The Journey of Us

Los celos de Orm y la inesperada confesión

        

La serenidad de las recientes vacaciones de Lingling Kwong en Corea se vio truncada por un artículo mediático que salió en los titulares. El artículo detallaba el tiempo que había pasado allí con Metawin Opas-iamkajorn, un compañero de reparto, y sugería una relación íntima entre ambos.
Los rumores se extendieron rápidamente y tanto los fans como los medios especularon sobre la posibilidad de que Lingling y Win estuvieran saliendo.

La reacción de Orm fue una mezcla de celos intensos y frustración. La idea de que Lingling estuviera involucrada con otra persona la herian profundamente, provocando emociones que Orm luchaba por contener. Su habitual actitud cálida durante las entrevistas y los eventos se volvió fría y distante.
Lingling se dio cuenta, y una creciente sensación de inquietud se instaló en su pecho mientras veía a Orm acercarse cada vez más a Ying, su coprotagonista.
La obvia atención de Orm hacia Ying despertó una inesperada punzada de celos en Lingling, lo que aumentó la tensión entre ambas.

Durante un descanso entre escenas, Lingling vio la oportunidad de tener una conversación privada. Orm estaba sentada sola, con el rostro ensombrecido por la frustración.
Lingling se acercó con cautela.

—Orm, ¿estás bien? — preguntó suavemente, con una evidente preocupación.

La respuesta de Orm fue cortante.
—Tal vez deberías buscar a tu novio si quieres charlar—  espetó, con amargura en la voz.

Lingling parpadeó confundida.
—¿De qué estás hablando? No estoy saliendo con nadie —
respondió, tratando de mantener la calma.

La frustración de Orm estalló.
—No lo creo —  respondió con evidente dolor en la mirada. —Está en todos lados. ¿Crees que soy tonta?—

La confusión de Lingling se acentuó, pero enseguida se dio cuenta. Orm había visto el artículo.
Lingling suspiró. —"¿Por qué te molesta tanto?"— , preguntó con frustración en su tono.

Esa pregunta rompió las compuertas.
—¡Porque me gustas, Ling! — La voz de Orm tembló, su emoción cruda estalló antes de que pudiera detenerla.
La habitación quedó en silencio mientras ambas mujeres se miraban, atónitas por la repentina confesión.

El rostro de Orm se sonrojó de vergüenza y pena. Agarró su bolso y huyó antes de que Ling pudiera reaccionar.
Lingling se quedó congelada por un momento, tratando de darle sentido a todo, cuando Ying entró, habiendo presenciado la última parte del enfrentamiento.

—"¿Qué estás haciendo, Ling?"— , preguntó Ying, sacudiendo la cabeza con incredulidad.

Lingling se volvió hacia su coprotagonista, con la cabeza todavía dando vueltas.
—"Yo... no sabía que Orm se sentía así". —

Ying suspiró.
—"¿De verdad no lo sabías?"— , preguntó, incrédula. —"La forma en que se miran, la tensión entre ustedes... es obvio". —

Los ojos de Lingling se abrieron de par en par.
—"¿De verdad es tan obvio?"—

—Absolutamente — respondió Ying. —Si sientes lo mismo, entonces ve tras ella. Deja de darle vueltas al asunto y soluciona esto antes de que sea demasiado tarde. —
Lingling dudó.
—Pero ¿y si ya lo arruiné todo? —
Ying le puso una mano en el hombro. —No lo sabrás a menos que lo intentes. Si te preocupas por Orm, debes hacérselo saber.—

Con las palabras de Ying resonando en su mente, Lingling tomó una decisión.
Le dio las gracias rápidamente y salió corriendo, con el corazón palpitando con una mezcla de ansiedad y esperanza. Mientras se movía a través del set, buscando a Orm, repitió sus palabras una y otra vez en su mente.
El malentendido entre ellas se había ido acumulando con el tiempo, y ahora era el momento de aclarar las cosas.

Finalmente, encontró a Orm sentada en un banco afuera, con los hombros caídos en señal de derrota. Lingling se acercó con cautela, con el corazón en la garganta.

—"Orm", comenzó suavemente,"¿podemos hablar?".— Orm levantó la vista, con los ojos enrojecidos por el arrebato anterior.
La mirada de Lingling se suavizó con pesar. —"Lamento no haberlo entendido antes"—, dijo con dulzura. —"Yo también siento algo por ti, pero no sabía cómo decirlo.. Tenía miedo".—

Los ojos de Orm se abrieron de par en par con incredulidad.
—¿Tú... sientes algo?—  preguntó, su voz apenas en un susurro. Lingling asintió y se sentó a su lado, extendiendo la mano para tomar las de Orm entre las suyas. —Me preocupo por ti más de lo que crees, Orm. He estado tan absorta con mis miedos que no me di cuenta de cuánto te estaba lastimando.—

La expresión de Orm se suavizó con el peso de las palabras de Lingling.
Poco a poco, su postura tensa se relajó.
—"Pensé que te había perdido"— admitió, con la voz temblorosa.
—"No sabía que te pasaba lo mismo"—.
Lingling le dio un apretón tranquilizador en las manos. —"No me has perdido. Estoy aquí y quiero estar contigo. Ambas hemos cometido errores, pero podemos solucionar esto"—.

Mientras lágrimas de felicidad comenzaban a rodar por las mejillas de Orm, Lingling las secó con suavidad, rozando la piel de Orm con el pulgar.
Sus miradas se encontraron y, en ese momento, las emociones no expresadas que habían estado conteniendo finalmente salieron a la superficie: calidez, vulnerabilidad y la promesa de algo más.
Los labios de Orm se curvaron en una sonrisa suave y genuina, sus ojos brillaban de una manera que hizo que el corazón de Lingling se acelerara.
Era como si la tensión entre ellas finalmente se hubiera disipado, dejando espacio para que algo nuevo y delicado creciera.

Lingling le devolvió la sonrisa, con el corazón acelerado al ver la felicidad de Orm.
La conexión entre ellas era innegable ahora, pero era todavía frágil, algo que necesitaban alimentar lentamente y con cuidado.
—"Resolveremos esto"—, susurró Lingling, con voz suave pero segura.
Orm asintió, su mano apretando la de Lingling. —"Quiero hacerlo"—, dijo, con la voz llena de esperanza.
No necesitaban apresurarse. Tenían tiempo. Y lo más importante, se tenían la una a la otra.

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