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Después de un tiempo, todos comenzaron a notar que la actitud de Mu Tian hacia Mo Xiao había cambiado un poco. Aunque seguía tratándolo como un tesoro, había algo diferente. El cambio más notorio era en cómo manejaba la sopa nutritiva. Antes, cuando el niño se negaba a beberla, él lo convencía suavemente, pero ahora, si el niño no quería, ya no insistía.

Al ver esto, la madre de Mo Xiao comenzó a preocuparse. ¿Acaso Mu Tian ya no quería complacer a Mo Xiao por su mal humor? Pensó que debía hablar con él al respecto. Mu Tian se quedó en silencio por un momento antes de responderle:

"Mamá, Mo Xiao debería ser feliz toda su vida. Si no quiere hacer algo, no quiero obligarlo. ¿No cree que estamos prestando demasiada atención al bebé? Mo Xiao se está sintiendo triste."

Al escuchar su respuesta, la madre de Mo Xiao se quedó pensativa y algo sorprendida. Desde que supieron que Mo Xiao estaba esperando un bebé, habían comenzado a prestarle menos atención, algo que no habían notado.

Sintiéndose algo culpable, la madre de Mo Xiao continuó haciendo la sopa, pero ya no era con la frecuencia de antes, y se aseguraba de que estuviera lo más deliciosa posible. Viendo que Mo Xiao no se oponía, Mu Tian lo aceptó. Sabía que la sopa era buena para la salud del niño, y si él no se resistía, se sentía más tranquilo. Al mismo tiempo, comprendió que la resistencia de Mo Xiao antes había sido una manifestación de su tristeza por sentirse ignorado.

Ahora, Mu Tian ya no iba a la empresa. Su padre se encargaba de los asuntos allí, mientras que él solo gestionaba lo necesario desde casa, y dejaba que He Qing se encargara de llevar las cosas. La planificación de su boda estaba en marcha, y el vientre de Mo Xiao seguía creciendo, como un globo inflado. Mu Tian comenzó a pensar si sería mejor posponer la boda para después del nacimiento del bebé, por si acaso algo salía mal, y evitar luego arrepentimientos.

Habló con ambas familias sobre sus pensamientos, y todos estuvieron de acuerdo. Así que, la boda se pospuso para junio del próximo año, cuando el bebé ya habría nacido.

Este cambio de fecha para la boda también causó mucho revuelo en la ciudad. La mayoría pensaba que era natural, dado que un hombre tan excepcional como Mu Tian no podía haber elegido a alguien tan "tonto", como lo veían ellos. Sin embargo, cuando finalmente asistieron a la boda, se dieron cuenta de que no era tan "tonto" como pensaban.

A medida que el vientre de Mo Xiao crecía, también lo hacían las dificultades. Aunque el bebé era tranquilo y no lo molestaba demasiado, los calambres y el sudor nocturno no podían evitarse. Para diciembre, el vientre de Mo Xiao ya era considerablemente grande. Cada vez que Mu Tian veía su barriga, temía que el niño fuera a ser aplastado por ella.

Una mañana, a las seis y media, Mu Tian se despertó. Mo Xiao estaba acostado a su lado, con la mano de Mu Tian sobre su barriguita. Cada mañana era igual, y Mu Tian sentía una calidez en su corazón. Al mirar hacia abajo, vio que las cejas de Mo Xiao estaban ligeramente fruncidas. El niño estaba cansado y tenía que dormir de lado, girándose varias veces durante la noche, sufriendo calambres y malestar, lo que hacía que su sueño fuera agitado. Mu Tian lo veía y se le rompía el corazón.

Para asegurarse de que Mo Xiao pudiera dormir mejor, cada noche Mu Tian lo dejaba dormir sobre él, sosteniéndole la barriga para que estuviera más cómodo. Pero, aunque Mo Xiao estaba algo más tranquilo, Mu Tian se sentía incómodo, ya que el peso de los dos sobre él lo dejaba adormecido por las mañanas. Al mismo tiempo, tenía que estar atento al bienestar de Mo Xiao. A medida que la barriga de Mo Xiao crecía, Mu Tian se iba adelgazando.

¡Qué dulce preocupación! Mu Tian sonrió al pensarlo. Su rostro estaba lleno de una sonrisa feliz, algo que dejaba claro lo contento que estaba.

De repente, la mano de Mu Tian sobre la barriga de Mo Xiao fue golpeada suavemente.

Mi Pequeño TontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora