Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Ayer celebrábamos la vida de los santos en el cielo, y hoy recordamos y celebramos la misericordia de Dios en aquellas almas que han fallecido. Han dejado aquí su dimensión biológica, el cuerpo, pero ellos, que siguen viviendo, están siendo purificados por la mirada misericordiosa de Cristo.
A veces pensamos que el purgatorio es como un castigo por nuestros pecados. ¡Qué equivocados estamos! Todo lo contrario: el purgatorio es la misericordia grandísima de Dios, en la que Él nos hace ver qué no ha estado bien en nuestra vida, qué hemos omitido, qué hemos hecho mal. Nos da esa oportunidad tan maravillosa de arrepentirnos, de purificarnos, para entrar en la eternidad completamente purificados de cualquier cosa que no sea de Dios y así gozar al 100% del amor de Dios y del amor a los hermanos.
Por eso, sí, creemos en la comunión de los santos y rezamos por los difuntos para que sean perdonados de sus faltas. Es una costumbre que viene desde el Antiguo Testamento, y en todas las culturas siempre se ha rezado por los difuntos. Especialmente nosotros, en la Santa Misa, ofrecemos los méritos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. No hay mejor ofrenda, no hay oración más perfecta, no hay algo más grande que ofrecer la misa por un difunto o por varios difuntos, como es lógico. ¿Por qué? Porque entendemos que solo el amor de Dios purifica, que solo la sangre de Cristo derramada en la cruz nos limpia de todas nuestras culpas.
Por eso, sí, hoy es un día de rezar. ¿Resulta que ya están en el cielo hace mucho tiempo? Pues no te preocupes; seguro que irá para alguna otra persona por quien nadie reza. En todo caso, es una oración de "rebote", es decir, si rezas por alguien que ya no necesita esas gracias, éstas también te beneficiarán a ti, porque has tenido la misericordia, el cariño y has hecho el esfuerzo de rezar por alguien querido.
Efectivamente, estos días la gente va más a misa, visita más los cementerios e intenta ganar indulgencias plenarias, que son una maravilla que la Iglesia Católica ofrece para liberarnos de las penas del purgatorio. Porque, en definitiva, son días de amar. Miren, los difuntos nunca son solo un recuerdo. Especialmente a las personas amadas no se las puede dejar de amar, y el amor no es un recuerdo, no es un pensamiento, ni un sentimiento. El amor es algo mucho más profundo: cuando tienes un vínculo con alguien y ese vínculo es tan grande, tan bonito y tan importante, ni siquiera la muerte puede romperlo.
Experimentamos estos días que seguimos amando a las personas que se han marchado, además con un amor más purificado, más profundo, más auténtico. Sí, hoy conmemoramos a todos los fieles difuntos para decirles: nunca los vamos a olvidar, siempre los vamos a amar, porque el amor no permite el olvido. Siempre estarán muy presentes, a veces en forma de dolor, de nostalgia, pero muchas veces en forma de gozo. Y así, cada año haremos esta oración tan bonita y tan importante por todos los fieles difuntos.
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TIEMPO ORDINARIO 2
EspiritualEl Tiempo Ordinario es la temporada en la que celebramos la vida y las enseñanzas de Jesucristo y lo que significa ser su discípulo. El nombre de este tiempo deriva de la palabra ordinal, que significa "contar". Es llamado Tiempo Ordinario porque la...