Domingo
Al día siguiente, Ayanokouji desayunaba en silencio, revisando mentalmente los acontecimientos del día anterior. Las preguntas sin respuesta y la inesperada pelea seguían dándole vueltas en la cabeza. Decidido a buscar información, sacó su celular, encontró el contacto de Matsuo y lo llamó.
-Buenos días, señor Ayanokouji -respondió Matsuo con voz cortés.
-Perdona si interrumpo algo -dijo Ayanokouji con su tono habitual-. Necesito saber si has oído hablar de alguien llamada Yuria Harudera.
Matsuo reflexionó unos segundos antes de contestar.
-Lo siento, pero ese nombre no me suena. No conozco a nadie con ese nombre.
-Entiendo. Gracias, Matsuo.
Terminaron la llamada, y Ayanokouji, sin más pistas, revisó los pocos contactos guardados en su teléfono: Matsuo, Hachiman, Yui y Yukino. Aunque para él estas relaciones seguían siendo poco relevantes, comprendía la necesidad de parecer más sociable y evitar levantar sospechas.
Mientras tanto, en la casa Yukinoshita, Yukino desayunaba en compañía de su madre y su hermana, Haruno. La conversación giraba en torno a temas triviales hasta que Haruno decidió comentarle algo a Yukino.
-Ese chico Ayanokouji... es diferente a los demás, ¿no crees? -dijo Haruno con una mirada divertida, observando la reacción de Yukino.
Yukino se tensó, recordando el incómodo momento en que tocó el brazo de Ayanokouji y sintió la firmeza inusual de su cuerpo, como si fuera de piedra. Las palabras de Haruno rompieron sus pensamientos.
-¿En qué piensas, Yukino-chan?
-Nada importante -contestó Yukino, desviando la mirada para no mostrar la leve incomodidad que sentía al recordar aquel episodio.
Mientras tanto, su madre terminó su desayuno y se levantó de la mesa con una expresión de determinación. -Haruno, termina tu desayuno rápidamente. Tenemos cosas que hacer -dijo, mirando a su hija con firmeza.
Haruno, que había estado entretenida con su plato, asintió rápidamente. -Está bien, mamá. Solo un momento más. -Miró a Yukino, tratando de cambiar de tema-. Oye, ¿qué tal si después de nuestras tareas, vamos a ver esa película que tanto querías?
Yukino, aún un poco perdida en sus pensamientos, finalmente se concentró en su hermana. -Sí, suena bien -respondió, sintiendo que un poco de tiempo con Haruno podría distraerla de las incomodidades recientes.
-Perfecto -exclamó Haruno con entusiasmo-. Espero que esta vez no te quedes dormida como la última vez.
Yukino sonrió levemente, sabiendo que su hermana estaba tratando de animarla. Agradeció el intento y se obligó a centrar su atención en la conversación, dejando de lado las reflexiones sobre Ayanokouji por el momento.
.....
Más tarde, Ayanokouji, decidido a seguir perfeccionando sus habilidades sociales, buscó en su celular restaurantes cercanos para observar cómo los meseros interactuaban con los clientes. Encontró un sitio llamado "Restaurante Kou" y decidió ir. Se preparó, tomó el autobús, y tras unos minutos llegó al lugar.
Ayanokouji fue recibido por un camarero que le dio la bienvenida con una sonrisa profesional.
-Buenas tardes. ¿Está solo? -preguntó el camarero, atento.
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Ayanokouji en oregairu
FanfictionAyanokouji Kiyotaka, un joven que ha pasado toda su vida atrapado en la estricta y despiadada Sala Blanca, finalmente logra escapar con la ayuda de Matsuo, su único aliado. Ahora, con un pasado cuidadosamente fabricado, se inscribe en la secundaria...