Fuera de cámaras || Garime

Capítulo 9

Era la víspera de Navidad, y Karime pasaba la tarde en su departamento en compañía de Norris y su gran amigo Micky. Él siempre encontraba excusas para visitarla y pasar tiempo con el gato, al que trataba como a un sobrino.

—¿Qué tienes? —le preguntó Micky, notando cómo Karime se frotaba los ojos y se estiraba cada tanto—. Te veo tensa.

—Es que lo estoy —contestó Karime mientras tomaba una pequeña caja de la mesa del comedor.

—¿Qué es eso? —preguntó él, dejando que Norris bajara de su regazo para acercarse.

—Es un regalo de Leo. Me dijo que le hubiera encantado pasar la Navidad conmigo, pero entendía que quisiera estar con mi familia. —Al abrir la caja, mostró una delicada pulsera con un dije en forma de "K".

—Está bonita, y se nota que tiene dinero —comentó Micky con una sonrisa juguetona—, justo como le gustan a la matrioshka.

Karime soltó una risa breve, pero se quedó pensativa, acariciando el dije. Micky notó su silencio y frunció el ceño.

—¿No te gustó? —preguntó.

—No, sí, está lindo, pero no sé —respondió ella, encogiéndose de hombros.

—¿Te gusta él?

—Sí,  algo. Es guapo, tiene temas en común conmigo, me trata bien y es detallista. Pero a veces siento que estamos hablando de lo mismo, como si hablara conmigo misma. Al principio fue divertido, pero todo es demasiado perfecto, y eso me incomoda un poco.

Micky la miró con asombro.

—¿No te convence porque es demasiado perfecto?

Karime lo miró buscando apoyo, pero él negó con la cabeza.

—Lo que te molesta no es que Leo sea perfecto, sino que no sea Gala.

Karime entrecerró los ojos, como si el nombre la hubiera despertado de golpe.

—¿Qué tiene que ver Gala? —preguntó, confundida.

—Tiene todo que ver. Desde que salieron del reality, todos se dieron cuenta de que tú no eres la misma. La gente lo nota, habla de eso, y Leo seguro que también lo sabe. ¿Qué piensa él de "Garime"?

Karime suspiró.

—Es raro, porque en lugar de molestarse, me apoya demasiado. Me dijo que no le importa que hablen de Gala y de mí. Cuando se enteró de todo lo que pasaba en redes, me dijo que confiaba en mí y en que Gala y yo solo éramos amigas.

—Claro que es perfecto —Micky chasqueó la lengua—. Y sin embargo, piensas en Gala.

Ella miró hacia el techo, reprimiendo unas lágrimas que amenazaban con salir.

—¿Cómo es posible que, después de semanas sin hablar ni vernos más que en eventos, yo siga enamorada de ella? —dijo en voz baja, casi susurrando—. ¿Cuánto tiempo más tengo que esperar para olvidarla?

Micky la miró con ternura y le acarició el hombro.

—Tal vez el problema es que estás tan obsesionada con olvidarla que solo logras recordarla más.

Karime suspiró, limpiándose una lágrima rebelde que rodó por su mejilla.

—No es solo eso. La misma noche que salimos del reality, ella me confesó que le gustaba y luego me pidió que solo fuéramos amigas, eso me confundió todavía más.

Micky abrió los ojos, sorprendido.

—¿Y qué le dijiste? —preguntó Micky, curioso por saber más.