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Jisoo estaba sentada en la primera fila de la iglesia, observando desde la distancia la ceremonia que cambiaría sus vidas para siempre. El aire estaba lleno de emoción y expectativa mientras todos esperaban la respuesta de Jennie a la pregunta que definiría su futuro con Rosé.

El corazón de Jisoo latía con fuerza, como si ese pequeño momento de incertidumbre fuera el último resquicio de esperanza. Sabía que Jennie iba a decir que sí. Lo sabía desde el principio, desde el momento en que Jennie le había confesado estar enamorada de Rosé. Y, sin embargo, no podía evitar que una parte de ella deseara lo contrario.

Mientras Jennie guardaba silencio por unos segundos, los recuerdos de una conversación que habían tenido tres semanas antes volvieron a la mente de Jisoo, como un golpe en el estómago.

Flashback

Había sido una noche lluviosa cuando Jennie apareció inesperadamente en la puerta de su casa. Jisoo no la esperaba, pero la dejó entrar sin pensarlo dos veces. Sabía que algo estaba mal con solo mirar la expresión en el rostro de Jennie, y su corazón se tensó al instante.

—Necesito hablar contigo, Jisoo. —dijo Jennie, su voz temblando ligeramente.

Jisoo asintió, aunque una parte de ella ya sabía lo que vendría. Ambas habían estado evitando la conversación desde el beso que compartieron hacía apenas unas semanas. Sabían que algo había cambiado entre ellas, pero también sabían que no podían permitirse reconocerlo.

—Lo del beso… —comenzó Jennie, sin atreverse a mirar directamente a Jisoo—Quiero pedirte perdón por lo que pasó. No sé por qué lo hice. Fue un error, y no debió haber pasado.

Jisoo tragó saliva, sintiendo cómo la incomodidad se asentaba en su pecho. Asintió, intentando parecer tranquila, aunque por dentro estaba rota.

Ese beso había sido todo lo que siempre había soñado.

Pero ahora es beso se convertía en el peor de sus recuerdos.

—No te preocupes, Jennie. No le diré nada a Rosé. —respondió Jisoo rápidamente, casi con demasiada prisa—Lo que pasó… lo olvidaremos. Seguiremos como siempre, ¿no? Como mejores amigas.

El silencio entre ambas se volvió incómodo. Jisoo quería creer que sus palabras eran sinceras, que realmente podía olvidar lo que había ocurrido. Pero el peso de los sentimientos no correspondidos que llevaba desde hace tanto tiempo hacía que todo se sintiera falso.

Jennie se mordió el labio inferior, mirando a Jisoo con una mezcla de culpa y tristeza en sus ojos.

—Estoy enamorada de Rosé. —dijo Jennie finalmente, susurrando las palabras como si dolieran—No sé por qué te besé, Jisoo. Fue un impulso, un error. Pero tú sabes lo que siento por Rosé. Nunca querría hacerle daño. Nunca querría hacerte daño a ti tampoco.

Jisoo asintió lentamente, aunque las palabras de Jennie solo terminaban por agrandar el dolor que sentía.

Claro que lo sabía.

Lo había sabido desde el principio. Pero había algo que Jennie no mencionaba, algo que Jisoo no podía olvidar.

Ese beso que Jennie describía como un "impulso" no era la primera vez que ocurría.

Jisoo recordaba claramente otro momento, mucho tiempo atrás, cuando aún eran adolescentes. Habían tenido una noche de confidencias, compartiendo sus sueños y miedos más profundos. Y en medio de esa cercanía, Jennie la había besado por primera vez. En ese entonces, Jisoo lo había interpretado como una acción inocente, un momento fugaz que nunca volvieron a mencionar. Jennie nunca le dio una explicación, y Jisoo no había tenido el valor de preguntar.

Ahora, todo encajaba.

Ese "impulso" que Jennie mencionaba no era nuevo.

Pero Jisoo sabía que no podía reprocharle nada. Jennie había elegido a Rosé, y no había lugar para Jisoo en esa ecuación.

Había tenido su oportunidad, pero nunca había sido lo suficientemente valiente para aprovecharla.

—Jennie.—dijo Jisoo suavemente, forzando una sonrisa—No te preocupes. Lo olvidaremos. Tienes razón, lo mejor es dejar todo atrás y centrarnos en lo que es importante ahora.

Jennie suspiró aliviada, como si un peso enorme hubiera sido levantado de sus hombros.

—Gracias, Jisoo. Eres la mejor amiga que alguien podría tener, no sé qué haría sin ti.

Esas palabras, aunque bien intencionadas, solo dolieron más.

—Siempre estaré aquí para ti. —respondió Jisoo, aunque por dentro sabía que parte de ella se quedaría atrapada en ese beso que nunca debería haber ocurrido.

Jennie se levantó para irse, agradecida de que Jisoo no insistiera en el tema. Justo antes de salir, se volvió hacia ella, con una sonrisa ligera en los labios.

—Nos vemos pronto, ¿sí? —dijo Jennie—La boda está cada vez más cerca.

Y, con eso, Jennie se fue, dejándola sola en su sala, con sus pensamientos y su dolor silencioso.

Fin flashback

Jisoo salió de sus recuerdos justo en el momento en que escuchó la voz de Jennie en la iglesia.

—Sí, acepto. —dijo Jennie, su voz fuerte y clara.

Jisoo sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies. No había sido una sorpresa, pero escucharlo en voz alta, en ese preciso instante, hizo que la realidad la golpeara de lleno.

Jennie estaba comprometida con Rosé, ahora más que nunca. Y Jisoo, a pesar de todos sus sentimientos, solo podría seguir siendo una espectadora silenciosa, la mejor amiga que siempre estaba ahí, pero nunca más que eso.

Las lágrimas llenaron los ojos de Jisoo, pero no dejó que cayeran. En su lugar, forzó una sonrisa y aplaudió junto con los demás, aunque su corazón estuviera roto por dentro.

 𝚁𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 ➫ 𝐽𝑒𝑛𝑆𝑜𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora