Capítulo 19

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Entre bestias

Sophia.

Desde hoy voy a ocupar a la mansión de las damas en San Francisco, California, tía Angélica me acompaña, es fundamental que esté al tanto de todo, además de que la necesito a mi lado; ha sido la única en quien he podido confiar siempre. Walter también estuvo presente en un momento, pero la carga de la mafia, heredada de nuestro bisabuelo, lo llevó a distanciarse de este drama familiar.

Cada mansión de las damas en el mundo cuenta con un calabozo subterráneo, donde mantenemos a las lacras que capturamos y donde nos reunimos. Rose cumple su papel, y también tenemos un coliseo de arena destinado a combates y entrenamientos.

Descendemos a los calabozos subterráneos de la mansión, donde Muralla y Rose nos esperan, tal como lo solicité.

— Aquí tienes lo que pediste, mi Dama — dice Muralla, entregándome una carpeta repleta de información —. Encontrarás lo que me solicitaste esta mañana. — La recibo y asiento, él añade — Deberías leerlo sola, Sophia, te sorprenderá.

— Espero que no sea nada malo, Muralla, no quiero traiciones en la Legión — le advierto.

— Esa información no tiene relación con ninguna traición a la Legión — responde Muralla, observando a Rose y a tíaAngélica, que conversan distraídas a cierta distancia —. Es algo que les concierne a ustedes como familia, por eso es mejor que nadie más vea esto hasta que tú, mi dama, decidas qué hacer.

La intriga me consume, y él lo sabe, me observa con esa mirada que me desarma.

— Deja de ser tan impaciente, niña — me dice, cruzándose de brazos.

— No me ayudas en nada, Muralla — le respondo, frustrada.

— Siempre tan obstinada y rebelde — escucho la voz de un hombre que irrumpe en la conversación — Sophia, ¿cuándo dejarás esos defectos?

No puedo creer que esté aquí.

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto, sorprendida.

— Al menos saluda a los viejos amigos — me responde con una sonrisa.

— David Silva, ¿cuándo llegaste? No te vi al entrar — le digo, recordando nuestra época universitaria.

— Llevo un rato aquí, Muralla me dejó pasar, estuve esperando afuera — se coloca frente a mí, con los brazos cruzados. — Me mandaron porque parece que se avecina algo importante.

— Alice te envió — asiente — ¿tienes algo más que añadir?

— No, solo vine a ponerme a disposición de nuestra dama.

— Bien, estaré aquí unos días, necesito tu ayuda con algunos asuntos, así que ven.

Nos reunimos para discutir lo que me inquieta desde mi encuentro con Massimo.

— Rose, necesito que investigues sobre Vladímir Volkov Lyons — ella comienza a buscar información — llegó hoy para encontrarse con Massimo mientras yo estaba allí.

— Seguramente es otro mafioso más que viene a negociar con Massimo — opina Muralla.

— No tengo dudas de que es un mafioso.

— Entonces, ¿cuál es el problema?

— Ese hombre se le oscurecen sus ojos , igual que los míos — todos me miran con curiosidad — recuerden que mis ojos se oscurecen cuando estoy furiosa o abrumada por emociones, en resumen, él tiene lo mismo que yo.

+21 La Legión de las DamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora