Angels And Monsters

Capítulo 5

Rosalba llego a la habitación y se llevó a Romina. Ella no quería irse pero luego que mis padres le insistieron que vaya, ella se fue con Rosalba.

-Ahora que Romina se a ido tenemos que hablar Melissa, hemos... - corté lo que papá iba a decir, me pare, me cruce de brazos - No quiero saber nada papá ¡NADA! - cerré de un portazo la puerta y fui mi habitación.

Cerré las cortinas de mi cuarto, tire todo al suelo, me quite la ropa que llevaba y fui directo a la ducha, apenas abrí el grifo mi tire en la tina y comencé a llorar. Me encontraba sentada en la ducha y no quería pensar en nada ni en nadie, mi mente estaba bloqueada.

Después de estar una hora en la ducha, mis dedos parecían pasas así que decidí salir. Me puse una camisa larga y unos pantalones flojos, parecía vagabundo lo se, pero no tenia ánimo para vestirme bien y arreglarme. Me acosté en mi cama en posición fetal y me quedé ahí; mirando la nada, sintiendo como todo a mi alrededor se volvió un infierno.

Me había quedado dormida toda la tarde, eran las 10 de la noche y fui por algo de comer ya que en todo el día no había comido algo.

Fui a la cocina y me hice un sándwich de jamón con queso, iba a ir a mi habitación pero vi que la luz de el cuarto de estudio estaba prendida, entre y me encontré con papá, el estaba mirando la ventana cruzado los brazos.

-hola papá, por que no vas a dormir? - masque un poco mi sándwich y me senté en un sillón de los tantos que habían ahí. Papá se dio la vuelta y me miró con un gesto tenso pero tierno a la vez, su mirada era rara.

-No tengo sueño Mel, escucha tenemos que hablar - se sentó al frente mio y me miró esperando mi respuesta.

-¡Ay! Esta bien papá, te escucho.
-Hoy en la mañana la policía nos llamó y dijeron que vayamos a ver el cuerpo de tu hermana. Rápidamente fuimos pero cuando llegamos nos dijeron que el cuerpo de Amelie estaba completamente con quemaduras - se le corrieron algunas lágrimas, respiró y continuó - Amelie no avanzó a salir del auto y cuando esté se incendio ella seguía allí. Llegamos y uno de los comisarios dijo que no podemos verlo. Para el funeral le haremos la cremación y luego nos darán sus cenizas.

Yo no dije nada, fui a abrazar a papá y lloraba descontroladamente. Mi papá acariciaba mi cabello y me abrazaba muy fuerte.