Capítulo I

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¡Hola a todos! Como he andado con poco tiempo para escribir, voy a tirar todos los borradores jajaja y eso incluye como 24 historias no terminadas xD

Acá va una de tantas, en esta Daemon y Rhaenyra no saben que son tío y sobrina.

Rhaenyra está viviendo con Cole luego de huir de casa, pero no vive en un cuento de hadas, sino que vive en una relación tóxica donde ambos pelean y él la maltrata. Daemon está viudo con dos hijas y se encuentran por casualidad, aunque tardan en descubrir su parentesco.

Es una historia de drama, donde Daemon será el héroe de Rhaeyra....muy a su manera.

No olviden comentar y votar jeje.

Besos y abrazos.

Rhaenyra Targaryen no pudo soportarlo más. Desde que su padre se casó con esa "dulce" y ambiciosa Alicent Hightower, su vida se había convertido en una pesadilla. Alicent había empezado como una sirvienta de confianza, pero en cuanto murió su madre, se movió rápido y, en menos de dos meses, ya era la señora de la casa. Y cuando anunció que estaba embarazada de un hijo varón... ahí sí, fue demasiado para Rhaenyra.

Una noche, después de una gran pelea con su padre y su nueva "madre", Rhaenyra decidió irse. Solo tomó lo necesario, dejando tras de sí la mansión familiar, las expectativas y todas esas miradas críticas. Pero no se fue sola. Criston Cole, su guardaespaldas personal y alguien que había estado a su lado en los peores momentos, decidió irse con ella.

Habían iniciado un romance prohibido hace algunas semanas, y ella se creyó perdidamente enamorada de él.

Al principio, la libertad sabía a gloria. Ellos dos, solos, lejos de la casa y de todo lo que odiaba. Cada día era una aventura, y la chispa entre ellos hacía que todo pareciera perfecto. Pero con el tiempo, esa pasión se convirtió en algo más oscuro. Criston empezó a mostrar un lado posesivo y temperamental. Las discusiones eran cada vez más frecuentes, los gritos se hacían parte de la rutina, y lo que una vez fue un escape feliz comenzó a sentirse como otra jaula, solo que esta vez... no había salida fácil.

La rutina de Rhaenyra y Criston estaba llena de altos y bajos.

Llevaban dos años viviendo juntos y todo iba de mal en peor.

Casi no tenían dinero, ambos trabajaban, pero el alquiler, la comida y los gastos extra, siempre los hacían discutir.

Por la mañana siempre comenzaban bien, se reían preparando el desayuno, hasta que cualquier comentario los hacía estallar.

Rhaenyra era impulsiva, y Criston era demasiado orgulloso. No eran una buena combinación, ambos sabían como hacerse explotar.

Pero de ambos, la única que siempre perdía era Rhaenyra.

- Eres un idiota- gritó Rhaenyra empujándolo cuando él le dijo que no fuera a trabajar con una falda tan corta.

Él la miró con ira y la persiguió por la casa hasta atraparla. La tomó del cabello antes de que pudiera salir por la puerta, y la derribó al suelo.

Ella lo golpeó intentando escapar, pero como casi cada día, no pudo escapar de él.

Ella trabajaba en un restaurante como mesera, y ese día ni siquiera el maquillaje pudo ayudarla.

Ese día, Rhaenyra llegó al restaurante apenas pudiendo sostener la bandeja. Las marcas en su rostro eran difíciles de ocultar, pero su trabajo dependía de mostrar una sonrisa, así que lo intentaba como podía. Los clientes iban y venían sin notar su estado... hasta que uno de ellos sí lo hizo.

Daemon Targaryen había entrado a ese restaurante solo para una comida rápida. No estaba de humor para nada más; había tenido un día largo y lo único que quería era comer e irse. Pero cuando ella se acercó a su mesa, con ese cabello platinado tan poco común, su atención se despertó. ¿Una chica de ascendencia valyria, allí? Alzó la vista y notó las marcas en su rostro.

Susurros de un encuentro (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora