo más cercano que Ginevra tuvo de una madre, en cuanto se mudó al edificio la señora la recibió de la forma más cálida y siempre la procuraba ya que la señora había perdido a su única hija hace ya varios años y Gin le recordaba mucho a su difunta hija.

Ginevra tomó el folleto y marcó al numero que aparecía en color negro.

- Sí es por lo de nuestra cuarta integrante venga a ésta dirección.- Gin no pudo ni decir hola cuando ya le habían dado la dirección dónde vivían las demás.

- ¿Gracias?.- respondió al colgar.- Que cosa más rara.

La chica tomó un taxi al lugar y en la puerta ya estaba una chica con el cabello rojo y negro.

- Hola, soy Diana pero todo el mundo me dice Daya

- Ginevra, pero todos me dicen Gin.

- Bueno, otra con nombre raro.- dijo Daya dejándola entrar.

En la sala había otras dos chicas, una de cabello verde y la otra de cabello blanco y negro.

- Ella es Hermione pero le decimos Herms.- empezó a presentar a las otras dos.- Y ella Electra pero le decimos Ely.

- ¿Tener cabello de colores es requisito?

- No necesariamente, pero si quieres un cambio la mamá de Herms es estilista.

- ¿Cuántos años tienen?

- Yo 17, Ely 18 y Herms 15

Ginevra asintió no muy convencida, la vida es una, se dijo a sí misma. Daya le habló un poco del proyecto y sus funciones en la banda, querían esperar a que ella y Hermione fueran mayores de edad así que sería un proyecto a largo plazo, vivirían en la misma casa y no sería obligatorio dar un gasto pues con el dinero que le mandaban a Daya era más que suficiente.

Gin lo pensó detenidamente, tenía dos opciones, volver a Michoacán a seguir sobreviviendo día con día o quedarse allí arriesgándose a que las chicas fueran una secta y la sacrificaran cuando esté dormida. Al final se quedó.

- Definitivamente la autora de nuestras vidas se la está mamando.- comentó Daya cuando Gin les contó su historia.

- Pues ojalá que deje de drogarse y nos escriba un futuro bonito.- siguió Herms.

La siguiente semana fue fácil para las chicas a pesar de que Gin había olvidado como tocar una guitarra tan fluido, no tuvieron que sufrir mucho, pues Kai llegó para salvar el proyecto Måneblood.

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