Capítulo 12

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La luz dorada del amanecer comenzaba a filtrarse a través de las cortinas de la habitación de Gala, bañando el espacio con un resplandor cálido y acogedor. Ella abrió los ojos lentamente, dejando que la claridad la envolviera, y una sonrisa ligera asomó en sus labios al sentir la paz del lugar. El suave murmullo de las olas en la distancia llenaba la habitación, como si el tiempo en Puerto Vallarta transcurriera a su propio ritmo, relajado y sereno.

Mientras se estiraba, escuchó una risa ahogada al otro lado de la habitación. Briggitte estaba despierta, recostada en su cama, con una sonrisa divertida en el rostro mientras la observaba.

—¿Qué te pasa? —preguntó Gala, incorporándose con una ceja arqueada.

—Nada, solo que es raro verte tan relajada. Hasta parece que alguien te tiene muy contenta —respondió Briggitte, lanzándole una mirada pícara.

Gala intentó disimular una sonrisa, pero el rubor en sus mejillas la traicionó. Sabía perfectamente de quién estaba hablando su amiga, y aunque intentaba restarle importancia, era imposible ignorar la sensación que le producía estar cerca de Karime, esa paz que la envolvía y hacía desaparecer cualquier tensión.

—Es solo el lugar, ¿sabes? —respondió con un tono casual, mientras se levantaba para estirarse. Pero Briggitte no le creyó ni por un segundo y sacudió la cabeza, divertida.

—Claro, el "lugar" —respondió con una sonrisa burlona—. vístete, nos esperan para desayunar.

Gala dejó escapar una risita, poniéndose unos shorts y una camiseta ligera para comenzar el día. Al salir junto a Briggitte, ambas caminaban por el pasillo entre bromas y risas, sus voces animadas llenando el aire hasta llegar al comedor del hotel, donde Micky y Karime ya las esperaban con unas tazas de café.

—Por fin llegan las dormilonas —bromeó Micky, alzando su taza a modo de saludo.

—Bueno, alguien tiene que descansar, ¿no? —contestó Gala, lanzando una mirada a Karime, quien le respondió con una sonrisa radiante que hizo que el corazón de Gala latiera un poco más rápido.

—Hoy va a ser un día increíble —dijo Karime, su entusiasmo evidente en su sonrisa—. Desayunamos y luego nos arreglamos para la fiesta, estoy muy emocionada.


Poco después del mediodía, las tres chicas estaban en la habitación de Gala y Briggitte, listas para maquillarse juntas, como solían hacerlo en el reality. Las risas y bromas llenaban el ambiente mientras desempacaban sus productos de maquillaje.

—Galaaa... —dijo Karime alargando la última "a" con un tono juguetón—, ¿me puedes ayudar con el eyeliner?

—Claro que sí —respondió Gala, girándose hacia ella.

Dejó lo que estaba haciendo y se acomodó frente a Karime para delinearle los ojos. Con suma concentración y suavidad, comenzó con el primer ojo.

—A ver, mírame —murmuró, sus ojos fijos en los de Karime—. Qué bonitos ojos tienes, Karime. No me voy a cansar de decírtelo.

Karime se sonrojó, esquivando la mirada por un momento, aunque no pudo ocultar una sonrisa tímida. Briggitte, desde el otro lado de la habitación, las observaba con una sonrisa traviesa.

—Listo —anunció Gala finalmente, separándose con una sonrisa orgullosa.

—Gracias, guapa —le dijo Karime, guiñándole un ojo.

—Ahora vuelvo, chicas —dijo Briggitte mientras caminaba hacia la puerta—. Dejé algo con Micky, regreso en unos minutos —añadió, enfatizando "unos minutos" con una risa contenida.

Fuera de cámaras || GarimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora