Te protegeré

7

Han pasado ya unas tres horas desde que terminó el cumpleaños de Penny. La casa está en silencio, la luz de la luna se cuela por las ventanas y todo parece tranquilo. Estoy acostado al pie de la cama de Penny, tratando de dormir, pero un ruido extraño no me deja descansar. Es un sonido agudo y constante, uno que jamás había oído dentro de la casa. Muevo las orejas tratando de identificar de dónde viene, pero su intensidad me mantiene alerta.

Finalmente, me levanto y decido investigar. Salgo del cuarto de Penny en silencio, avanzando por el pasillo hasta llegar a las escaleras. El ruido se vuelve más claro cuando me acerco a la planta baja, y noto que proviene del sótano. La puerta entreabierta permite que se asome un destello de luz verde, algo muy inusual en esta casa.

Me acerco despacio, caminando por la penumbra hasta que asomo mi cabeza por la puerta. Lo que veo ahí dentro me deja perplejo: el padre de Penny, rodeado de todo tipo de máquinas y herramientas, está trabajando en algo enorme, un dispositivo extraño, lleno de luces y cables. 

Jamás en mi vida había visto algo así.

Mientras trato de comprender lo que estoy viendo, escucho su voz de repente, rompiendo el silencio. "¿Quién anda ahí?" Su tono es serio, y yo me congelo en mi lugar. Por instinto, trato de alejarme, pero me delata el reflejo de mis ojos en la penumbra.

Él fija su mirada en mí, y en ese instante sé que me ha visto. "¿Bolt?" pregunta, algo desconcertado. Trato de retroceder, pensando que tal vez debería regresar al cuarto de Penny, pero antes de que logre moverme, escucho un clic, y veo cómo la puerta del sótano se cierra automáticamente. Él ha presionado un botón en su máquina, y ahora no hay manera de salir.

Empiezo a sentirme nervioso, sin saber lo que va a pasar. Él se da cuenta de mi incomodidad y, con una voz más suave, se acerca y me dice: "No te asustes, Bolt. No te voy a hacer daño." Pero aunque sus palabras parecen amables, algo en su tono me deja una sensación de inquietud que no puedo ignorar.