Naruto x Georgina

Capitulo 3

Capítulo 3: Partido Contra el Barcelona y la Cita

El día del clásico había llegado, y el estadio Santiago Bernabéu estaba repleto de fanáticos emocionados, que ondeaban banderas y coreaban a sus equipos. Naruto sintió el peso de la responsabilidad al entrar al campo; este no era solo otro partido, era el encuentro con su eterno rival, el Barcelona. Una actuación destacada en el clásico podría ser el trampolín definitivo para su carrera.

Georgina, por su parte, se encontraba entre el público, aunque en una sección discreta, lejos de los reflectores. Había estado nerviosa toda la tarde; aunque solo había intercambiado unos pocos mensajes con Naruto desde la última vez, él la había invitado a cenar esa noche, y ella aceptó sin pensarlo dos veces. Ahora, viéndolo desde las gradas, se sentía emocionada y ansiosa. La multitud rugía cada vez que Naruto tocaba el balón, y el ambiente de rivalidad le daba al juego una intensidad que ella no había sentido antes.

El partido comenzó con fuerza. Naruto demostraba su habilidad, moviéndose con agilidad entre los jugadores del Barcelona. Cerca del final del primer tiempo, tras un pase perfecto de su compañero, Naruto se encontró con el balón en los pies y el arco frente a él. Con un movimiento rápido, dejó atrás a dos defensores y lanzó un potente disparo que terminó en la esquina de la red. ¡Gol! El estadio explotó en vítores, y Naruto levantó los brazos, celebrando con una sonrisa mientras el público coreaba su nombre.

Georgina, desde las gradas, aplaudió emocionada, sintiendo el orgullo y la alegría de ver a Naruto brillar. Sin embargo, decidió no acercarse ni tratar de llamar su atención, respetando el espacio que él necesitaba como profesional en ese momento. Sabía que pronto se verían en un ambiente más privado y tranquilo.

---

Esa Noche - La Cita

Al terminar el partido, Naruto apenas pasó por los vestuarios para cambiarse antes de dirigirse a un pequeño café en una zona tranquila de Madrid. Nervioso, llegó primero y se sentó en una mesa junto a la ventana. Cuando Georgina apareció en la entrada, con un vestido sencillo pero elegante, Naruto sintió que su cansancio desaparecía al instante. Su sonrisa genuina y natural lo desarmó por completo.

“¡Hola, campeón! Felicidades por el partido,” dijo Georgina, dándole un abrazo de felicitación. Naruto sonrió, sintiéndose tímido a pesar de su personalidad extrovertida.

“Gracias, fue un partido intenso. Aunque confieso que pensé en ti justo antes de ese gol,” bromeó, logrando que ambos se rieran y que la tensión del momento se disipara.

Durante la cita, la conversación fluyó con una facilidad asombrosa. Hablaron de sus vidas, de los desafíos de ser una estrella del fútbol y de los sueños que ambos querían alcanzar. Georgina confesó que, a pesar de disfrutar su trabajo en la tienda, su verdadera pasión era el diseño de moda. Naruto la escuchó con atención, admirado por su valentía y sinceridad.

“¿Y qué te detiene para seguir ese sueño?” preguntó Naruto, mirándola directamente a los ojos.

Georgina se encogió de hombros y sonrió con un toque de nostalgia. “Supongo que la vida se complica. No todos los días una se atreve a dejarlo todo para perseguir algo tan incierto.”

Naruto la miró, con una seriedad que ella no había visto en él hasta ese momento. “Yo pienso que, cuando algo realmente importa, vale la pena intentarlo. Así como tú te arriesgaste viniendo esta noche.”

Georgina se sonrojó, sorprendida de cómo Naruto podía ver a través de ella con tanta facilidad. “Bueno, no voy a mentir, fue una decisión un poco loca. Pero estoy aquí porque creo que vales la pena.”

El momento se llenó de una mezcla de emoción y timidez, y ambos quedaron en silencio por un momento. Naruto sabía que estaba empezando a sentir algo especial, algo que iba más allá de la emoción pasajera. Sin embargo, no podía evitar la duda sobre cómo la presión de su mundo afectaría a Georgina.

“Georgina, ¿te preocupa la idea de estar… conmigo? Con todo lo que eso implica, la fama, los fans…” preguntó con un tono serio.

Ella lo miró fijamente y respondió con una sonrisa tranquila. “Sé que no será fácil, pero creo que el esfuerzo vale la pena. A veces, las cosas que nos asustan son las que realmente nos hacen crecer.”

Naruto se sintió profundamente conmovido por su respuesta. Esa noche, mientras caminaban juntos bajo las luces de Madrid, él sintió que había encontrado a alguien que comprendía su vida más allá de la fama y la apariencia. Con Georgina a su lado, Naruto sentía que podía enfrentar cualquier desafío.

La cita terminó con una promesa de volver a verse pronto, y mientras Naruto la veía alejarse, supo que este momento marcaría el comienzo de una historia que ambos recordarían por mucho tiempo.