Johanna observaba a Daniel mientras se preparaban para enfrentar el desafío del Corazón de Arven. Él siempre había sido su roca, pero ahora, a medida que se acercaban al momento decisivo, su presencia parecía proyectar una confianza inquebrantable. Daniel era mestizo, alto y con un físico fuerte que reflejaba años de entrenamiento en el voleibol. Su cabello largo caía sobre sus hombros, y su mirada intensa tenía una profundidad que dejaba entrever tanto fuerza como vulnerabilidad.
—¿Estás lista para esto? —le preguntó Daniel, su voz grave llenando el silencio que rodeaba a los miembros del Consejo.
Johanna asintió, tratando de contener los nervios. Había visto a Daniel jugar en la cancha, su agilidad y fuerza eran admirables, pero ahora ella se preguntaba si también poseía la misma determinación para enfrentarse a lo desconocido.
—Voy a intentarlo —respondió ella, sintiendo que su corazón latía con fuerza—. Pero no tengo idea de lo que nos espera.
A medida que avanzaban hacia el Corazón de Arven, una figura apareció en el camino. Era un joven de cabello oscuro y ojos brillantes, que parecía no tener más de veinte años. Su porte era elegante, pero había un aire de desconfianza en su postura.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó, cruzándose de brazos—. No son bienvenidos.
—Él es Kiran —dijo Alessia, acercándose al joven—. Un guerrero de la Alianza de los Siete. No deberías estar aquí, Kiran. La prueba no es algo que debas enfrentar.
Kiran frunció el ceño, mirando a Johanna y Daniel con escepticismo.
—¿Y quién es esta chica? —preguntó, señalando a Johanna—. ¿Crees que puede ayudar?
—Es la elegida —intervino Rohan, su voz grave resonando en el aire—. Tiene un poder dentro de ella que puede cambiar el destino de este mundo.
Kiran arqueó una ceja, pero no dijo nada más. La tensión era palpable, y Johanna sintió que la presión aumentaba. Pero antes de que pudiera reaccionar, otro grupo apareció en la distancia, esta vez compuesto por tres guerreros, cada uno con características únicas.
El primero era un hombre robusto, con barba y cicatrices que hablaban de batallas pasadas. Su mirada era firme, y su presencia imponía respeto. Al lado de él, una mujer de cabello rizado y piel clara llevaba un arco y flechas, su mirada astuta explorando los alrededores. El tercero era un joven pelirrojo, con una sonrisa traviesa y una energía contagiosa que iluminaba el ambiente.
—¿Kiran? —dijo el hombre robusto—. ¿Te encuentras bien?
—Estoy bien, pero estos dos no son de fiar —respondió Kiran, señalando a Johanna y Daniel.
—¿Quiénes son? —preguntó la mujer, su voz suave pero autoritaria.
—Son los que el Consejo ha traído —dijo Alessia, su tono serio—. Johanna es la elegida.
El grupo miró a Johanna con una mezcla de curiosidad y desconfianza. El hombre robusto dio un paso adelante, extendiendo la mano.
—Soy Balthazar —dijo—. Y estos son Lyra y Finn. ¿Qué planean hacer aquí?
—Enfrentar la prueba del Corazón de Arven —respondió Daniel, con una determinación que resonaba en su voz—. No vamos a retroceder.
—Eso es arriesgado —dijo Lyra, ajustando su arco—. La última persona que intentó la prueba no regresó. Las sombras son más astutas de lo que parecen.
Johanna sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras. ¿Qué pasaría si ella también fracasaba? Pero antes de que pudiera dejar que el miedo la dominara, Daniel la miró, y ella encontró la fuerza en su mirada.
—Lo haremos juntos —dijo Johanna, sintiendo cómo el apoyo de Daniel la impulsaba a seguir adelante—. He pasado por cosas difíciles en mi vida. No estoy aquí solo para darme por vencida.
Finn, el pelirrojo, sonrió de forma traviesa y dijo:
—Eso suena divertido. Me gusta el riesgo. Tal vez la prueba del Corazón no sea tan aburrida después de todo.
Balthazar y Lyra intercambiaron miradas, y Johanna pudo ver que había algo en el carácter de Finn que era contagioso. Si bien el grupo era variado y parecía estar lleno de desconfianza, había una chispa de esperanza en el aire.
—Quizás si nos unimos, podamos hacerlo juntos —sugirió Alessia—. Si Johanna tiene el poder que dice tener, entonces será mejor que todos nos apoyemos mutuamente.
Kiran cruzó los brazos, indeciso, pero finalmente asintió.
—Está bien, pero mantendremos un ojo en ti, Johanna. Si te pones en peligro, no dudaré en sacarte de esta.
Johanna sonrió, sintiendo que el miedo comenzaba a desvanecerse. Quizás no solo estaba allí para enfrentar su destino, sino que también había encontrado aliados en el camino.
—Vamos a hacerlo —dijo ella, tomando una profunda respiración—. Juntos.
El grupo se unió, caminando hacia el Corazón de Arven con la determinación de luchar por lo que creían. En ese momento, Johanna se dio cuenta de que no solo había sido elegida, sino que había encontrado su lugar en este mundo. Ya no estaba sola, y eso la llenaba de valor.
Mientras avanzaban, las sombras parecían observarlas, y Johanna sintió una mezcla de miedo y emoción. Era un nuevo capítulo, y estaba lista para enfrentarlo con todo lo que tenía. Junto a Daniel, Alessia, Rohan, Kiran, Balthazar, Lyra y Finn, sabía que tenían una oportunidad.
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dos mundos, un corazón.
Science FictionEl libro "Dos mundos, un alma" es una cautivadora historia que sigue la vida de Johanna Marcus, una joven afroamericana, morena, delgada, con cuerpo de voleibolista. A través de su pasión por el voleibol, se cruza con Daniel Magno, un hombre mestizo...