Vóleibol [NaruSasu]

Episodio 5.

Las semanas pasaban y cada vez era más evidente que el chico nuevo, Ryuu, buscaba la compañía de Sasuke. Aunque al principio parecía algo casual, ahora se había convertido en una especie de ritual: Ryuu aparecía después de las prácticas de vóleibol o durante el almuerzo para charlar con Sasuke, y esto no pasaba desapercibido para Sakura.

Una tarde después de los entrenamientos, Sasuke estaba guardando sus cosas cuando Ryuu se acercó nuevamente.

—Hola, Sasuke. Quería invitarte a jugar una partida de vóleibol con algunos amigos este fin de semana. ¿Te animas? —preguntó Ryuu con una sonrisa segura.

Sasuke, sorprendido por la invitación, dudó por un momento. No solía aceptar planes con personas fuera de su grupo cercano, pero la idea de jugar en otro ambiente le parecía interesante.

—Quizá pueda ir. Tengo que revisar mis horarios —respondió Sasuke, tratando de sonar casual.

Al día siguiente, mientras Sasuke y Sakura caminaban juntos, ella lo miró con una expresión de curiosidad.

—¿Qué tal con Ryuu? —preguntó sin rodeos—. Parece que quiere ser más que un simple amigo.

Sasuke sintió un leve rubor en sus mejillas.

—Es solo un compañero de la preparatoria. Además, aún no sé bien qué busca, pero no creo que sea algo serio.

Sakura sonrió y decidió cambiar el tema, aunque sus sospechas no desaparecían.

Más tarde, durante otra salida al parque con el grupo de amigos, Naruto notó que Sasuke parecía más callado de lo usual. Se acercó a él cuando los demás estaban distraídos.

—Oye, ¿todo bien, Sasuke? Últimamente te veo... diferente —dijo Naruto, con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Sasuke lo miró, y por un momento pensó en hablar sobre lo que sentía. Sin embargo, prefirió guardar silencio, sonriendo levemente.

—Sí, Naruto. Todo está bien.

Pero en su interior, Sasuke no estaba tan seguro. ¿Sería Ryuu el detonante de una confusión que él mismo no entendía? ¿O era simplemente un amigo más?

Unos días después de la salida al parque, Sasuke recibió un mensaje de Naruto. Era una invitación inesperada para pasar el fin de semana en su casa, algo que no hacían desde los primeros años de secundaria. Sasuke aceptó con una mezcla de entusiasmo y nervios; aunque era su mejor amigo, últimamente sentía que algo había cambiado entre ellos.

El sábado, Naruto lo recibió en la puerta con su típica sonrisa brillante.

—¡Por fin llegaste, teme! Tengo todo listo para la tarde de películas —dijo Naruto, guiñándole un ojo.

Entraron a la casa, y el ambiente pronto se llenó de risas mientras discutían qué película ver. Al final, terminaron eligiendo una de aventuras, aunque Sasuke apenas podía concentrarse. Sentado junto a Naruto en el sofá, notaba el roce de su hombro y la cercanía entre ambos de una forma diferente, casi electrizante.

A mitad de la película, Naruto se giró de repente hacia él, pillándolo por sorpresa.

—Oye, Sasuke... —dijo, su tono algo más serio—. ¿Qué tal todo en la preparatoria? He notado que últimamente estás más distante, como... pensativo.

Sasuke desvió la mirada, tratando de encontrar una respuesta convincente, pero en el fondo sabía que sus pensamientos giraban en torno a Naruto, y también a las palabras de Sakura sobre "saber lo que sientes".

—No es nada... solo el cambio de secundaria y, ya sabes, el equipo de vóleibol —respondió evasivamente.

Naruto se rió y le dio un leve golpe en el hombro.

—Claro, claro. Seguro es eso —dijo, aunque su tono mostraba que no le creía del todo.

La tarde continuó con más charlas y bromas. Sin embargo, cuando Sasuke se preparaba para irse, Naruto lo sorprendió con una pregunta que lo descolocó.

—Sasuke, si tuvieras que decir... ¿qué es lo que más valoras en un amigo? —preguntó Naruto, con una intensidad en sus ojos que Sasuke no había visto antes.

Por primera vez, Sasuke sintió que no podía evadir la verdad.

—Supongo que... alguien que me entienda, que me acepte como soy —respondió, sintiendo que esa respuesta estaba dirigida a Naruto.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, con Naruto sosteniendo la mirada, hasta que este sonrió suavemente.

—Entonces, espero ser ese alguien para ti.

Ese comentario dejó a Sasuke con el corazón latiendo a toda velocidad, y mientras salía de la casa de Naruto, no podía evitar preguntarse si esos sentimientos que intentaba negar eran, en realidad, algo mucho más profundo.