El frío del sótano era totalmente horrible, y eso que estaba bajo tierra, la humedad filtrada por los tubos de agua y acumulada en algunas zonas era pútrida y llenaba todo el lugar de un olor maloliente y desagradable, pero poco le importaba a Riley. Estaba temblando en el suelo y haciéndose bolita, era tan helado el clima que sus dientes chocaban unos contra otros, y lo que empeoraba la situación era que solo la mitad de su cuerpo estaba cubierto, pero la otra parte no, exactamente sus piernas dobladas contra su pecho.
No sabe cuánto tiempo ha pasado en ese lugar, nada más a estado echada en el sucio suelo de ese lugar, pero el dolor en gran parte de si cuerpo no la dejaba moverse parte del frío intercalando sus huesos, lo que nublaba su sentido del tiempo, estaba segura de que si seguía así le daría hipotermia.
Justo cuando creyó que todo terminaría ahí, una luz la ilumino, no solo a ella, sino también a una parte del sótano, jamás creyó que ver a Valentina caminar escaleras abajo hacía ella la emocionaría tanto como ahora, con ella traía una manta en su hombro y una bandeja de comida en sus manos...Incluyendo agua.
V:-Hola, Riley-. (Saludo la castaña, dejando la bandeja a su lado, no dudo ni un segundo en levantarse con una fuerza desconocida e ir directo a tomar toda el agua del vaso y comer como una mujer de las cavernas el plato de comida).-Enserio estabas hambrienta, creo que me pase un poco con la hora-. (Río, arrodillándose a su lado para tomar su cabello en un moño, porque ya se estaba comiendo algunos de sus mechones. Luego, desdoblo la manta que traía consigo, y la envolvió alrededor de rubia confundida por su generosa acción, cuando hace momentos se veía furiosa con ella).
R:-Tu... ¿No estas molesta?-. (Preguntó con la boca llena, limpiando los restos de comida en su rostro y comiendo con más calma).
V:-Oh no. Todavía sigo muy molesta...Pero eso no implica que deba dejarte muriendo de frío y hambre por otras 24 horas más-. (Río, a pesar de ser una broma, Riley solo aparto la mirada y siguió comiendo).-Espera, no te lo acabes todo, te tengo una sorpresa arriba, te la mereces después de aguantar tanto aquí abajo-.
La chica menor abrió los ojos en sorpresa ante esto, pero solo atino a levantarse del suelo con un poco de ayuda por parte de Valentina, ya que el dolor en su cuerpo aún seguía presente.
Ya arriba, se encontró con la sorpresa de encontrar el comedor con luces y velas decorativas en una mesa para dos personas, mientras que dos platos aguardaban en los puestos, era claro que Valentina preparo todo esto para ella en todo el tiempo que estuvo encerrada, y se sentía mal por como preparo todo con tanto esfuerzo al parecer, y ella trató de envenenarla, aparte de que la castaña vestía para la ocasión casual, mientras que ella solo la cubría la manta que Valentina le había dado.
R:-Esto es...Muy hermoso, no sé cómo pudo hacerlo después de lo que hice-. (Dijo, con expresiones culpables en su rostro mugriento).
V:-No te preocupes, esto es solo para recompensarte por encerrarte en el sótano, creo que había otras formas de castigarte en vez de esa-. (Le regaló un beso en los labios).-Anda, ve a bañarte y cambiarte mientras sirvo todo-.
Riley asintió, antes de caminar por uno de los pasillos para perderse de la vista de Valentina. Esta con una sonrisa se dirigió a una bodega donde aguardaban varias bebidas y vinos muy finos que algunas personas le regalaron por negocios, otros los compró ella misma para sus reuniones con compañeros y familiares, pero en esta ocasión tenía un vino reservado bajó llave, mientras que una bolsa de pastillas azules estaban a su lado.
Sirvió la bebida en dos copas de cristal, luego trituró una de las pastillas azules con una piedra que trajo de la cocina, y disolvió el polvo de la pastilla en la bebida que iba a ser de Riley.
Ya todo listo, salió del almacén, y dejó las copas en sus respectivos puestos sobre la mesa, pero no se esperaba que al girarse se encuentre con cierta chica en uno de los pasillos, exactamente, una rubia que vestía un lindo y abombado vestido celeste que le llegaba un poco más debajo de las rodillas, con un escote pequeño para no mostrar de más y con mangas largas, en sus pies tenía un par de zapatillas del mismo color del vestido y aretes y joyas paraban en sus orejas, cuello y muñecas.
V:-Te ves hermosa-. (Halagó, tomando las copas de vino en sus manos, una de ellas se la entregó a Riley, quien casi de inmediato tomó un sorbo de su bebida, sin notar la socarrona mirada de Ortiz sobre ella).
R:-Gracias, tú también te ves bien-. (Dijo, con una pequeña sonrisa en sus labios).
...
Riley no sabe cómo llegó a esto, de estar hablando y riendo muy animadamente con su ama...A estar recostada en la cama, con sus muñecas y tobillos atados juntos con esposas de cuero, y respirando con dificultad a medida que Valentina hacía estragos en ella con un vibrador en su interior.
R:-P...Por favor...-. (Suplicó con ansias entre gemidos ahogados cuando Ortiz apagó el vibrador y dejaba de moverlo, su interior se sintió libre de esa opresión una vez que lo sacó, pero el mismo ardor le recorrió la entrepierna cuando ya no había nada).
V:-¿Qué? ¿Lo quieres volver a tener dentro de ti?-. (Dijo, como si esto fuera alguna clase de juego para ella, mientras jugaba con el vibrador en su entrada).-Vamos, suplica por él, gánatelo-.
Así este perdiendo parte de su poca dignidad y respeto, Riley grito desesperada.
R:-¡P...Por favor! ¡S...Si lo quiero!-.
V:-Pareces una zorra, ¿sabes?-. (Río Valentina sobre ella, tomando su teléfono de la mesita de noche al lado de la cama para encender la cámara y apuntar esa luz blanca cegadora hacía ella).-Miren a quien tenemos aquí, a la pequeña perra cualquiera suplicando por más, solo mira cómo es que prácticamente goteas por mí-.
Apunto la cámara a su entrepierna, la cual, prácticamente goteaba flujos que lubricaban toda su entrada. Riley no sabe porque esta así, pero solo puede respirar con dificultad por cada minuto que pasaba sin ser profanada. Lágrimas saladas caen de sus ojos cuando Valentina apunto la cámara hacía su rostro, pudiendo apreciar cómo es que su pecho y rostro estaban colorados de un lindo rosa hasta las orejas, esto excita a la misma al ver su pecho subir y bajar y sus manos tratando de liberarse de la opresión de las esposas.
Era humillante como es que la insultaba y la hacía ver como una puta cualquiera, no solo era humillante, sino también doloroso.
R:-P...Por favor, para...-. (Suplicó con un pequeño lloriqueo, cerrando un poco los ojos cuando la luz del teléfono dio justo en sus ojos).-N...No puedo soportarlo más...-. (Y otra vez, los efectos de la viagra que puso Valentina en su bebida estaban haciendo los mismos efectos en ella con una ola eléctrica que atravesó su columna cuando Valentina presionó la punta de su erección en su entrada y dejaba libres sus muñecas y tobillos).
V:-¿Me quieres? ¿Me quieres dentro de ti?-. (Dijo la castaña en su oído, oyendo como es que soltaba un desesperado gemido que hizo vibrar por completo su cuerpo).
R:-S...Si, por favor, solo hágalo...-.
Un grito salió de su garganta cuando Ortiz acataba a su suplica e introducía toda su polla dentro de ella, generando otra ráfaga eléctrica que viajó por cada hueso de su columna, caderas y la piel de sus piernas temblando, incluso sintió cada vello de su cuerpo erizarse al sentir como empezaba a embestirla con fuerza. Para Valentina era excitante profanarla a la fuerza, mientras oía como gritaba en agonía y suplicaba porque parará. Pero oírla gemir cerca de su oído, suplica que vaya más rápido, mientras su cuerpo cae en completa sumisión hacía ella era igual, más excitante y realmente fácil por cómo se entrega a su propia voluntad, aunque la viagra haga de las suyas con ella.
R:-¡P...Por favor, más! ¡Más por favor!-. (Gimió Riley en medio del placer, sintiendo como es que Valentina acataba a su suplica para aumentar la velocidad, hasta que los movimientos se volvieron tan deliciosos que hizo su mente drogada papilla).
Continuará..........
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Say You Are Mine- (Adaptación)
FanficRiley conoció a Valentina cuando fue a buscar trabajo, así conociendo a su muy sexy jefa nueva que estaba segura que llevaría a su cama. Lo que jamás espero, es que esa noche termine siendo unas de las peores de su vida, y que Valentina termine abus...