Ep. 9: Primeras grietas

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Una semana después, Riley no era la misma, simplemente parecía que aquella llama en ella había desaparecido.

Ella estaba recostada en su cama, mirando la nada del cuarto, con una expresión totalmente muerta en sus ojos. Estaba viva y respirando. Pero algo en su interior simplemente había desaparecido...O había muerto.

Todo a su alrededor era tan ajeno a su realidad, ya nada lo miraba como antes, o ni siquiera lo miraba. Era tanto su vacío, que no podía sentir las caricias de Valentina en su brazo u oír la canción que tarareaba cerca de su oído. Trataba de rellenar este extraño dolor con el cariño que le brindaba Valentina de vez en cuando, buscaba algo en ella que no sea dolor. No soportaba esta sensación, quería ignorarla, tratar de olvidarlo...O simplemente morir para ya no sentirlo.

V:-Voltéate boca arriba-. (Valentina ordeno en su oído, gruñendo levemente. Sabía que en algún momento de la noche esto pasaría, siempre pasaba, no importa que día sea. Así que, acato a su orden automáticamente, y abrió sus piernas para dejar que Valentina se entrometa en ellas, mientras que ella se quitaba su pantalón de pijama junto con la ropa interior de ambas).

No dijo nada cuando la penetro, apenas soltó un sorpresivo jadeo, pero de ahí, nada más. Solo miraba el techo de la habitación mientras Valentina la embestía con ganas, siendo fácil para ella por el hecho de que esta como piedra en su lugar, nada más suelta algunos quejidos cuando toca su punto G.

Ya fueron tantas veces las que fue profanada, que ya sabe actuar en estas ocasiones. Si se queda quieta y deja que la use, podrá dormir con ella en su cama y no el suelo, si sabía mantenerse callada, no recibiría ningún golpe, si contestaba todas sus órdenes y pregunta, en vez de recibir insultos ganaba uno que otro halago, lo que hasta ese punto la hacía sentir un poco mejor, la soledad en su alma ya no era tan oscura cuando la halagaba.

Sin embargo, todo lo bueno tiene algo malo, y es que cada vez que la usa, siente como si algo en ella se fracturaba, como si alguien cavara aún más ese vacío mientras era rellenada.

V:-Di que eres mía-. (Ordeno Ortiz contra la piel de su cuello, dejando un par de besos en este).

R:-Soy tuya-. (Siempre respondía de esta manera a sus órdenes, como un robot, era de forma automática aunque todavía no lo creyera).

V:-¿Quién es mi buena niña?-. (Esta vez, uso un tono más animado, incluso le sonreía con cariño mientras la miraba a esos ojos cafés llorosos por el mismo placer y excitación).

R:-Soy yo, siempre lo fui-.

V:-Buena chica-. (Halago, antes de salir de ella. Riley no reacciono a esto, simplemente se levantó de la cama para sacar del cajón a su lado una tableta de pastillas anticonceptivas que tiene que tomar después de sus sesiones, sin falta, sino, la paliza que le esperaba era grande).

V:-No las olvides-. (Dijo la castaña, ya entrando al baño, y vio como la chica pálida salía del cuarto con un último "si ama" y un pequeño asentimiento).

Esa era la rutina diaria de Riley, siempre entregarse a voluntad para sobrevivir en esa mansión. Ya no ha intentado escapar, porque, sinceramente, no le veía sentido si Valentina siempre la encontraría. Aunque en cierta parte tenía que admitir que si sabía comportarse no todo era malo. Ella era la buena niña de su ama si se portaba bien, y de ahí nada era malo...Incluso se atreve a decir que era mejor que vivir en su antiguo apartamento sin internet y apenas teniendo para comer.

...

Otra vez, como anoche, ella estaba entre sus piernas, empujando dentro de ella sin piedad, y besando con fuerza su cuello mientras con una malo aruñaba su cintura, y con la otra se sostenía fuerte el borde de la mesa del comedor donde estaba sentada Riley.

V:-Mierda Riley, eres deliciosa-. (Gruño ella, escondiendo su cabeza entre su cuello y clavícula. Riley a cambio de su halago decidió soltar gemidos falsos, porque sabe que le encanta que haga sonidos así sean falsos, y enrollo su cuello con sus brazos).

Después de un rato, paro con todo cuando sintió como es que llenaba su interior con aquel liquido espeso y caliente que ya conocía, señal de que su tortura por fin acabo. Ortiz se separó para implantar un beso en sus labios que trato de corresponder con dificultad, mientras que con una mano le masajeaba ahí abajo para una mejor sensación mientras salía, funciono un poco de hecho.

V:-Esta semana te comportaste bastante bien, nena-. (Jadeo, volviendo a ponerse sus pantalones y ayudándola a bajar al suelo).-Si quieres hoy podemos ver una película como premio, ¿te parece?-.

R:-Está bien-. (Acepto la rubia, aceptando un último beso de Valentina para verla partir a su oficina de trabajo).

Muchos le preguntarían cono es que puede aguantar ser violada todos los días sin falta, incluso ella también se lo pregunta. Pero para resolver esto, simplemente ignora el momento, y cuando acaba trata de dejarlo pasar haciendo otra cosa, ya sea hacer los quehaceres en el hogar o cocinar, como ahora lo hacía.

En eso, cuando volvió con los aliños para picarlos y unirlos a la sopa que estaba haciendo para el almuerzo, accidentalmente se cortó el dedo, no era un corte profundo, pero si lo suficiente grande para sacarle una mueca.

No hizo nada.

Una pequeña gota de sangre sale de la herida, pero el ardor es...Inexistente para ella. No, le arde, obvio que le arde. Pero simplemente...No puede sentir, por más que se esfuerce, su mente estaba tan destruida y se había acostumbrado tanto al dolor, que ya ni siquiera lo siente ni puede reaccionar a él. Pero, en vez de asustarse, miro otra vez el cuchillo en la tabla de cocina, y lo admiro un momento antes de tomar la maga y acercar el brillante filo a su muñeca.

...

Valentina bajaba tranquilamente por las escaleras que daban paso a la sala de estar, que estaba al lado de la cocina, mientras silbaba y trotaba en las escaleras con ropa deportiva para hacer su rutina diaria de ejercicio, con total tranquilidad. Esta se fue cuando vio la escena que había en la cocina con Riley y un cuchillo, y como cortaba su muñeca con él.

V:-¡¿Qué mierda es lo que haces?!-. (Casi grita, caminando apresurada directo a la chica pálida para quitarle el cuchillo).- ¿¡¿Eres estúpida o qué?!-. (Gruño con molestia, pero Riley no contesto, solo mantenía su vista en la herida que previamente se hizo).- ¡¿QUE COÑO TE ESTA PASANDO?! ¡CONTESTA!-.

Cuando esta vez no hizo nada, le lanzo una bofetada ante su ignorancia y poca atención. Aun así, no reaccionaba ante nada, simplemente se mantenía tiesa y estática en su puesto, lo que solo colmaba su paciencia.

Irritada y cansada de su actitud, camino con pasos grandes hacia una de las cestas de la sala, donde guarda llave de auto, casa y otras cosas más, en todo eso encontró el control remoto de la gargantilla, presiono un botón del mismo, y Riley recibió una fuerte descarga eléctrica que le saco un grito agudo y un par de jadeos más, pues esta vez Valentina utilizo el máximo nivel, fue tanto que incluso cayó de rodillas al suelo y trato de quitarse la gargantilla desesperada cuando la castaña no paraba con su tortura.

Por suerte, después de unos largos y dolorosos segundos, Valentina apago el aparato, dejando que Riley jadee cansada y con el cuerpo entumecido, eso fue todo lo que necesitaba para volver a su realidad, a su dolorosa realidad. Sintió que Valentina se arrodillaba frente a ella y tomaba su mentón, obligando a la fuerza verla a los ojos.

V:-¿Quién te creías para ignorarme así?-. (Gruño bajo, amenazando con volver a encender la gargantilla).

R:-L...Lo siento mucho, n...No sabía lo que me pasaba-. (Contesto la rubia débilmente, todavía jadeando un poco, fue tanto que incluso sentía lo dedo de sus mano y su cuello arder por la fuerte descarga).

V:-Claro que lo sientes-. (Vocifero Ortiz, soltando bruscamente su mentón, y sin más, se fue a uno de los pasillos de la mansión, dejando a la rubia sola en la cocina).

Continuará.......

Say You Are Mine- (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora