Capítulo 13:
Konan tocó con el reverso de su mano la frente de la niña. Sintió alivio al comprobar que la fiebre finalmente había descendido. Sus mejillas ya no estaban rojas como antes sino de un tenue rosado.
Agarró el paño húmedo que había estado usando como compresa fría y lo devolvió dentro del recipiente. Lo estrujó quitando el exceso de agua y lo dobló nuevamente para colocarlo en la frente.
Se levantó para renovar el agua mientras pensaba como se encontraría su amigo. No solo de salud, su estado en general la preocupaba. Cada que se cruzaban con Madara, el propósito a alcanzar y la forma de conseguirlo se enturbiaba más y más, alejándose de lo que originalmente buscaban. No le agradaba ese hombre en absoluto. Si toleraba todo eso, era porque respetaba la decisión de su amigo y confiaba en su juicio.
Al llegar, arrojó el agua en el lavado y observó distraídamente el remolino acuoso formarse hasta desaparecer dentro de la cañería. Abrió el grifo y dejó llenar el recipiente de madera. Sus pensamientos también estaban puestos en el anbu y la niña.
- ¿Y ahora, que sigue? - susurró Konan, dirigiendo su interrogante hacia Uchiha Itachi.
Podía entender las intensiones de Madara al pedirle que asista a la pequeña por ser provechoso a sus intereses, pero no así la de Itachi.
La situación en la que estaba metido, al tener un pie dentro de la organización, era uno que le impedía la posibilidad de asumir la responsabilidad de proteger una vida ajena.
Por eso mismo, si el destino de esa inocente era ser abandonada, con altas probabilidades de morir, entonces, ¿qué sentido tenía rescatarla y sacarla de Konohagakure en primer lugar?
"Que intromisión más inútil." pensó Konan ante la desatinada acción del Uchiha. El inmutable semblante de su rostro permaneció perenne, contrastando con las ideas que surcaban su mente.
Le parecía innecesario que un niño tuviera un final miserable y lleno de traumas, al caminar desvalido por el mundo. Lo más sensato que se podía hacer en esa situación, era darle una muerte digna a la vida que se estaba extinguiendo por las heridas y la fiebre.
¿Pero qué podía saber ella de lo que realmente pasaba por la cabeza de ese ninja desertor?
Esperaba estar juzgando mal, aunque el panorama no se mostraba alentador.
Se giró y apoyó la espalda baja sobre la base del lavado. Sus ojos dorados se fijaron en el techo, luego en las múltiples telas de araña en una de las esquinas. Despejó su mente hasta quedar en blanco y luego, cerró los ojos por unos breves segundos.
Soltando aire lentamente, se giró para cerrar el grifo y acercar el recipiente con agua junto a la camilla.
Hecho eso, comenzó a preparar una bandeja con pomadas, apósitos, y lo que creyó necesario para dejarlo en la mesita junto al recipiente de madera. Allí sería más sencillo de ver y rápido de usar.
Una vez lista la bandeja de primeros auxilios, la depositó dónde había previsto y se giró rumbo a la salida.
Echó un último vistazo antes de salir de la habitación. Todo había quedado ordenado y predispuesto para dar las indicaciones necesarias más tarde.
Cerró la puerta tras de si.
Ahora iba a regresar junto a Nagato para controlar su estado de ánimo y de salud. Su amigo no había tenido objeciones con que ella asista a la niña y permanezca todo ese tiempo estabilizándola. Sin embargo, la tarea le llevó un día y medio y ya le inquietaba estar tanto tiempo alejada.
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Más allá de la oscuridad
FanficAU. Esta historia comienza en los días previos al Golpe de Estado que planeaban los Uchiha. Tras los eventos de la masacre, Itachi abandonara la aldea, pero en pos de proteger a una niña inocente, se verá obligado a huir con ella. En el camino, ambo...