god, i have my father's eyes...!!

12 4 0
                                    

08

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

08. MY FAMILY ISN'T PERFECT :(


la historia familiar de tiago comenzaba, naturalmente, con sus padres. sus padres se habían conocido de jóvenes, cerca de los veinte años. su padre había mostrado ser el hombre que toda mujer deseaba, conquistando a su madre y enredándola en sus garras. como casi todos los hombres, no firmó un papel que los declarara esposo y esposa, sólo se juntó con ella. fue un novio ejemplar, hasta que regresó al hábito de beber, el cual solo empeoró cuando griselda le anunció que estaban esperando un primogénito. 

—amor, pero... vos querías un varón... —dijo la mujer. aquello enfureció al hombre.

—¡pero todavía no quería ser padre, mujer!

así fue tiago uriel llegó al mundo en un ambiente familiar lleno de violencia por parte de su padre. esta violencia disminuyó un poco cuando el hombre lo tuvo entre sus brazos los primeros dos años de su vida. el pequeño creció siendo inocente, aunque tuvo que abrir sus ojos cuando empezó a ver los golpes que recibía su madre. él ocultaba todo esto, no quería que nadie supiera cómo vivían en su hogar.

su padre no era de hablar mucho. cuando se enojaba, se quedaba taciturno y salía de la casa, obviamente a tomar. tiago siempre lo veía irse con lágrimas en los ojos, deseando que su padre dejara su enojo de lado y jugara con él. quería ser como todos los niños y pasar una tarde con su papá. luego el hombre regresaba y dormía durante horas, hasta que furia se apoderaba de él y entonces golpeaba a su madre. 

su madre no lloraba mucho, como se esperaría de una situación, sólo tomaba los golpes y nunca peleaba, por temor a que su pareja la tomara en contra del pequeño tiago. él la escuchaba llorar cuando su padre dormía bajo los efectos del alcohol y tiago corría a abrazarla, a sus cortos cuatro añitos. 

—mami, ¿papá no nos quiere? —le preguntó de forma inocente.

—no digas eso, amor... él te quiere mucho. 

—¿y por qué te hace llorar? 

griselda no supo responderle. poco tiempo después, sus padres trajeron otra vida al mundo. una niña. su hermanita, ámbar. su padre estuvo feliz un tiempo, incluso llegó a pasar tiempo con él y la pequeña. naturalmente, eso volvió a llegar a su fin. los golpes y la violencia siguieron y esta vez, empezaron a dirigirse un poco hacia tiago, a quien regañaba por pequeñas cosas como el dejar sus carritos tirados por ahí o si sus tareas del kínder se veían "feas". el nuevo mejor amigo de tiago se había dado cuenta de eso y eso enojó al pequeño. no quería que paulito se enterara de eso. 

hasta que su madre decidió poner fin a ese infierno, en el cual vivían ella y sus hijos. le dijo a su padre que se iban a ir de su vida y que, si se atrevía a ponerle una mano encima a ella o a sus hijos otra vez, lo iba a matar con sus propias manos. fue una noche algo traumática para tiago, quien debería de estar dormido, sin embargo, estaba despierto, observando a sus padres en la oscuridad. fue la primera vez que él vio a su padre tan arrepentido, pero eso ya no servía de eso. 

estuvieron meses viviendo con sus abuelos, en un cuartito para los tres. tiago nunca se avergonzó de ello, él cuidaba de ámbar cuando regresaba de la escuela. ella era muy pequeña y él estaba en la primaria. la vigilaba mucho porque en una ocasión, la beba llegó a comerse una tarea suya. él decía que sólo era quiénes le habían dado la vida, aunque obviamente era mucho más que eso. él era verdaderamente el hijo de sus padres.

tiago era muy bueno para decir mentiras. lo había aprendido de su madre, cuando ella ocultaba los maltratos de su pareja y trataba de convencer a los demás de que era un buen hombre y a tiago, de que sí lo amaba. así era como ella había sobrevivido y como él estaba aprendiendo a llevar su vida.

tenía los mismos ojos que su padre, que su madre algún día amó y tal vez sólo por eso, ella era capaz de verlo a los ojos y decirle lo mucho que lo amaba. pero cuando lloraba, se parecía mucho más a su hermanita. definitivamente podía correr, pero no esconderse de su linaje familiar.

era difícil expresarlo para él, pero le dolía y le daba envidia cuando veía compañeros y amigos, cuya relación con sus padres era buena. tenía una herida que nunca iba a sanar, pues nada iba a reemplazar esos abrazos que tiago siempre buscó en su padre, pero que nunca recibió; nada iba a reemplazar esos festivales del jardín de niños a los que nunca fue por estar perdido en una botella de ron, o de whisky, o de cualquier otro alcohol. 

les tenía envidia a sus compañeros, cuyos padres siempre estaban presentes. las festividades como navidad y su cumpleaños siempre le iban a doler, por esa ausencia paterna. se preguntaba qué había hecho él para merecer eso. tal vez en su vida pasada fue muy malo y por eso, ahora diosito hizo que su papá lo odiara, era el pensamiento más recurrente de tiago durante toda su infancia.

había hecho mucho para tratar de deshacer el dolor que le provocaron las excusas de su madre —y de su propio padre— para la ausencia y falta de cariño. él era un niño, bastante pequeño cuando se dio cuenta, pero no era tonto, ni mucho menos. muchos adultos son idiotas y creen que, por ser pequeños, los niños no se dan cuenta, pero en ocasiones son hasta más listos que un adulto "preparado". 

alguien que te amaba, jamás haría algo como lo había hecho su padre, quien había tirado a la basura una bonita familia. ahora estaba tratando de cambiar todo su pasado, aunque sabía que nunca podría hacerlo, ¿cómo lo haría? podían compartir un mismo rostro y un mismo apellido, pero no eran lo mismo.

nunca lo serían.





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒄𝒉𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora