Naruto x Georgina

Capitulo 2

Capítulo 2: Atrapados en Dos Mundos

Pasaron unos días desde el primer encuentro entre Naruto y Georgina. Aunque solo había sido una conversación breve, Naruto no podía sacar a la joven vendedora de su mente. Su naturalidad y sencillez eran refrescantes en comparación con el bullicio y la superficialidad que rodeaban su vida en el fútbol profesional. Decidido a volver a verla, aprovechó una tarde libre y se dirigió nuevamente a la tienda.

Georgina estaba arreglando algunos maniquíes en el escaparate cuando lo vio entrar. Sus ojos se iluminaron, sorprendida de que Naruto realmente hubiera cumplido su promesa de regresar. Tomó un respiro profundo para calmar los nervios y se acercó con una sonrisa.

“Hola, Naruto. ¿Te ayudó la camiseta que compraste la última vez?” preguntó Georgina, intentando no demostrar la emoción que sentía al verlo nuevamente.

“Sí, me encantó. De hecho, vine a buscar más recomendaciones… y a saludarte, claro,” respondió Naruto, dándole una sonrisa cálida que la hizo sonrojarse un poco.

A medida que exploraban juntos la tienda, la conversación fluyó de manera natural. Naruto le preguntó a Georgina sobre sus sueños y ambiciones, interesado en conocer más allá de la mujer que veía. Ella le contó que había estudiado diseño de modas, pero la vida la había llevado a trabajar como vendedora en la tienda. Aunque disfrutaba el trabajo, soñaba con diseñar sus propias colecciones algún día.

“Entonces, ¿por qué no lo haces?” le preguntó Naruto, con ese tono optimista que lo caracterizaba. “Si es tu sueño, deberías seguirlo. A veces la vida parece complicada, pero cuando tienes algo que realmente amas, puedes superar cualquier cosa.”

Georgina rió suavemente. “Es fácil decirlo cuando eres Naruto Uzumaki, una estrella del Real Madrid,” comentó ella, con un tono juguetón, aunque en el fondo sentía que había verdad en sus palabras. “Mi mundo es diferente, pero… gracias. A veces solo se necesita alguien que te lo recuerde.”

Justo en ese momento, un grupo de personas los reconoció desde el escaparate de la tienda. Los murmullos y miradas curiosas comenzaron a rodearlos, y en cuestión de minutos, un par de fanáticos se acercaron para pedirle a Naruto fotos y autógrafos. Georgina, incómoda por la atención, se apartó un poco para darles espacio.

Naruto, aunque acostumbrado a la fama, se sintió frustrado. Por primera vez en mucho tiempo, solo quería un momento tranquilo, y la presencia de los fanáticos lo alejaba de esa conexión que había comenzado a construir con Georgina. Sin embargo, firmó los autógrafos y posó para las fotos con su habitual sonrisa.

Cuando los fans se retiraron, Naruto se acercó a Georgina, notando la expresión preocupada en su rostro. “Lamento que te incomoden estas cosas,” dijo, sincero. “A veces no me doy cuenta de lo que la gente espera de mí, y cómo eso puede afectarte también.”

Georgina lo miró y le dio una sonrisa comprensiva. “Entiendo. No es fácil estar en el centro de atención. Pero creo que… que realmente vales la pena, Naruto. Así que, si necesitas ayuda para escapar de tus fans de vez en cuando, puedes contar conmigo.”

Naruto se sintió reconfortado con sus palabras. Ella era diferente a cualquiera que hubiera conocido, y sabía que estaba comenzando a sentir algo especial por ella. Antes de despedirse, le pidió su número, prometiendo mantener el contacto y, si el destino lo permitía, volver para otra visita.

Esa noche, mientras Georgina guardaba su teléfono con el contacto de Naruto en la lista, sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que estaba adentrándose en un mundo complejo, pero había algo en Naruto que la hacía querer arriesgarse. Tal vez, solo tal vez, este era el comienzo de algo extraordinario.