Consentido y mimado: Querido esposo

Capítulo 13

Tan Hu guardó sus cuchillos y se dispuso a salir, mientras Xu You lo acompañaba hasta la puerta del patio.

— ¿Vuelves a casa a comer? —preguntó Xu You.

—No —respondió Tan Hu, en un tono cálido—. Por la tarde tengo otro trabajo, así que tú solo ve a la casa de mi cuñada para el almuerzo.

Xu You desvió la mirada, algo avergonzado.

—Claro, si no sé cocinar... ¡es obvio que voy a ir a comer allá!

Tan Hu sonrió.

—Mmm, perfecto. Cuando termine de comer, descanse un rato.

—¿Me tomas por un cerdo? —protestó Xu You, haciendo un puchero—. ¡Solo como y duermo!

Tan Hu miró el sol en lo alto, sintiendo un leve cosquilleo en el pecho.

—Anda, vuelve adentro.

—Voy a ir a casa de la cuñada en un rato, mejor vete tú primero —respondió Xu You.

A medida que Tan Hu avanzaba por el camino, se giraba a mirarlo cada pocos pasos. Xu You seguía allí, parado en la puerta del patio, observándolo. Bajo la luz del sol, su piel se veía clara y sus ojos brillaban, lo que provocaba en Tan Hu unas ganas irresistibles de dar media vuelta y abrazarlo.

Sintiendo cómo sus mejillas se calentaban, Xu You volvió al interior de la casa de un pisotón. ¿Acaso Tan Hu sintió algo por él? Quizás... tal vez debería hacer un intento para descubrirlo cuando regresara.

Después de enseñar a las hermanas su lección de bordado, Xu You fue con ellas a la casa de la familia Tan para el almuerzo, donde Zhang Hongfen acababa de preparar una olla de leche de soja.

—Llegaste justo a tiempo. ¿Quieres una taza de leche de soja caliente? —preguntó Zhang Hongfen mientras se secaba el sudor.

Xu You negó con la cabeza.

En ese momento, Tan Linshi apareció en la puerta de la cocina.

—Hermano Xu, ¿tienes hambre? Ven a comer —le dijo.

El negocio del tofu seco iba cada vez mejor y la demanda de soja aumentaba sin parar. Ahora, Tan Wang pasaba las mañanas entregando pedidos, recolectando soja y vendiendo tofu. Durante las tardes se ocupaba del campo, donde este año había sembrado un acre extra de soja.

—Si plantan más soja, ¿no les quedará menos espacio para otros granos? —preguntó Xu You, preocupado—. La comida básica es lo primordial en la vida del campesino, ¿no? Encima tienen que pagar impuestos...

Zhang Hongfen río.

—No te preocupes, también ampliamos el terreno dos acres, y los primeros tres años de cultivo en tierras baldías no tributan. Los campesinos nunca descuidan los granos, por mucho que crezca el negocio.

Xu You ascendió, a punto de asentir en acuerdo, pero algo lo detuvo. "¿Qué quería decir con 'nuestras dos familias'? Su familia es su familia y Tan Hu es Tan Hu. ¿Cómo que nuestras familias?" Pensando en esto, una ola de emoción lo recorrió, y su rostro se sonrojó de inmediato. ¿Ya lo consideraban esposo legítimo de Tan Hu?

Esa noche, Tan Hu volvió tarde. Después de saludar a la familia, se dirigió a su cuarto para descansar, pero una luz en la habitación de Xu You lo detuvo. Con el corazón acelerado, vaciló en la puerta.

—¿Tan Hu, estás ahí?

La voz clara y dulce de Xu. Rompiste sus pensamientos enredados.

—Sí, ¿necesitas algo?