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Le dolía todo el cuerpo, tanto que al sentir un ruido cerca suyo no podía abrir los párpados, le pesaban tanto que su mismo cuerpo le obligaba a permanecerlos cerrados.
El grito de Thomas hizo que todo el grupo se despertase de inmediato, con miedo a que los Cranks estén cerca, pero al parecer Thomas solo peleaba con un pájaro, un cuervo que trataba de picotear y robar algunas cosas de una de las mochilas.
Ofelia se quejó al apoyarse en sus codos, había olvidado su lastimadura en su brazo, la cual ya no sangraba gracias al vendaje que Teresa le había hecho antes de dormir. Al ver que no sucedía nada grabe se volvió a recostar, obligando a su cuerpo a desaparecer el dolor.
-¿Se fueron? - preguntó Newt mientras se sentaba y refregaba sus ojos
-Si. - contestó Thomas parándose en su lugar y observando a su alrededor, no había rastros de los Cranks – creo que estamos a salvo. Hay que movernos, empaquemos
Teresa que ya se había levantado, se sentó y miro a su lado. Observo a Ofelia, tenía su brazo bueno apoyado sobre sus ojos, cubriéndose de los rayos de sol, se acercó un poco y le movió el hombro con intensión de despertarla.
-Estoy despierta – dijo al sentir su toque, aún sin moverse
Thomas ya había empezado a juntas las cosas del grupo
-Aris vámonos, Sartén, Winston – los despertó - Alessa, Tahona
Winston al ver que el grupo ya se estaba alistando para irse intentó levantarse, pero de inmediato grito del dolor, Sartén que se encontraba a su lado le ofreció su mano, ayudándolo a levantarse.
Tahona que se encontraba más cerca de Ofelia se acercó, y con su pie movió el de ella, pegándole sutilmente, la castaña despego su brazo de sus ojos y le sonrió. Con su ayuda logro levantarse, al igual que había hecho Sartén con Winston, una vez de pie logro ver como Minho la observaba, pero al conectar miradas inmediatamente movió la vista hacia otro punto y empezó a caminar, siguiendo al grupo. Confundida tomo sus cosas y camino un poco más rápido, dejando a Alessa atrás junto a Sartén y Winston, y a Teresa con Tahona que al parecer hablaban muy entretenidamente, se acercó a Minho quedando a su lado, lo observo de costado, tenía la mirada fija en el suelo
-¿Cómo estas Minho? - pregunto no muy satisfecha
-Para ser realista, me duele todo, en especial las piernas – se sinceró, haciendo que riera, la verdad que se sentía identificada
-A mi igual – confesó - eres muy rápido, si estuviéramos en mi claro...
-¿Por qué no dijiste que eras Corredora?
-Era, ya no más
-Alessa me lo dijo, no lo podía creer.
-¿No lo podías creer? - pregunto dudosa por sus palabras - ¿A qué te refieres?
