Capítulo 6: Alianzas y Secretos

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El camino hacia el Consejo de los Antiguos se volvía cada vez más intrincado, no solo por los desafíos que el propio mundo les ponía, sino también por la tensión creciente entre lo que sabían y lo que aún ignoraban. Johanna y Daniel caminaban en silencio, sus cuerpos aún cargados por la intimidad del momento que habían compartido. Sin embargo, ambos sabían que debían dejar el romance a un lado, al menos por ahora. Había mucho más en juego que sus sentimientos.

El paisaje comenzó a cambiar a medida que avanzaban. Los árboles brillantes y los cielos multicolores dieron paso a un terreno más sombrío, donde las sombras parecían cobrar vida y los susurros llenaban el aire. Johanna sintió un escalofrío, como si estuvieran entrando en territorio prohibido.

—Estamos cerca —dijo Daniel, su voz más grave que de costumbre—. El Consejo está en las Ruinas de Arven. Este lugar fue una vez el corazón de este mundo, pero cuando las sombras comenzaron a devorarlo, se convirtió en lo que ves ahora.

Johanna tragó saliva. El ambiente era pesado, pero no solo por las sombras. Algo en su interior le decía que se acercaban a una verdad que cambiaría todo.

De repente, un sonido rompió el silencio, como el roce de pasos apresurados sobre el suelo de piedra. Johanna se detuvo en seco, su corazón acelerándose.

—¿Escuchaste eso? —preguntó, mirando a su alrededor.

Antes de que Daniel pudiera responder, una figura emergió de entre las sombras. Era una joven alta y delgada, con una cabellera plateada que contrastaba con los colores oscuros del lugar. Sus ojos, de un azul profundo, reflejaban tanto desconfianza como curiosidad. A su lado, caminaba un hombre más robusto, con una cicatriz que cruzaba su mejilla y un semblante severo.

—Sabía que vendrías —dijo la joven, deteniéndose frente a ellos. Su voz tenía un tono frío, pero había algo familiar en ella—. Daniel Magno, el legendario guardián. Y tú debes ser Johanna Marcus, la elegida.

—¿Quién eres? —preguntó Johanna, con los nervios a flor de piel.

Daniel se adelantó un paso, colocando una mano protectora sobre el brazo de Johanna.

—Alessia —respondió él, con voz contenida—. Y el que está con ella es Rohan. Ambos forman parte del Consejo de los Antiguos, pero no esperábamos encontrarlos aquí.

Alessia esbozó una sonrisa, aunque no era precisamente cálida. Había un aire de misterio en ella, algo que la hacía parecer inaccesible.

—No todos en el Consejo están de acuerdo con que la elegida llegue a las Ruinas —respondió ella, su mirada fija en Johanna—. Algunos temen que tu regreso solo acelere el colapso de ambos mundos.

—¿Y tú? —preguntó Johanna, cruzando los brazos y sintiendo el peso de la desconfianza en su mirada—. ¿Qué crees tú?

Alessia la observó por un largo instante, sus ojos recorriendo cada detalle, como si buscara algo en su interior.

—Aún no lo sé —admitió finalmente—. Pero vine a advertirte que, aunque Daniel te proteja, el Consejo no será tan indulgente. Muchos temen lo que eres capaz de hacer.

Rohan, que había estado en silencio hasta ese momento, dio un paso adelante, su voz profunda resonando en el aire.

—No todos los que te esperan en el Consejo te ven como una salvadora. Para algunos, eres una amenaza. Y no están dispuestos a arriesgarse.

Johanna sintió un nudo en el estómago. Había llegado a este mundo con preguntas, pero cada paso que daba solo parecía traer más incertidumbre. ¿Cómo podía cumplir su misión si aquellos que se suponían que la ayudarían la veían como una enemiga?

—No vine a causar problemas —dijo ella, intentando mantener la calma—. Solo quiero entender quién soy y qué está pasando en este mundo. Si puedo ayudar a detener las sombras, lo haré. Pero no puedo hacerlo sola.

Alessia la miró con una mezcla de respeto y desconfianza.

—No lo harás sola —respondió la joven de cabello plateado—. Hay quienes creen en ti, Johanna. Yo no estoy completamente convencida, pero estaré observando. Si demuestras ser quien dicen que eres, entonces tendrás mi apoyo. Pero te advierto: el camino que estás por recorrer no será fácil. Y no todos sobrevivirán a lo que está por venir.

Daniel apretó los dientes. Sabía que había riesgos, pero las palabras de Alessia solo confirmaban lo que ya temía. A pesar de su cercanía con el Consejo, no había garantías de que fueran a aceptar a Johanna.

—Entonces, ¿nos acompañarás al Consejo? —preguntó él.

Alessia asintió, y Rohan también lo hizo, aunque su expresión seguía siendo dura.

—Es mejor que vayamos juntos —dijo el hombre—. No sabemos qué más puede estar acechando en estas tierras. Las sombras no son el único peligro.

***

Mientras caminaban, Johanna no pudo evitar observar a sus nuevos compañeros. Alessia caminaba con la elegancia de alguien acostumbrada a liderar, pero también había un aura de soledad en ella, como si cargar con algo que no compartía con nadie. Rohan, por otro lado, era todo fuerza y determinación, su mirada siempre atenta a cualquier amenaza.

—¿Confiamos en ellos? —preguntó Johanna en un susurro, cuando tuvieron un momento de distancia de sus nuevos acompañantes.

Daniel suspiró, manteniendo su voz baja.

—Alessia es complicada. Siempre ha sido difícil de leer, pero en el fondo, creo que quiere lo mejor para este mundo. Rohan, en cambio, es más predecible: sigue órdenes y protege lo que le importa. No son enemigos, pero tampoco podemos bajar la guardia.

Johanna asintió. Estaba empezando a entender que este mundo no era solo un lugar de magia y maravillas, sino también de intrigas, alianzas rotas y secretos ocultos. Y en medio de todo, ella debía descubrir quién era realmente.

—Gracias por estar aquí —dijo Johanna, mirándolo directamente.

Daniel la observó por un momento, y una sonrisa suave curvó sus labios.

—Siempre estaré aquí, Johanna. Pase lo que pase. No estás sola en esto.

Y por un momento, entre las sombras y los susurros de un mundo caótico, Johanna encontró un pequeño rayo de esperanza en las palabras de Daniel, sabiendo que, aunque el camino por delante fuera incierto, no tendría que recorrerlo sola.

dos mundos, un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora