Consentido y mimado: Querido esposo

Capítulo 6

Xu You abrió los ojos de par en par. ¡Espera un momento, Tan Xiaobao! ¿Por qué me llamas "papá pequeño"?

¿Debería aceptar o no ese título?

Bajó la cabeza y lanzó una mirada furtiva a Tan Hu.

Como no lo corrigió de inmediato, ¿sería que tiene esa intención?

Xu You, emocionado, retorció los dedos y estaba a punto de responder cuando escuchó la voz grave de Tan Hu:

—Xiaobao, no puedes llamarlo papá pequeño; debes decirle "tío menor."

La emoción de Xu se apagó de golpe.
Forzando una sonrisa, respondió, malhumorado:

—Sí, no me llames papá pequeño. Si me llamas así, ¿cómo voy a encontrar una pareja en el futuro?

Tan Hu, que había notado las miradas de Xu, sabía que no estaba feliz con la corrección, pero oírlo decirlo en voz alta le molestó un poco. Sobre todo la última parte: claramente, Xu You aún esperaba encontrar a alguien más.
Con una expresión más seria, Tan Hu dijo:
—A comer.

Su rostro ya tenía una expresión bastante severa de por sí, por lo que nadie notó su incomodidad.
Los tres niños soltaron una exclamación de alegría, levantaron la cortina y salieron corriendo.
—¡A comer, a comer!

Xu You, cabizbajo, siguió a los niños. Ni el desamor podría detenerlo de ir a comer.

—Espera un momento —dijo Tan Hu.
Xu You, con la mano aún en la cortina, se giró con un tono algo brusco:
—¿Qué?

Tan Hu dudó un segundo y luego respondió:
—Hace mucho frío afuera, mejor te llevo la comida aquí.

El mal humor de Xu se desvaneció de inmediato, y hasta se sintió un poco apenado.
—No... no hace falta. Puedo salir a comer. Es molesto que siempre me estés trayendo y llevando la comida.
Parecía como si estuviera en cuarentena posparto.

Espera, ¿qué clase de comparación es esa?
Un momento... ¡el Xu original era un Ge'er, y los Ge'er pueden tener hijos!

Xu You sintió un escalofrío de sorpresa. Miró al corpulento hombre a su lado y pensó: Si tuviera un hijo con él...
Bueno, quizá no sería tan malo.
Un calor le subió desde los pies hasta la cabeza. Definitivamente no tenía remedio.

¿Y qué importa?
Encontrar una persona que realmente te atraiga no es fácil. ¿Quién no se deja llevar un poco en la juventud? Y en este mundo, casarse y tener hijos era totalmente legal.
¡Hum! Una pizca de orgullo se asomó en su interior.

Tan Hu, al verlo encogido y tenso, sintió un nuevo impulso de frustración.
—El médico dijo que no debes exponerte al frío. Si realmente no quieres incomodar a nadie, mejor cuida de ti mismo —dijo, abriendo la gruesa cortina con un movimiento firme y saliendo. El viento frío golpeó de lleno a Xu, haciéndolo volver a la realidad.

¡Bah!
La ráfaga helada le aclaró la mente. Mi interés amoroso estuvo casado, tiene un hijo y aún está enamorado de su esposa fallecida.
Ya hasta tenía pensada la cara que pondría cuando le pidiera que se hiciera responsable si salía embarazado.
Fantasear tiene sus peligros, pero viva la fantasía.

Xu You, derrotado, cenó dos tazones adicionales, y luego, con la barriga llena, se dedicó a contarle cuentos a Tan Xiaobao. El niño, pegajoso como un chicle, no se separaba de él después de la cena.
Le contó la fábula de la tortuga y la liebre, la historia del mono y las sandías, y el cuento del zorrito que vendía problemas.
Eran los mismos cuentos que Xu solía contarle a su sobrino para dormir, así que los interpretaba con gracia, haciendo reír tanto a Xiaobao que hasta le cambiaba la voz.