𝗔𝗟𝗜𝗕𝗜 𝗔𝗟𝗙𝗔| Existen dos tipos de mundo, el bueno y el malo, por desgracia Freen era del segundo, siendo omega y hija de un empresario mafioso aunque no le interesaba nada de ese mundo sucio de negocios que acabo con su madre, pero entonces...
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Ingreso la llave y abrió, adentro su oficina era gris y blanca
Entre despacio, dejo su bolso a un lado y fue a sentarse hasta su despacho en lo que yo me perdía viendo todo. Habían pinturas en las paredes y me detuve a verlas todas sintiendo unas manos posesivas tomarme
—Te gusta? —preguntó en un susurró.
No sabía si se refería a su oficina o aque hiciera eso, lo que fuera las dos me gustaban pero más la segunda
Mi loba se volvía loca, me hice la loca viendo las pinturas hasta que la sentí pegada ami cuello marcandome con su aroma, además sus manos estaban cerradas impidiendome salir del agarré
Juro que estaba muriendo
—No me respondiste.
—S-si.
—Que bueno, ven te voy a enseñar algo —dijo separándose agarrándome de la mano.
Me llevo hasta su despacho, ví las fotos que tenía con su familia de niña, con su hermano y sus padres
—Ven aquí —dijo de forma autoritaria señalando su regazo.
Dejando mis nervios me senté, sus brazos abrazaron mi cintura y seguí viendo las fotos que tenía
Sonreí viéndolas, Becky seguía siendo la misma cachorrita de las fotos. La misma apariencia y la misma sonrisa, era demasiado tierna
—Faltan tus fotos amor.
—Es verdad —dije viendo las fotos como una cachorra. —Me gusta esta, te veías tan tierna amor.
Becky se acercó para ver, cuando la vió sonrió
—Un poco, no me gustaba que me sacarán fotos.
—Pero eras tierna.
Becky asintió, sus manos manoseando mi cintura me ponía nerviosa pero me hacía la loca
Gemi con dolor al sentir sus dientes clavarse sobre la marca, le gustaba hacerlo cada semana ya que le gustaba que fuera notoria para todos los alfas
—Mia.
—Ya te dije que dejes de ser posesiva alfa.
—Contigo nunca se puede dejar de ser posesiva babe.
Tomo mis labios empezando a besarme, cada vez que ella me besaba me dejaba
No porque fuera mi alfa y la siguiera todo el tiempo, si no porque sus labios sabían bien y besaba tan bien que me gustaba sentir su lengua contra la mía
Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo al sentir su mano en mi pierna, la subió un poco manteniéndola ahí un rato mientras viajaba en mi boca sin quitar la vista de mi escote
